A 20 segundos del final del tiempo reglamentado de las semifinales de la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA Rusia 2021™, Suiza iba por delante en el casillero ante el país organizador. Sin embargo, acabaría cayendo tras una cruel tanda de penales.

Vista la situación, necesitaba echar mano de todos sus recursos psicológicos para imponerse al día siguiente en el partido por el tercer puesto, frente a Senegal. Y el guardameta Eliott Mounoud hizo eso y más: además de colgarse el bronce, se llevó el oro… del Guante adidas.

No fue nada sorprendente: este ginebrino es capaz de todo. Frente a los Leones de la Teranga, llegó a cansar a Raoul Mendy, quien se había mostrado entonadísimo en este Mundial.

Encadenó una atajada tras otra e interceptó un lanzamiento de falta desde diez metros por el centro, a dos minutos del final del segundo tercio. Por si eso no bastase, también marcó dos goles. Ya sea casualidad o coincidencia, ese fue precisamente el margen que permitió ganar a la Nati.

“¿Mi desempeño? ¡No ha estado mal! Tengo un estilo bastante ofensivo, pruebo suerte muchas veces. Hoy la hubo. Creo que he ayudado al equipo, con eso estoy contento”, explica el arquero en declaraciones a FIFA.com.

“Ayer nos quedamos muy decepcionados. Hemos jugado este partido totalmente decididos a ganarlo. Para nosotros era importante conseguir el tercer puesto”.

Y como las buenas noticias nunca vienen solas, Eliott atrapó el Guante de Oro que recompensa al mejor arquero de la competición, que tenía muchos otros pretendientes, ya que los rusos Maksim Chuzhkov y Stanislav Kosharnyi, el japonés Yusuke Kawai o el senegalés Seyni N’Diaye también brillaron en esta demarcación.

“Es un trofeo con el que soñaba. Dedico mi vida al beach soccer, me esfuerzo mucho. ¡Es agradable recoger los frutos!”.

Y, sobre todo, es merecido. Por la manera en que juega con la rodilla, la facilidad con que se adaptó a la nueva regla de los cuatro segundos que impide al portero tener el balón más de ese tiempo, o por sus atajadas en la línea de meta, Mounoud destaca por encima de los demás. “Soy arquero desde muy niño. Me formé como guardameta”, señala cuando se le indica que en ciertos aspectos prácticamente se ha convertido en un jugador de campo. “¡Pero siempre me ha gustado jugar con los pies! ¡Eso ayuda!”.

Como vemos, el meta suizo es completo. Y si le añadimos que es un muchacho brillante, que domina cinco idiomas y que también destaca en el pádel… “No soy perfecto para nada”, interrumpe. “Cocino muy mal, por ejemplo. Pero intento compensarlo: ¡lavo muy bien los platos!”.

Sea como fuere, Mounoud se marchará de Rusia, a falta de un Mundial, con un Guante al que sacar brillo. “Aunque no tengamos el título de campeones del mundo, estoy convencido de que juego con los mejores jugadores del planeta”, concluye. Y sus compañeros podrán decir otro tanto… del mejor guardameta del mundo.