miércoles 12 mayo 2021, 14:53

Príncipe y rey del Brasil del 58

  • Didi inspiró a Brasil para ganar dos Copas Mundiales de la FIFA

  • Fue elegido mejor jugador en Suecia 1958 por delante de Garrincha y Pelé

  • El ex centrocampista falleció hace exactamente 20 años

“Tenemos que hacer algo”, murmuró Didi en el vestuario a su amigo y compañero de equipo en el Botafogo. Nilton Santos asintió con la cabeza.

Se habían necesitado seis ediciones de la Copa Mundial de la FIFA™ para presenciar un empate sin goles. Ese 0-0 ante Inglaterra resultó un tanto humillante para Brasil, y le metió el miedo en el cuerpo.

Didi y Nilton Santos habían sido apeados de Suiza 1954 por Hungría. Ahora se enfrentaban a otra formidable potencia europea, una Unión Soviética que ganaría la primera Eurocopa dos años después, en un crucial último encuentro del grupo.

Didi rozaba los 30, y Nilton Santos era tres años mayor. Ambos sintieron que era su última oportunidad.

edxqhfnwgftteoh9ozh0.jpg

Así que esa noche, junto con Hilderaldo Bellini, hicieron algo inaudito en unos tiempos en que la autoridad de los mayores no se discutía: llamaron a la puerta de Vicente Feola y le instaron a alinear a Zito –lo cual daría más libertad a Didi para atacar desde el mediocampo– junto con Garrincha y Pelé.

El seleccionador, sorprendentemente, aprobó su idea. LaSeleção estuvo imparable, y solamente el gran Lev Yashin impidió que el marcador subiese del 2-0.

Brasil acabó ganando un Mundial que quedará asociado eternamente a los nombres de Garrincha y Pelé, aunque ninguno de ellos, ni tampoco Just Fontaine con sus 13 goles, fueron elegidos mejor jugador del campeonato. Esa distinción recayó en Didi.

Cuatro años después, aun sin un Pelé lesionado desde casi el principio del campeonato, Brasil revalidó su corona con un Didi deslumbrante.

Nunca había visto a un jugador jugar sin tanto esfuerzo. Para Didi, jugar al fútbol era como pelar una naranja.
Pele

¿Sabías que…?

  • A los 14 años, Didi sufrió una lesión mientras jugaba una pachanga con sus amigos. La herida se infectó, y estuvieron muy cerca de amputarle su pierna izquierda. Sin embargo, después de seis meses en una silla de ruedas, se recuperó.

  • Didi dio su gran salto gracias a su hermano, Dodô. Ambos jugaban en el Rio Branco, de forma amateur en su ciudad natal de Campos dos Goytacazes, cuando el Madureira, que militaba en la primera división de Río de Janeiro, fichó a Dodô. Este pidió a Didi que le acompañase y le ayudase a asentarse. El Madureira advirtió el talento de Didi, le hizo una prueba y le contrató, mientras que a Dodô le dejó libre a los seis meses.

  • Didi marcó el primer gol en el estadio de Maracaná. En el partido que lo inauguró ocho días antes del comienzo de la Copa Mundial de la FIFA Brasil 1950™ –para la que fue construido–, el centrocampista del Fluminense adelantó a un combinado de figuras de Río contra un combinado de São Paulo.

Traté la pelota con tanto cariño como el que le doy a mi propia esposa.
Didi

La ‘Folha seca’ y su peculiar origen

Didi inventó el lanzamiento de falta de la Folha seca (“hoja seca”), un disparo en el que el balón desciende o cambia de dirección bruscamente cuando está cerca de la portería. Está considerado un precursor de los disparos con una rotación mínima del balón ejecutados por ilustres como Juninho Pernambucano, Didier Drogba, Andrea Pirlo, Cristiano Ronaldo, David Luiz, Gareth Bale y Hakan Calhanoglu. Y su nacimiento fue curioso…

“Me lesioné en el tobillo contra el América”, explicaba Didi. “Le concedí reposo, lo traté, lo sometí a fisioterapia… pero no podía golpear al balón sin sentir un dolor intenso”.

“Entonces un día, tonteando, le pegué al balón anormalmente, con tres dedos, y no sentí ningún dolor. ‘Vaya…’, pensé. Empecé a golpearle con tres dedos y me di cuenta de que, después de haber volado un poco, el balón cambiaba bruscamente de dirección”.

“Distaba mucho de ser perfecto como lanzamiento de falta, pero me di cuenta de que, si lograba perfeccionarlo, sería muy difícil de parar para los guardametas. Así que empecé a trabajar muy duro en ello –varias horas cada mañana y cada tarde– hasta que conseguí hacerlo bien”.

“En 1957, nos enfrentábamos a Perú en un clasificatorio mundialista. Teníamos que ganar. Yo marqué el único tanto del partido con una folha seca. Si no hubiese sufrido esa lesión contra el América, ¿quién sabe lo que habría pasado?”.

¿Sabías que…?

  • A pesar de ser decisivo en la clasificación de Brasil para Suecia 1958, Didi estuvo a punto de ser excluido de la convocatoria para la fase final, al ser considerado demasiado mayor para lidiar con las exigencias de jugar en la medular. “Sería curioso que me dejasen fuera, ya que les pagué el billete”, declaró antes de anunciarse la convocatoria.

  • Cuando Brasil empezó perdiendo contra Suecia en la final de 1958, Didi se metió el balón bajo el brazo y regresó al círculo central casi paseando, con indiferencia. Sus alarmados compañeros le instaban a apresurarse, mientras que Zagallo se le acercó corriendo y gritó: “¡Date prisa, hombre, que estamos perdiendo!”. Didi replicó con su característica calma: “Relájate, Zagallo. Somos mejores que ellos. Meteremos goles a montones”. Brasil ganó 5-2…

Apodos

Didi recibió el sobrenombre del ‘Príncipe Etíope’ por parte del dramaturgo brasileño Nelson Rodrigues, debido a su elegante estilo de juego. Eso mismo hizo que lo comparasen con la leyenda del jazz Louis Armstrong, mientras que la prensa europea lo apodó “Señor Fútbol” durante Suecia 1958.

Fútbol de clubes

Didi pasó siete años en el Fluminense, al que aupó hacia la gloria en la Copa Río –un torneo intercontinental entre 8 equipos de 7 países– de 1952. También tuvo dos fructíferos pasos por el Botafogo, al que ayudó a ganar 3 Campeonatos Cariocas y 1 Torneo Río-São Paulo.

Entre medias, Didi fichó por el Real Madrid en 1959, pero aunque ofreció destellos de su genialidad, la presencia de otra megaestrella no fue bien recibida por Alfredo Di Stéfano, y el brasileño regresó pronto a su país.

13

Ídolo peruano

Didi jugó en el Sporting Cristal hacia el final de su carrera de jugador, y se enamoró de Perú. Fue nombrado entrenador del club en 1967 y no tardó en llevarlo a ganar la liga peruana, antes de ser nombrado seleccionador de Perú en 1969.

Perú había sido invitado a Uruguay 1930, pero nunca se había clasificado para el Mundial hasta que, bajo la dirección de Didi, logró el pase a México 1970 por delante de Argentina. En la fase final, laBlanquirroja tuvo una actuación memorable y alcanzó los cuartos de final, donde cayó tras un vibrante 2-4 ante Brasil.

“Didi fue un segundo padre para mí”, afirmó Teófilo Cubillas. “Me ayudó muchísimo. Todavía conservaba una técnica extraordinaria y me dio muchos consejos magníficos. Fue el responsable de mis lanzamientos de falta y mis disparos, y me convirtió en un jugador que iba bien con las dos piernas”.

Didi es, como estrella, un virtuoso insuperable. Trata la pelota con mucho amor. Aparece, a sus pies, como una orquídea rara y sensible, que debe cultivarse con refinamiento y emoción.
Nelson Rodrigues, escritor