jueves 29 diciembre 2016, 08:36

Subri desafía las leyes de la física

El pasado mes de febrero, Mohd Faiz Subri hizo delirar a los seguidores del Penang presentes en el estadio Bandaraya Pulau Pinang cuando su imponente lanzamiento de falta perforó la meta rival. Pero seguro que muchos de ellos se preguntaron, '¿cómo lo ha hecho?'.

El increíble efecto que Subri imprimió al balón parado, golpeándolo desde el lado izquierdo de la cancha con su pie derecho, provocó que este trazara una especie de curva antes de caer ante la incrédula mirada del arquero del Pahang, Mohd Nasril Nourdin. La acción parecía desafiar las leyes de la física.

Un estudio auspiciado por la FIFA investiga la aerodinámica de los balones con efecto desde octubre de 2015. La investigación surgió a raíz del a veces anómalo movimiento del balón. ¿Pueden explicar los expertos cómo lo hizo Subri?

"A juzgar por la curva a la derecha, la pelota rota en el sentido de las agujas del reloj desde el punto de vista del jugador, por lo que probablemente chuta la cara izquierda del balón con la parte exterior del pie", comentó a FIFA.com Kerstin Wieczorek, jefa de proyecto de la empresa alemana de ingeniería FluiDyna, que está realizando la investigación. "Luego, la rotación lleva, no solo dirección lateral, también vertical, lo que puede hacerla caer más a medida que se acerca a la portería".

Inmediatamente, muchos comentaristas y aficionados de todo el mundo declararon que el lanzamiento de Subri era producto de la técnica denominada knuckleball .

"Para mí no es el caso", afirmó a FIFA.com Johsan Billingham, de la División de Desarrollo Técnico del Fútbol del Programa de Calidad de la FIFA. "Eso ocurre al chutar el balón con una velocidad de rotación muy baja. Lo que significa que, debido a la geometría del esférico y a la posición de las costuras, los puntos de separación (por donde el flujo de aire abandona la pelota) cambian durante el vuelo. Esto causa que las fuerzas que actúan sobre ella varíen de dirección, que es por lo que a menudo se ve una 'fluctuación' en su trayectoria".

La idea en la que se basa el estudio es crear una prueba que evalúe la consistencia aerodinámica de los balones de fútbol. Siempre habrá efecto, pero los jugadores deberían ser capaces de practicar en condiciones establecidas con el mismo balón y obtener resultados casi idénticos.

Miles de factores Un aspecto que el Programa de Calidad, y el estudio, no podrán controlar es la temperatura y los miles de factores externos que se dan en un partido. La temperatura media de Malasia es de aproximadamente 25-30 grados Celsius a mediados de febrero, fecha en la que Subri anotó su obra maestra. El resultado podría haber sido diferente, en opinión de Wieczorek, si el clima de Malasia fuese más frío.

"Sin duda, la temperatura y la altitud repercuten en el efecto del balón", aclaró. "Por ejemplo, haciendo un cálculo aproximado, si el partido se hubiese disputado en el mismo estadio, permaneciendo a nivel del mar pero a cinco grados Celsius, el mismo disparo se habría ido 10 centímetros más hacia la derecha y no habría sido gol".

Por suerte para Subri, en Penang no hace tanto frío y su tiro libre entró entre los tres palos y fue a estrellarse al fondo de la red. Para Billingham, el tanto recuerda a otro similar que también pareció desafiar las leyes de la física, el de Roberto Carlos para Brasil contra Francia de hace casi 20 años.

"Es parecido al tiro de falta de Roberto Carlos", aseveró Billingham con una sonrisa mientras volvía a ver las imágenes en el ordenador de su oficina. "Si trazamos una línea entre la posición inicial y la final, los dos son muy similares. Ambos se chutan en una dirección antes de que la rotación haga que el balón vaya en la dirección opuesta. Lo que no tenemos en el de Roberto Carlos es la caída. Eso se debe a que el eje de rotación de los dos disparos es diferente. Mientras que el de Roberto Carlos tiene un eje de rotación vertical, el de Subri está inclinado hacia adelante, lo que provoca la súbita caída al final".

De hecho, un estudio distinto publicado hace seis años que se centraba únicamente en la sensacional acción de Roberto Carlos, también aporta información sobre la de Subri.

"Si la distancia es grande (como en el lanzamiento de Roberto Carlos) se ve el desarrollo de la curva", describió a BBC News en 2010 el doctor Christophe Clanet, de la Escuela Politécnica de París. "Se ve el conjunto de la trayectoria".

Dicho de otro modo, si eliminamos completamente la gravedad, la portería y la red, el balón describiría una "trayectoria en forma de concha de caracol", girando como en una espiral. La fuerza con la que Roberto Carlos y Subri golpearon la pelota reduce el efecto de la gravedad, lo que provoca el sensacional efecto de ambos lanzamientos.

Estos estudios no solo sirven para generar los típicos debates entre la comunidad futbolística, los aficionados y los jugadores. El Programa de Calidad de la FIFA encarga este tipo de investigaciones científicas para asegurarse de que todos los productos aprobados por el programa, incluyendo los balones, son del nivel más alto posible.

"Fundamentalmente, el objetivo de este estudio en particular es ver si es posible desarrollar una prueba que se pueda usar para evaluar la consistencia aerodinámica de un balón", añadió Billingham. "Si Cristiano Ronaldo golpea el balón en las mismas 'condiciones de lanzamiento' queremos que vaya a parar al mismo sitio cada vez, con el fin de eliminar los comportamientos inconsistentes del balón".

Así, en el futuro, y como resultado de estos estudios, el próximo Subri podrá practicar su excepcional técnica e intentar replicar el estratosférico gol. Por ahora, sin embargo, es una maravilla única que pasará a la historia y perdurará en el tiempo, en especial si el 9 de enero se lleva el Premio Puskás de la FIFA.