viernes 25 septiembre 2020, 13:38

Van Wyk: capitana, entrenadora y fundadora de un club

  • Janine van Wyk es una de las grandes sudafricanas

  • Impulsa el fútbol con su club y campeonatos escolares

  • Habla del JVW FC, su futuro allí y el fichaje de Caster Semenya

Son muchas las jugadoras que tienen grandes planes con los que dejar su impronta en el fútbol, más allá de correr, cabecear y chutar el balón. No obstante, casi siempre son objetivos que formulan en futuro, deseos que solo pondrán en marcha una vez hayan colgado las botas.

Pero el caso de Janine van Wyk es una excepción. La capitana de Sudáfrica y la futbolista con más partidos en la historia de su selección ha sabido conjugar su carrera en la élite, que ha desarrollado principalmente en el extranjero, con fundar, financiar y dirigir un club de primer nivel y hacer prosperar la cantera.

Y es que el JVW FC no es un club ni una escuela normal y corriente. Pese a haber nacido hace apenas cinco años, ya se ha proclamado campeón nacional en una ocasión y ha nutrido de una buena cantidad de jugadoras a las selecciones juveniles y al combinado absoluto de Sudáfrica. Cuando la Federación Sudafricana de Fútbol (SAFA) creó la nueva Women’s National League en 2019, el JVW fue el primer club en certificar su presencia.

“Todo se remonta al año 2012, en realidad, cuando monté una liga escolar [ndlr: la JVW Girls Schools League, que sigue en marcha en la actualidad]”, explica Van Wyk. “En aquel momento, si las chicas querían jugar al fútbol tenían que hacerlo en equipos de chicos. No había alternativa. Y aunque jugar con los chicos tiene sus cosas buenas —yo misma lo hice—, es importante que las niñas cuenten con un entorno en el que se sientan entre iguales y no distintas a los demás”.

“Conforme fue pasando el tiempo, empecé a ver que muchas niñas de esa liga tenían talento de verdad, pero que no podían seguir progresando porque no había clubes femeninos en los que continuar su carrera. Ver cómo se echaba a perder ese talento fue lo que me animó a fundar el JVW FC en 2015. Compré una franquicia en la liga femenina con dinero de mi bolsillo, con lo poco que había ahorrado de jugar al fútbol. La idea era juntar a estas jóvenes promesas y darles la oportunidad de que llegaran a la categoría sénior”.

Empezamos con 13 jugadoras, y ahora tenemos más de 100. Esto nos da una muestra de cómo nos ha ido desde entonces. El club ha crecido una barbaridad, y ya ha habido futbolistas del JVW que han debutado con la selección absoluta, así como con la sub-17 y la sub-20. Es muy gratificante. Sinceramente, puedo afirmar que lo que empezamos hace unos pocos años se ha convertido ya en uno de los mejores clubes de fútbol femenino de Sudáfrica y en una de las mejores estructuras de formación de todo el continente”.

La dimensión de estos logros es ya de por sí impresionante, independientemente de quién los haya impulsado. Pero dadas las exigencias que tiene una futbolista profesional, y la dedicación y la concentración que se necesitan para sobresalir en el extranjero y capitanear a Sudáfrica en una Copa Mundial, la pregunta es: ¿cómo lo ha hecho Van Wyk?

“He estado muy activa e involucrada directamente desde el primer día. Y sigo estándolo”, cuenta a FIFA.com. “Pero, lógicamente, necesito a gente in situ que me ayude a dirigir el club. Y tengo un equipo que lo hace con una pasión tremenda. Este es otro de los ámbitos en los que queremos desarrollar el talento femenino: de todo nuestro cuerpo técnico, solamente una persona, el entrenador de arqueras, es hombre. Pero me comunico constantemente con ellas, y estoy muy encima de todas las grandes decisiones que hay que tomar”.

Una de esas decisiones giró en torno a un fichaje que acaparó titulares en todo el planeta. Se produjo el año pasado, cuando Caster Semenya —campeona olímpica, figura sudafricana y una atleta reconocida a nivel global— declaró que iba a jugar en el JVW en la temporada 2020. De nuevo, la pregunta es: ¿cómo lo hizo Van Wyk?

“Bueno, Caster y yo somos buenas amigas desde hace tiempo”, señala. “Nos conocimos en los Juegos Olímpicos, y nunca hemos perdido el contacto. Me dijo que le apetecía mucho jugar al fútbol, pero, al principio, yo pensaba que lo decía de broma. Sin embargo, luego me contó que de más joven había jugado al fútbol, que le encantaba, y que solo se cambió al atletismo cuando la gente vio lo rápida que era”.

“Así que fue la propia Caster quien lo movió todo, en realidad, porque me llamó para decirme que quería encontrar un club y me preguntó si nos interesaba darle una oportunidad. No me lo pensé dos veces, porque a nosotras nos encanta dar oportunidades, y cuando tienes a alguien con la capacidad atlética de Caster es muy ilusionante ver de lo que es capaz”.

“Todavía no hemos podido verla en acción en un partido por culpa de la pandemia, pero ha entrenado un par de días, lo ha hecho extraordinariamente bien y está con muchas ganas de debutar con nosotras. Le gustaría jugar de centrocampista o de pivote defensivo, porque dice que ninguna rival se irá de ella por velocidad. Hasta ahora, las medidas para frenar la COVID-19 se han interpuesto en nuestro camino, pero seguro que no tardaremos mucho en verla en la cancha con los colores del JVW”.

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Van Wyk, por su parte, tampoco ha parado en estos últimos años: jugó en la NWSL con Houston Dash, tuvo el placer de capitanear a Sudáfrica en su primera Copa Mundial Femenina de la FIFA™ y, más recientemente, debutó en la Liga de Campeones de la UEFA con el Glasgow City, su club actual.

Y si bien a esta defensora de 33 años todavía le queda mucho fútbol en las botas, lo cierto es que Van Wyk, una mujer inspiradora, ya está planteándose cómo será su futuro en el club que luce sus iniciales.

“Procuro estar al tanto de todo lo que pasa en el JVW, pero mi verdadera pasión es el apartado técnico, y eso es algo en lo que me gustaría hacer más hincapié”, subraya. “No me veo sentada ocho horas en un despacho. Echaría mucho de menos pisar el césped”.

“Tengo los cursos de entrenadora de Sudáfrica, me he sacado la licencia CAF B y me gustaría obtener la licencia de la UEFA aprovechando que estoy en Escocia. Sin duda, veo que mi futuro en el fútbol está en ese ámbito, y me encantaría dirigir no solo mi club, sino también la selección de mi país en algún momento”.

Una cosa está clara: después de haber ayudado a tantas niñas y jóvenes a luchar por sus sueños, Van Wyk se merece toda la suerte del mundo para cumplir los suyos.