viernes 22 abril 2016, 19:25

Sean Allen: "Estoy hundido, pero nunca dejaré de intentarlo"

“¡Estuve en todo momento tan a punto de conseguirlo!”, se lamenta a FIFA.comun frustrado Sean Allen. “Siempre he estado muy cerca, siempre he jugado online, he machacado en los partidos, siempre cerca de la cima. Sin embargo, nada de esto me ha servido para auparme al primer puesto”.

Han pasado varias semanas desde la épica final de la FIFA Interactive World Cup 2016, disputada en el Apollo Theater de Harlem, en Nueva York, y el subcampeón, Sean Allen, sigue tratando de entender el repentino cambio de suerte que sufrió en los últimos momentos de lucha por la medalla de oro contra el danés Mohammad Al-Bacha.

Hasta aquel desafortunado minuto 88, Allen lideraba la contienda por 3-1 y estaba a punto de coronarse campeón del mundo del FIFA 16 de EA SPORT™. Entonces recibió una rápida sucesión de goles poco antes del pitido final. El encuentro se saldó con un empate a 3-3, que otorgó el triunfo al rival en el global de la eliminatoria.

Allen, de 24 años, se encorvó hacia delante sin acabar de creerse lo que había pasado, mientras Mohammad Al-Bacha, de 17 años, saltaba fuera del escenario, y sus gafas hacia otro lado, para celebrar su triunfo abrazado a sus amigos.

“Me sorprendí a mí mismo”, asegura amargamente el inglés sobre su actuación en Nueva York. “Me sorprendo a mí mismo cada día: cómo juego, cómo me las arreglo para perder las ventajas en el marcador. No dejo de sorprenderme”.

La llamada de teléfono Cada año desde 2008, Sean había intentado infructuosamente clasificarse para la gran final. “Siempre he jugado en las pruebas presenciales del Reino Unido”, explica. “Solía perder en semifinales. Siempre me quedaba a las puertas; nunca lo lograba”.

En la edición de 2016, Allen siguió por los mismos derroteros. Su tercer puesto en la tabla europea de la segunda temporada en Xbox Online lo dejó a un paso de conquistar el esquivo pase a la gran final. Todo apuntaba a que Sean no cumpliría este año su sueño en la FIWC. Sin embargo, la situación dio un vuelco espectacular siete días antes del partido inaugural de la gran final de 2016 en Nueva York, cuando una llamada de teléfono le informó de la retirada a última hora de uno de los finalistas.

El joven emprendió el inesperado viaje desde su pueblo, Taunton, situado al sudoeste de Inglaterra, al aeropuerto internacional JFK neoyorquino. “Nunca imaginé que estaría allí”, confiesa el joven de 24 años pensativo, antes de una larga pausa. “Sencillamente disfruté jugando y del hecho de estar allí, incluso al final”.

Claramente, el dolor de perder el título del mundo en los últimos momentos no le abandona. El tiempo suavizará el golpe, y posiblemente Allen podrá disfrutar plenamente de su logro: terminar segundo en una competición con más de 2,4 millones de jugadores inscritos.

Una persona que comprende perfectamente el desaliento que se siente al perder la gran final en el último partido es el subcampeón de la FIWC 2014, David Bytheway. “Nadie quiere ser el segundo mejor jugador del mundo”, explicó Bytheway a FIFA.com.“Cuando perdí en Brasil, durante muchas semanas, parte de mí pensaba que lo que había logrado era impresionante. Había quedado segundo, por encima de dos millones de personas. Pero otra parte de mí, como soy muy competitivo, pensaba que lo único me satisfacía era convertirme en el número uno”.

Cuando le preguntamos qué le pareció la final de este año, Bytheway no pudo ocultar la frustración que sentía. “Sean sabe que lo echó todo por la borda. Recordará lo que ocurrió aquella tarde y sabrá que, en esos minutos finales, si no hubiera complicado las cosas, si hubiera lanzado balones largos hacia la escuadra, se habría proclamado campeón del mundo”.

Perder una gran final en las rondas eliminatorias ha llevado a algunas estrellas del fútbol interactivo a tomarse un descanso en la competición Allen, sin embargo, sigue desafiante, pese a la dolorosa derrota. “Estoy hundido, pero voy a sacudirme el polvo. No pienso dejar de intentarlo. Volveré a tratar de clasificarme para el torneo, porque me encantó cada segundo de la semana que pasé en Nueva York”.