martes 08 junio 2021, 10:00

Seger: "No me voy a conformar con batir el récord"

  • Caroline Seger se va a convertir en la jugadora con más internacionalidades en Europa

  • La capitana de Suecia también se prepara para su cuarto Torneo Olímpico

  • FIFA.com habló con ella de sus mejores momentos y de ganar a la todopoderosa Estados Unidos

Caroline Seger está a punto de hacer historia. La próxima semana, la capitana sueca disputará sus partidos 214º y 215º con la selección y se convertirá en la jugadora con más convocatorias internacionales de su país y de toda Europa.

El récord que está a punto de pulverizar lo comparten actualmente dos grandes de este deporte: Birgit Prinz y Therese Sjogran. Esta última fue mentora de Seger en el mediocampo en sus primeros años con la selección y ahora es la directora deportiva de su club, el FC Rosengard. Además de su mejor amiga.

Pero, a pesar de toda la gloria y motivos de orgullo personal que conlleva convertirse en plusmarquista europea, Seger tiene la vista puesta más allá. Las próximas Olimpiadas, sus cuartas, brillan sugerentes en el horizonte, al igual que la Eurocopa Femenina del año que viene. Y si su forma física y motivación siguen al mismo nivel, puede que incluso veamos a esta veterana de 36 años al frente de Suecia en 2023, en la que sería su quinta Copa Mundial Femenina de la FIFA™ y su 14º gran torneo internacional con la camiseta de su país.

Así las cosas, Seger tenía mucho por delante cuando se sentó con FIFA.com para hablar de establecer marcas, transformar penales y allanar el camino a jóvenes al volante de Ferraris.

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Caroline, cuando celebró su 200ª convocatoria con Suecia derrotando a Inglaterra para colgarse el bronce en la Copa Mundial, sus compañeras le dijeron: "Ahora no te puedes retirar, tienes que quedarte hasta las Olimpiadas". Pero cuando el torneo se retrasó un año, ¿se planteó reconsiderar su decisión de seguir jugando?

Bueno, justo después de la Copa Mundial firmé un contrato por tres años con el Rosengard, y para mí eso suponía comprometerme a seguir jugando al menos esos tres años. Ni siquiera sé con certeza si lo dejaré cuando ese contrato termine. Pero incluso cuando las Olimpiadas y la Eurocopa se atrasaron, no pensé en otra cosa que en seguir jugando con la selección y seguir adelante hasta la nueva fecha.

También tenía delante el gran objetivo de batir el récord europeo de convocatorias. Por encima de todo, me sigue gustando este deporte y me sigue gustando jugar con la selección. Este equipo es como una segunda familia para mí ahora mismo. Siempre he tenido la sensación de que cuando llegara el final lo sabría, y ahora mismo no siento que ese momento haya llegado, ni física ni mentalmente.

¿El récord de convocatorias está a la vuelta de la esquina. ¿Es algo que tenía en mente desde hace tiempo?

El hecho de que la persona que ostenta el récord ahora sea mi mejor amiga significa, como puedes imaginar, que hemos bromeado al respecto muchas veces. Pero sinceramente, no es algo en lo que me haya centrado hasta hace poco. Llegar a las 200 fue algo grande para mí, y hacerlo bien en los torneos siempre es lo más importante de todo.

Pero cuando te acercas a un récord, quieres asegurarte de pulverizarlo y no acabar quedándote corta. Es un gran logro y ¡ahora lo que quiero es ver mi nombre por encima del de Therese en lo más alto de esa lista! (risas). Estará bien y claro que me enorgullece hacer un poco de historia. Pero no me voy a conformar con el récord. Creo que necesito seguir algunos años más para incrementar esa cifra y ¡asegurarme de que no me apeen de la cumbre enseguida! (risas).

Ha hablado de su compromiso por tres años después de Francia 2019. La próxima Copa Mundial obviamente queda fuera de ese rango. ¿Se ve dentro, fuera o simplemente esperará a ver qué pasa?

Creo que dado el punto de mi carrera en el que me encuentro, tengo que adoptar el enfoque de "esperar a ver qué pasa" y tomarme las cosas paso a paso. Necesito tener la energía y la capacidad física para competir. Ahora mismo las tengo y no quiero decir que vaya a retirarme definitivamente después de las Olimpiadas o la Eurocopa. Si mi cuerpo se mantiene, me siento bien mentalmente y el fútbol me sigue gustando tanto como ahora, creo que podré jugar algunos años más. No obstante, también entiendo que mi carrera tiene que acabar en algún momento, aunque me resulte triste pensar en ello.

¿Pero para usted la motivación no es un problema en este momento, aunque haga frío, llueva y tenga que salir a afrontar una dura sesión de entrenamiento?

Para serte sincera, sí que es un problema a veces. Cambia con los años, y después de tanto tiempo no todos los partidos ni sesiones de entrenamiento resultan tan divertidos. Pero mi pasión por el fútbol en general se mantiene sólida y también tengo muchas ganas de devolver al fútbol algo de lo que me ha dado. Así que cuando tienes un día de esos en los que hace viento, llueve y te preguntas "¿Qué hago aquí?", siempre consigo sobreponerme. Es una cuestión de mentalidad.

Suecia empató a 1-1 con Estados Unidos hace poco y también fue el último equipo que se impuso a la campeona mundial en un torneo importante, en concreto, en aquella tanda penal de los Juegos Olímpicos 2016. Dado que de nuevo son el equipo a batir en Tokio, ¿cuál cree que es la clave para plantarles cara?

Para empezar, tienes que contar con las dos caras de este deporte: calidad y mentalidad. Estados Unidos es un país con 360 millones de habitantes y la selección nacional es allí una gran prioridad. La liga orbita en torno a la selección, mientras que en Europa es al revés. El hecho de que la selección sea la prioridad y esté en el foco significa que pueden entrenar más y prepararse mejor.

También ayuda que si una jugadora se lesiona, tienen otras diez opciones de gran calidad para suplirla. Suecia, o cualquiera que se enfrente a Estados Unidos ahora mismo, tiene que estar perfecta. No puedes permitirte errores o perder la concentración. Es el mejor equipo del mundo y son las mejores con razón. Pero se les puede ganar, como demostramos en Río, ¡aunque nos tocó defender bastante! (risas).

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Háblenos de ese partido. Le tocó lanzar cuando Suecia perdía por 3-2 en la tanda de penaltis, justo después de que Linda Sembrant errara su disparo. La presión era enorme. ¿Cómo lo recuerda?

Aquel partido es un gran recuerdo. Realmente sentí que el público estaba de nuestra parte y el ambiente era fantástico para jugar. En cuanto a los penales, es curioso que menciones el momento porque estaba tan centrada que creo que ni me di cuenta de que iba a lanzar después de un fallo. Lo que sí recuerdo es la sensación de alivio después de marcar, de pensar "Bueno, por lo menos yo he hecho mi parte".

El equipo tenía la confianza de que podía ganar el partido, y cuando se presentó la ocasión tuvimos carácter para aprovecharla. Fue una sensación increíble, en especial por ganar ese encuentro en un estadio tan especial frente a tantos aficionados.

Ha participado en muchísimos torneos importantes con Suecia, pero Río fue su mejor resultado, al menos desde el punto de vista estadístico, dado que alcanzó la final. ¿Lo considera el punto álgido de su carrera internacional?

Para mí, la Copa Mundial 2019 fue incluso mejor. Lo hicimos muy bien en las Olimpiadas, pero también nos tocó defender mucho. De hecho pienso que la final fue nuestro mejor partido, pese a que perdimos. Sin embargo, nuestras actuaciones en la última Copa Mundial fueron mucho mejores. En todos mis años en la selección, no recuerdo que nunca jugáramos tan bien como lo hicimos en Francia. Para mí, fue increíble y muy satisfactorio ver ese desarrollo en el equipo y en nuestra manera de jugar.

¿Ha continuado esa evolución desde Francia?. ¿Podemos esperar a esa misma Suecia, la que juega al ataque y busca dominar el partido, en los próximos torneos?

Espero que sí. El motivo por el que jugamos así, y tan bien, se debe a nuestros entrenadores. Han trabajado mucho para cambiar el estilo tradicional de juego de Suecia. La manera en la que entrenamos ahora es sencilla, cosas pequeñas que mejoran mucho la perspectiva general. A las jugadoras les ha resultado muy fácil adaptarse. Espero que sigamos por este camino. Creo que lo necesitamos, porque en mi opinión es el estilo de fútbol al que jugarán todos los equipos de éxito en el futuro.

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Con su club, tuvo una gran temporada en la Liga de Campeones, antes de caer ante el Bayern de Múnich en cuartos. ¿Resulta duro para equipos como el Rosengard competir con los superclubes europeos?

Resulta muy duro, y gran parte se debe a la inversión. En Suecia simplemente no tenemos grandes clubes masculinos que nos respalden, que financien el desarrollo de los equipos femeninos, y no podemos hacer mucho al respecto. Pero sí que se pueden hacer algunas pequeñas mejoras. El hecho de que aún no habíamos comenzado la temporada cuando disputamos ese partido de cuartos es una, sin duda. Suecia tiene que decidir si puede cambiar el calendario de liga para igualarnos con el resto de Europa y así estar al mismo ritmo que los demás y tener más opciones a la hora de competir contra esos grandes clubes.

Aunque plantea retos para el fútbol de clubes sueco, usted, como exjugadora del PSG, debe estar entusiasmada al ver a esos clubes tan grandes invertir en el fútbol femenino, con las oportunidades que eso supone.

Sin duda. ¡Cómo me gustaría volver a tener 15 años! (risas). Esto es exactamente por lo que he luchado todos estos años y me alegra ver que el fútbol femenino recibe el respeto que merece, y que creo que nos hemos ganado. Ahora, cuando viene una nueva jugadora joven y le pregunto cuál es su sueño, dice "Bueno, quizá el Barcelona , el Lyon o el Manchester United".

Y eso está genial porque cuando yo era pequeña, Estados Unidos era la única opción. Me entusiasma lo que está pasando. Y cuando Hanna Bennison o a alguna de las otras me adelanta al volante de su Ferrari, ¡siento que eso en parte es también mérito mío! (risas).

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