Tom Walker tenía ocho años la primera vez que fue a ver jugar al Everton, y quedó asombrado cuando, subido a los hombros de su padre, contempló el fútbol del equipo liderado por el gran Dixie Dean. Corría entonces el decenio de 1930. Desde entonces ha pasado mucho tiempo, y Goodison Park ha presenciado innumerables cambios, pero hay algo que sigue siendo igual: Tom continúa animando a sus amados Blues.

La pasión de este hincha de 90 años por el Everton ha contagiado a sus once hijos. Su familia ha crecido hasta superar los 70 miembros a lo largo de las décadas, incrementando así el número de aficionados del equipo. Para reconocer el inquebrantable apoyo de este seguidor que nunca se pierde su abono de temporada y a las generaciones de su familia que animan al club gracias a él, el Everton quiso brindarle un día inolvidable antes del choque de la Premier League inglesa frente al Chelsea.

Después de que el autobús del equipo fuese a buscarlo para llevarlo a Goodison Park, junto a cuatro de sus hijos y uno de sus muchos nietos, pudo coincidir con varios históricos del Everton. Peter Reid y Graeme Sharp, integrantes del equipo de los años 1980 que se adjudicó dos títulos de liga, una FA Cup y una Recopa de la UEFA, acompañaron a Tom rumbo a Goodison Park y disfrutaron recordando aquellos buenos tiempos.

“Peter Reid, Graeme Sharp, Dixie Dean, Bob Latchford… de niños papá nos hablaba de todos ellos”, declaró su hijo Simon a EvertonFC.com. “Lo llevamos dentro, y se lo hemos transmitido a nuestros propios hijos. Así pueden conocer lo que significa este club, y es mucho más que fútbol: es la vida social de nuestra familia”.

“Papá pasó muchos años trabajando a turnos, trabajaba por las mañanas, por las tardes y de noche, algunas semanas prácticamente no lo veíamos, se esforzaba muchísimo para mantener a la familia. Nuestros padres gastaban en nosotros hasta el último penique que tenían. Nunca pasamos hambre, nos cuidaron siempre y veníamos a ver todos los partidos. Y tuvimos suerte, porque al ser once hijos no era nada fácil”.

Y habría más sorpresas. Cuando el autobús se estaba acercando a Goodison Park, se encontró con Ian Snodin, compañero de Reid y Sharp en el equipo campeón de 1987, que entregó a Tom un abono para la temporada 2019/20, en agradecimiento a su devoción por el club.

“[Reid, Sharp y Snodin] eran sus ídolos, disfrutó hasta el último minuto”, afirmó Phil, otro de los hijos de Tom. “Se quedó abrumado de verdad, no tuvo palabras, ¡casi nunca le pasa!”.

“Fue increíble ver su cara cuando le dieron el abono. Le encanta el Everton y que lo acompañe su familia. Lo que más le gusta es que todos vayamos juntos al fútbol. Lo queremos muchísimo y es fantástico poder seguir viniendo a ver con él todos los partidos”.

Sharp, que ahora ejerce de embajador del club, disfrutó escuchando las muchas historias que contó Tom, acumuladas a lo largo de décadas viendo a sus amados Blues, algunas de ellas de leyendas que lucieron los colores del equipo en los años 1930 y 1940.

“Ha sido fantástico conocer a Tom y oír todas sus historias de los años que lleva animando al Everton”, señaló Sharp. “Estuvo en Wembley con nosotros en los años 80, en la época de Reidy y mía, y ha sido estupendo oír sus recuerdos de cuando estaba subido a hombros de su padre y veía a gente como Dixie Dean, Cyril Lello y TG Jones, jugadores de los que le hablan a uno cuando ficha por este club”.

“Los esfuerzos que tuvo que hacer para criar a once hijos y conseguir que todos pudiesen ir a Goodison cuando quisiesen merecen una recompensa, no cabe duda”.

Y como guinda al día inolvidable de Tom, el Everton acabó venciendo 2-0 al Chelsea, con goles de Richarlison y Gylfi Sigurdsson. El abono de temporada garantiza que volverá a vibrar con los Blues en 2020, de modo que este fiel seguidor podrá presumir de haber visto al club a lo largo de diez décadas, algo al alcance de muy pocos hinchas.