Ha jugado ya cinco grandes finales. Pero el destino ha sido cruel. Muy cruel. Las ha perdido todas, pero ella insiste. “No hay nada más bonito que jugar una final. Si lo piensas fríamente es una pasada todo lo que hemos logrado. Hemos perdido, pero es que es muy difícil llegar a jugarlas y eso también hay que valorarlo. No es lo habitual. Requiere mucho esfuerzo y mucho sacrificio”.

No es el análisis maduro de una veterana entrenadora. Es la conclusión de una jovencita de 19 años, una de las capitanas de la selección española de fútbol que peleará en la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA Papúa Nueva Guinea 2016.

Nahikari García ha ganado una plata y un bronce en el Campeonato Europeo Sub-17, tres platas en el Campeonato Europeo Sub-20 y una plata en la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA Costa Rica 2014.

Cuatro finales continentales y una Mundial en las que la suerte siempre le dado la espalda. Pero ella no se rinde. “Cada vez que competimos en uno de estos grandes torneos, me refuerza la idea de que esto es lo que quiero hacer. Ves otra cara del fútbol femenino. Te tratan como a una profesional al más alto nivel”, dice a FIFA.com.

Un profesionalismo que todavía está lejos en España para las futbolistas, pero hacia el que se camina con paso firme. “Este deporte tiene salida, tiene futuro. Las jugadoras han hecho un gran trabajo. Tenemos grandes futbolistas en grandes clubes de Europa, por fin podemos ver a la selección absoluta en la televisión generalista, ojalá se siga creciendo por ese camino”, dice la jugadora que compatibiliza el fútbol con los estudios del segundo año de la carrera de medicina.

La delantera de la Real Sociedad deja impresión de optimista empedernida, viendo el vaso siempre medio lleno. “Cuando era pequeña no había referencias femeninas. A mí me gustaba Raúl González del Real Madrid. Un jugador muy luchador, tal vez no tan técnico, pero siempre apoyando y peleando con el equipo”, nos explica. “Hoy en día me encanta ver a las futbolistas de la selección absoluta y jugadoras como Vicky Losada o Irene Paredes que son ejemplos a seguir”. Ahora esas referencias femeninas, no sólo existen, sino que son autóctonas. Y Nahikari ya es una de ellas, aunque todavía se sorprende y sonroja cuando la reconocen en la calle.

Revancha Decíamos al empezar que el destino había sido cruel con ella. No sólo por haberle negado el oro hasta en cinco ocasiones, sino por la manera en que ocurrió la última vez. En la final del último Europeo Sub-20 en Eslovaquia ante Francia, en un campo afectado por las intensísimas lluvias, la habilidosa delantera falló en el descuento, sola ante la portera, una ocasión clarísima.

“Me dolió muchísimo, claro. Pero la recuperación fue mejor de lo esperado. Tuve mucho apoyo de todo el equipo. Estuvimos muy unidas y el grupo me demostró una gran madurez. Incluso en las redes sociales, los mensajes de apoyo fueron muchísimos”, explica.

Esa unidad es fruto del tiempo. Al fin y al cabo, el equipo es un bloque que trabaja junto desde hace más de tres años. Antes a las órdenes de Jorge Vilda, hoy seleccionador de la absoluta, con quien trabajaron en la sub-17 y con quien lograron la clasificación para Papúa. Ahora con Pedro López, con quien la Roja peleará en una competición mundial en la que sólo participó una vez, en la edición de Tailandia 2004.

“No se ha notado el cambio porque hay mucha continuidad en el método. Trabajan juntos, se ayudan y eso facilita el crecimiento de las selecciones. Nos ayuda mucho a las jugadoras en la transición de una categoría a otra”, explica. “Son muy cercanos, muy accesibles, y las jugadoras lo agradecemos porque tenemos confianza para hablar con ellos de todo”.

España competirá en el Grupo B con Canadá, Nigeria y Japón. Las Nadeshiko fueron sus verdugos en la final de Mundial Sub-17 de Costa Rica hace dos años… “Será complicado, pero vamos con mucha ilusión y con la intención de trabajar duro”, advierte sobre sus intenciones de revancha.

En la maleta para Papúa no se olvidará de meter también algunos de los libros de medicina, porque la concentración es larga y confía en que el torneo también lo sea. Así que habrá que sacar tiempo para seguir al día en los estudios. Nahikari tiene un truco: “Alguna vez le he pedido al médico de la selección que me explique algunas cosas”, reconoce sonriente. “El primer año de carrera me fue muy bien. Ahora me he matriculado de menos asignaturas para llevarlo mejor. Quería un equilibrio para llevar los estudios y el fútbol sin agobios”.

Sin duda, una jovencita que vale su peso en oro, aunque el destino se empeñe en negárselo. Hasta ahora…