Todo está en la preparación. Para lograr esa acción perfecta hace falta concentración, mantener la vista puesta en el balón e imprimir el movimiento el instante preciso para obtener la eficacia máxima en el momento del impacto. Lo mínimo que se puede decir es que Anaskhon Rakhmatov preparó bien su remate de volea al saque de Mashrab Adilov desde la banda izquierda.

Situado a unos quince metros de la portería rival, no tenía ninguna duda de lo que iba a pasar: su remate de volea iba a ser milimétrico y el balón iba a entrar por toda la escuadra. ¿Y cómo lo sabía? Por su preparación, simplemente.

"Lo más extraño es que yo sabía que iba a pasar. Tuve confianza porque todo el mundo me decía antes del partido que iba a marcar", explicó al micrófono de FIFA.com el autor del excepcional gol contra Egipto que propició el pase de Uzbekistán a octavos de final de la Copa Mundial de Futsal de la FIFA Lituania 2021™. "Es un gol extraordinario, pero sobre todo es un gol importante. Pensé en mis padres, mis amigos, mis compatriotas y nuestra afición. Gracias a ellos, sentí que lo íbamos a conseguir".

Y sin embargo, no debían ser muchos los que compartían ese optimismo. Al pitido inicial de su último partido del Grupo B, Uzbekistán era última, con dos derrotas en dos encuentros y sin puntos en su haber. Pero como ya hemos dicho, los uzbekos estaban preparados..."Es fácil encontrar la motivación en este tipo de partidos", afirmó Rakhmatov, cuya selección cayó contra Guatemala primero y la RFU después.

"En el primer encuentro sentimos la presión de debutar en esta Copa Mundial. En el segundo jugamos mejor, pero el rival era demasiado bueno", admitió sobre la finalista de la edición de 2016. "Pero para este tercer partido no pensábamos en otra cosa que no fuera ganar. No había otra opción. Sea cual sea el rival, sea cual sea la presión, en este tipo de partidos es en los que más fácil resulta motivarse".

Egipto había igualado la contienda después de que Khusniddin Nishonov abriera el marcador. Y gracias a esa espléndida diana, Uzbekistán no solo logró el pase para la siguiente ronda, también cosechó su primera victoria en la escena mundial. "En 2016 el gran logro fue clasificarnos para nuestra primera Copa Mundial", rememoró nuestro protagonista, de 27 años de edad.

Él no viajó a Colombia porque se incorporó a la selección al año siguiente, bajo la batuta del español José María Méndez, más conocido como Pulpis. "Cuando te clasificas de nuevo, hay que fijarse un objetivo más elevado. En nuestro primer torneo sumamos un punto. Y en el segundo hemos ganado nuestro primer partido y la clasificación para la segunda ronda. Eso demuestra que hemos aprendido de nuestra participación y que hemos progresado. Teníamos que justificar nuestra presencia y probar que podíamos conseguir algo mejor".

Y el combinado de Asia Central se dio a sí mismo los medios para alcanzar sus objetivos. ¿Cómo? Con preparación, evidentemente. "Hemos disputado muchos amistosos contra los mejores equipos del mundo, como España, Portugal o Argentina", precisó uno de los ocho jugadores del Almalyk MFK en una selección en la que todos sus integrantes juegan en el país, lo que favoreció las concentraciones durante la pandemia.

"Estamos agradecidos a nuestra federación por su organización y por habernos puesto en las mejores condiciones para jugar al más alto nivel".

Al más alto nivel va a volver a medirse Uzbekistán en la segunda ronda, donde Rakhmatov espera enfrentarse a Kazajistán por un motivo especial. "El jugador al que más admiro en el futsal es Douglas. Es extraordinario", reveló el defensa, que también es fan del brasileño Kaká en el fútbol.

"Sería un sueño jugar contra Douglas. El sueño de todo jugador es enfrentarse un día a su ídolo, y sería incluso más hermoso si fuese en la Copa Mundial", concluyó, no sin asegurar que sean cuales sean sus próximos rivales, tanto él como sus compañeros estarán, claro está, bien preparados...