El español García Formoso hace historia con Vietnam

Quienes sigan de cerca el fútbol asiático sabrán que la pasión de los vietnamitas por el fútbol es inigualable. Dicha pasión, sin embargo, nunca se ha visto plasmada en los escenarios internacionales. Hasta la fecha, las diferentes selecciones nacionales del país no habían conseguido clasificarse para una máxima competición mundial, y los millones de aficionados vietnamitas llevaban años soñando con vivir una gesta histórica de tal magnitud.

Ahora todos ellos acaban de llevarse una gran alegría con la primera clasificación de Vietnam para la Copa Mundial de Futsal de la FIFA que este año se disputará en Colombia, conseguida tras haberse metido en las semifinales del reciente Campeonato de Futsal de la AFC. Ni que decir tiene, con este hito, los aficionados han podido dar rienda suelta por fin a tantas emociones reprimidas, como explica el seleccionador Bruno García Formoso.

"Ha supuesto la realización de un sueño para los aficionados vietnamitas", comenta el exseleccionador de Perú a FIFA.com. "Para ellos, más que una gesta heroica constituye una conquista transcendental. Espero y deseo que la clasificación para el Mundial repercuta positivamente en el desarrollo a largo plazo del fútbol de este país".

Vietnam, un equipo considerado muy modesto incluso para la zona, se convirtió en la mayor sorpresa de la competición preliminar asiática disputada el mes pasado. Bajo la dirección de García Formoso, el equipo nacional ofreció una serie de actuaciones muy atractivas, especialmente en cuartos de final, donde eliminó al defensor del título, Japón, y se aseguró, no sólo el pase a semifinales, sino también el billete para Colombia 2016.

"No ha sido una campaña fácil", prosigue el técnico español, saboreando todavía las mieles del éxito. "No figurábamos entre los favoritos, pero superamos todas las expectativas. Mantendremos nuestro estilo de juego en el Mundial y seguiremos sin arrugarnos ante nadie, sea quien sea el rival. Si lo conseguimos, los aficionados y los espectadores disfrutarán de buenos partidos y de nuestras magníficas exhibiciones".

Empezar de cero Muy pocos serán conscientes de la dificultad que entraña llevar a la selección de Vietnam hasta la Copa Mundial de Futsal de la FIFA. No en vano, se trata de un equipo que sólo había disputado el Campeonato de Futsal de la AFC en dos ocasiones y en ninguna de ellas había logrado pasar de la fase de grupos.

"Cuando accedí al cargo, sabía que asumía una de las misiones más complicadas de mi carrera de entrenador", confiesa García Formoso, quien pasó 12 años entrenando equipos de la liga española de fútbol sala, y tomó las riendas de Vietnam en marzo de 2014. "En el país no existía ninguna liga de futsal. Sólo había un puñado de jugadores, sin competiciones suficientes en las que participar”.

“Además, tenían una mentalidad totalmente distinta a la que yo estaba acostumbrado. Pensaban y trabajaban de forma muy diferente. En resumen, el fútbol sala no está tan desarrollado aquí como en los países vecinos".

A pesar de las dificultades a las que se enfrentaba, Bruno García empezó con buen pie en el cargo y puso a Vietnam por primera vez en las rondas eliminatorias del Campeonato de Futsal de la AFC de aquel año. En calidad de anfitriona, la selección vietnamita se impuso a una favorita, Kuwait, por 2-1 y aplastó a Tayikistán en un triunfo por 10-4 para pasar a cuartos. Con esta gesta dio comienzo el fluido proceso de construcción del equipo a las órdenes del español, quien, en dos años, ha moldeado al modestísimo combinado hasta convertirlo en un equipo competitivo en Asia.

"En Vietnam, todo el mundo está muy motivado", declara el técnico. "Con mi trabajo, he inculcado responsabilidad, honestidad y profesionalidad al equipo. Son elementos básicos que aprendí entrenando en España. A lo largo de los años, he mantenido mi ideología y mis métodos en la tarea de transformar un equipo. Claro está, los he adaptado al entorno local para facilitar las cosas".

La clasificación para la Copa Mundial de Futsal de la FIFA es motivo de celebración para un país como Vietnam, pero García Formoso tiene la mira puesta en el desarrollo a largo plazo. "En Vietnam, el futsal está en mantillas”, asegura. “Hemos conquistado algún que otro éxito en los dos últimos años, pero todavía nos queda muchísimo trabajo por hacer”.

"Lo más importante de todo es que, para garantizar un progreso constante, tenemos que mejorar el sistema de entrenamiento y fomentar el juego entre las bases. Deberíamos hacer obligatoria la práctica del fútbol sala en las escuelas y fundar ligas juveniles para formar la cantera. La liga de nacional de futsal recién creada empezará ahora su segunda temporada, y espero que en el futuro pueda contar con jugadores y entrenadores extranjeros. De esto modo subiría el listón y nuestra liga se acercaría a los niveles de las mejores ligas asiáticas, como las de Japón, Irán o Tailandia”.