Con más de un centenar de goles anotados con la camiseta de Italia, ella es una de esas pioneras que ha inspirado a miles de niños y niñas a jugar al fútbol.

Ahora, como entrenadora de la selección masculina sub-15 de Italia, Patricia Panico vuelve a ser pionera en otro ámbito: es una de las pocas mujeres en el cargo de seleccionadora en el fútbol masculino.

Mientras Italia se prepara para acudir a su primera Copa Mundial Femenina de la FIFA™ desde Estados Unidos 1999, FIFA.com conversó con Panico para recordar aquel campeonato, donde metió 2 goles. Asimismo, la ex delantera valoró las opciones de las Azzurre en Francia 2019 y se refirió a su actual cargo.

En aquel momento pensé que era muy natural. Pensé: ‘Esto es lo normal’, porque así había sido para mí hasta entonces. Y por tanto, mi experiencia en el campeonato fue muy tranquila. Fue muy agradable, porque nunca pensé que un Mundial pudiera atraer tanto interés y público.

¡No lo sé! Pienso que esta selección de Italia es más fuerte como grupo porque no tiene solo una jugadora estelar. Tiene jugadoras importantes como [Barbara] Bonansea, [Alia] Guagni o [Sara] Gama, junto con [Elisa] Bartoli, que es una defensa de vital importancia. Estas cuatro jugadoras serían sus estrellas, pero también hay otras como [Cristiana] Girelli. En realidad, hay muchas jugadoras que podrían convertirse en figuras de este equipo.

Creo que tiene lo que hace falta para superar la fase de grupos, porque el equipo ha evolucionado mucho. Ha mejorado físicamente y se está haciendo un trabajo magnífico en los clubes profesionales, que están invirtiendo cantidades considerables y ayudando a crecer al fútbol femenino. Y luego está la labor de primera que están haciendo la seleccionadora Milena Bertolini y su ayudante Attilio Sorbi. Las Azzurre tienen todos los ingredientes para hacerlo muy bien en su grupo.

Les diría que vivan el momento con tranquilidad, porque si empiezan a pensar excesivamente en lo que tienen que hacer, en qué resultados necesitan… puede ser contraproducente. Por tanto, simplemente les diría que intenten vivirlo con la mayor calma, teniendo presente al mismo tiempo que un buen resultado para Italia podría proporcionar un gran impulso al fútbol femenino en este país.

Creo que para ellos no es un factor a tener en cuenta si hay un hombre o una mujer en el banquillo. Se fijan en lo que su técnico ha conseguido y ganado. Te respetan y te escuchan, pero también investigan tu historial, leyendo cualquier noticia sobre ti en Internet.

Ellos son los primeros en reconocer que lo que he conseguido en mi carrera de jugadora es importante. Me respetan en primer lugar por lo que he hecho como jugadora, pero también por cómo soy como entrenadora. No creo que les importe si eres un hombre o una mujer, sino más bien si eres buena en lo que haces, si eres competente, si tienes carisma. Al menos nunca he advertido ninguna consideración sobre mi sexo por su parte.

Yo no creo en esa manera de pensar. No creo que sea correcto decir que quiero entrenar a hombres o que quiero entrenar a mujeres. Pienso que lo correcto sería decir que quiero entrenar a profesionales. Entonces da lo mismo si esos profesionales son hombres o mujeres. Así es como lo siento. Y a partir de ahí se abre todo un mundo. Creo que no debería haber ninguna diferenciación.

Nunca tuve que lidiar con unos padres que se opusieran a que jugase, pero sí siento que tuve que demostrarles que las chicas pueden jugar al fútbol. Tuve que hacer frente al escepticismo de gente que, al verte jugar, te decía que las chicas no son capaces de jugar al fútbol. Y por eso, cada vez que saltaba al campo, lo hacía con la idea de que tenía que convencer a todos los que me estaban viendo.