Tras un paréntesis de ocho años debido a la I Guerra Mundial, el fútbol regresó a la escena mundial en Bélgica en 1920, donde se izó por primera vez la bandera olímpica con sus famosos cinco anillos.

Lento pero seguro, el torneo de fútbol siguió creciendo con la participación de 14 países, incluida una nación no europea por primera vez: Egipto. Los egipcios estuvieron acompañados por la selección anfitriona, Checoslovaquia, Dinamarca, Francia, Gran Bretaña, Grecia, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Noruega, España, Suecia y Yugoslavia.

La selección de Egipto cayó derrotada por 2-1 ante Italia en la primera ronda. Pero la principal noticia de esa ronda inicial fue la sorprendente eliminación de Gran Bretaña, que había ganado dos veces el título, y sucumbió por 3-1 ante Noruega. También dio la campanada España, que disputaba el primer partido internacional oficial de su historia, al imponerse por 1-0 a Dinamarca, doble medallista de plata, con una brillante actuación del futuro guardameta estelar Ricardo Zamora.

Bélgica, que había quedado exenta de jugar la primera ronda, se impuso en cuartos a la España de Zamora por 3-1. A continuación, los belgas doblegaron a Países Bajos en semifinales por 3-0.

Checoslovaquia, que disputaba su primera competición internacional, demostró que tenía nivel de sobra para enfrentarse a las mejores del mundo, y fue encadenando goleadas contra sus rivales (un balance de 15-1 en tres partidos) en su marcha hacia la final. Sin embargo, los checoslovacos no pudieron ratificar su condición de favoritos contra Bélgica en el partido por la medalla de oro, ya que abandonaron el campo del Estadio Olímpico de Amberes en señal de protesta por una expulsión sufrida en el minuto 39. A la postre, Checoslovaquia fue descalificada, por lo que no pudo competir en el torneo para determinar los medallistas de plata y de bronce.

Bélgica, que iba ganando por 2-0 gracias al penal convertido por Robert Coppée en el minuto 6 y al gol de Henri Larnoe en el minuto 30, fue declarada campeona, y el público belga, con 35.000 espectadores, invadió el campo (ver foto más abajo).

El formato del Torneo Olímpico de Fútbol masculino 1920 fue bastante peculiar, y no ha vuelto a repetirse nunca. Sí que hubo un cuadro ortodoxo de eliminatorias directas para decidir la medalla de oro, mientras que los perdedores en los cuartos de final dirimieron en dos rondas eliminatorias cuál era el mejor de los cuatro. A continuación, el vencedor tras esas dos rondas debía unirse a todas las selecciones que habían sido derrotadas por la medallista de oro (en la final, las semifinales y la primera ronda) para disputar las semifinales del torneo por las medallas de plata y bronce (no estaba previsto un torneo aparte por la medalla de bronce).

Francia renunció a jugar porque gran parte de su plantilla ya había retornado a casa. Por tanto, Italia, Noruega, España y Suecia disputaron el torneo eliminatorio para tener el derecho de enfrentarse a Países Bajos por el segundo puesto. España se ganó esa plaza y remató la faena derrotando a los holandeses por 3-1.

El sueco Herbert Carlsson fue el máximo goleador del torneo con 7 tantos, gracias sobre todo a los cinco que le metió a Grecia en el contundente 9-0 de la primera ronda.

1 Bélgica

2 España

3 Países Bajos

4 Francia

5 Italia

6 Suecia

Noruega

8 Egipto

Gran Bretaña

Dinamarca

Luxemburgo

Yugoslavia

Grecia

* Checoslovaquia