viernes 15 marzo 2019, 02:14

Spielmann-Serneels, mano a mano de isla en isla

Bélgica y Francia mantuvieron un reñido mano a mano en lo más alto de la Clasificación Mundial FIFA/Coca-Cola del fútbol masculino al final del año 2018. En la disciplina femenina, en cambio, trabajan juntas en este inicio de 2019.

La técnica francesa Stéphanie Spielmann y el seleccionador de Bélgica, Ives Serneels, han tenido la oportunidad de colaborar en el marco del Programa de Formación de Entrenadoras de la FIFA. Al igual que Thierry Henry en el cuerpo técnico de Roberto Martínez durante el Mundial de 2018, la seleccionadora de Tahití se incorporó a la familia de las Red Flames durante la Copa Chipre, del 25 de febrero al 7 de marzo.

“Ives me integró por completo en el cuerpo técnico”, explica la entrenadora a FIFA.com. “Las jornadas empezaban con un desayuno todos juntos, y luego pasábamos a la preparación táctica o psicológica de los entrenamientos o los partidos, según los compromisos que hubiese. Ha sido una experiencia muy enriquecedora”.

Y a todas luces, Spielmann pudo ver los progresos realizados por el combinado belga, que terminó tercero de una competición que contaba con hasta cinco futuros participantes en la próxima Copa Mundial Femenina de la FIFA Francia 2019 (Italia, Nigeria, México, Tailandia y Sudáfrica).

“Espero que Stéphanie haya podido impregnarse de nuestra forma de trabajar. Hace cinco años no teníamos el mismo nivel que ahora”, recuerda Ives Serneels. “El objetivo es que podamos transmitirle cosas y que ella las traslade luego a Tahití. Imagino que todavía les queda mucho trabajo por delante, ¡pero a nosotros hace cinco años también!”.

El cuadro tahitiano ocupa el puesto 97º de la Clasificación de la FIFA, por lo que sí le queda un largo camino por recorrer. Y a Spielmann podría serle pues muy útil inspirarse en Bélgica, que ha ascendido casi diez posiciones en cuatro años para situarse actualmente en su mejor registro: es 21ª.

“Hace apenas unos años, Bélgica no era la misma que hoy. Es un magnífico ejemplo de progresión”, confirma Spielmann, quien también admira las cualidades de su mentor. “Siento un gran respeto por Ives. Y él también es muy respetado por sus jugadoras y por su cuerpo técnico. ¡Ha alcanzado el equilibrio adecuado! Y aprecio mucho la sensibilidad que tiene por el fútbol femenino”, reconoce.

Serneels, gracias a su experiencia, aportó mucho a Spielmann en los días que pasaron juntos, y también a la inversa. “Este encuentro me ha permitido regresar a las bases del fútbol, y estoy encantado”, dice. “En nuestro deporte no hay que quemar etapas. Como entrenador, uno siempre busca incorporar nuevas opciones tácticas o técnicas a su equipo, pero sin las bases resulta imposible. Trabajar con Stéphanie me lo ha recordado. Y eso es algo fundamental para un entrenador”, señala.

Después de visitar Chipre, su periplo continuará en otra isla, Tahití, en el mes de junio. “Él va a poder descubrir las especificidades del fútbol tahitiano y oceánico. Y por mi parte, de aquí a junio, yo ya habré implantado cosas nuevas gracias a lo que he podido observar en este torneo”, subraya la francesa.

El técnico belga coincide, y concluye: “Ya estoy impaciente por ver cómo va a influir nuestra colaboración en la selección tahitiana. ¡Voy a estar muy atento a su evolución!”.