miércoles 02 junio 2021, 08:53

Martins: "Quiero pasar a la historia del fútbol boliviano"

  • Marcelo Martins evoca su hito de ser el máximo goleador histórico de Bolivia

  • El ex internacional brasileño sub-20 cree que Bolivia puede ir a Catar 2022

  • Habla de cuando vendía hamburguesas y de su discusión con Leo Messi

Marcelo Martins se dejó caer en su cama del hotel y se sacó del bolsillo un teléfono móvil que no paraba de hacer ‘bip-bip’, como una especie de Sputnik 1 moderno. “Sentía como si estuviera viviendo en otro mundo”, recuerda.

Las emociones del corpulento ariete se dispararon como un cohete mientras veía los mensajes en vídeo en el grupo de WhatsApp de su familia. Sintió un orgullo inconmensurable, así como una justificación irrefutable.

Todas las hamburguesas que Marcelo había vendido de niño para poder pagar su billete de autobús para ir a entrenar habían merecido la pena. La decisión que tomó con 19 años de no hacer caso a su padre brasileño y loco por la Seleção –Marcelo era el número 9 de la selección sub-20 de Brasil en ese momento– y, en su lugar, decantarse por una carrera como internacional absoluto con Bolivia, había quedado plenamente justificada.

Su tercer gol en las eliminatorias para la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022™ (uno por partido en los tres últimos) lo habían convertido, a sus 33 años, en el máximo artillero de todos los tiempos de su selección. Estaba, y aún lo está, eufórico por ese pedacito de historia. Sin embargo, no se quedará satisfecho hasta escribir otro capítulo…

Marcelo desea ardientemente jugar en el Mundial, y cree que Bolivia estará allí el año que viene. Con vistas a los choques de la Verde contra Venezuela y Chile, el jugador del Cruzeiro habla con FIFA.com sobre cómo fue elegir entre Bolivia y Brasil, el arranque de la selección boliviana en las eliminatorias de Catar 2022, su confianza en poder acceder a la fase final mundialista, su discusión con Lionel Messi y lo que supuso batir el mencionado récord goleador.

Cumplió 7 años un día después de que Bolivia jugase su primer partido en un Mundial desde 1950… ¿Qué recuerdas de Estados Unidos 1994?

No recuerdo demasiado, pero recuerdo algunos de los partidos. En Bolivia había un entusiasmo tremendo en aquella época. ‘El Diablo’ Etcheverry, ‘Platini’ Sánchez, Carlos Trucco... eran jugadores que llevaron a Bolivia al Mundial; leyendas en mi país. Incluso hoy, la gente sigue hablando constantemente del 94. Es de locos cuando mencionas el Mundial.

No hemos logrado volver a clasificarnos desde 1994, por lo que deseamos de veras que vuelva a ocurrir. Los bolivianos siempre están pidiendo otra clasificación. Creo que sería absolutamente maravilloso, porque en nuestro país pasan muchas cosas malas, y poder volver a participar en un Mundial traería mucha felicidad.

Su padre es un brasileño loco por el fútbol, pero usted nació y se crió en Bolivia. ¿De pequeño iba con la Seleção o con la Verde?

Siempre estaba dividido, porque mi padre es brasileño y mi madre es boliviana. Cuando jugaba Brasil, iba con Brasil. Cuando jugaba Bolivia, iba con Bolivia. En Brasil, mi ídolo era Ronaldo ‘O Fenômeno’, que siempre ha sido un ejemplo para mí. En Bolivia, ‘El Diablo’ Etcheverry. Siempre fue un referente en el fútbol boliviano, y siempre me encantó ver su fútbol. Yo siempre quería lo mejor para ambas selecciones. Pero después de hacer mi debut con Bolivia, las cosas cambiaron mucho.

Cuando era niño, trabajó en un estadio de fútbol…

Tuve una educación muy complicada. Tuve que aprovechar cualquier trabajo que pudiese desde una edad temprana. Cuando tenía 13 años, me incorporé a un club de fútbol local y necesitaba dinero para el billete de autobús para ir a entrenar. Surgió una oportunidad de trabajar en el estadio, vendiendo hamburguesas, empanadas, Coca-Cola. Ahí es cuando realmente me enamoré del fútbol.

Estaba vendiendo cosas para poder hacer lo que más amaba, que era jugar al fútbol. Y al mismo tiempo, me enamoró estar en el estadio, el ambiente, [ver] el fútbol. El único problema era que también me encantaban las hamburguesas y algunas veces no podía resistirme a comer una, ¡y tenía que pagarla! [risas]. Fue divertido, porque solo estuve un año y medio en las categorías inferiores y luego, con 15 años, me hice profesional.

Y su primer salario estuvo a punto de no durarle mucho, ¿verdad?

[Risas]. Soy muy afortunado por tener un padre que siempre ha sido un magnífico ejemplo. Mi padre siempre me ha apoyado muchísimo con el fútbol. Desde que tenía 10 años, siempre estuvo animándome a convertirme en futbolista. Me fui al Vitoria, en [el estado brasileño de] Bahía, y mi padre vino conmigo. Al principio no tenía contrato, pero luego, un día, de repente recibí 500 reales (unos 200 dólares en esa época).

Fui al centro comercial con mi padre y vi esos maravillosos pantalones vaqueros Diesel. Me enamoré de ellos. Todavía los recuerdo hoy. Preciosos... Costaban exactamente 500 reales. Estaba ansioso por comprarlos, pero mi padre dijo: “Colega, escúchame. Olvídate de estos vaqueros y concéntrate en entrenar, en dedicarte al fútbol. Porque si triunfas como futbolista, podrás gastar 100 dólares como si fuesen 10 reales, podrás comprar todos los vaqueros que quieras”. Me fui a regañadientes del centro comercial sin los vaqueros, ¿pero sabe qué? Mi padre tenía razón. ¡Ahora tengo un armario con más de 200 pares de pantalones vaqueros! [risas].

Jugó con la selección de Brasil en las categorías sub-18 y sub-20. ¿Cómo fue esa experiencia?

No puedo describir siquiera lo orgulloso que me hizo sentir. Para mí, un boliviano, estar en la selección brasileña juvenil fue un sentimiento increíble. Mi padre estaba orgullosísimo. Brasil tiene muchísimos jugadores. Vestir la camiseta de la Canarinha, el número 9 como Ronaldo, era un sentimiento extraordinario. Fui el máximo goleador en dos competiciones, pero luego llamó a mi puerta la selección boliviana absoluta, y Dios tenía un plan para mí: hacer historia con Bolivia.

Sólo tenía 19 años cuando decidió representar a Bolivia. ¿En qué medida resultó una decisión difícil?

Fue una de las decisiones más complicadas que he tenido que tomar nunca. Mi padre me instaba a permanecer con Brasil, a seguir trabajando duro, y ya llegaría mi oportunidad con la Seleção absoluta… Y todo el resto de mi familia decía: “Tienes que venir a jugar con Bolivia, y podrás llevar a Bolivia al Mundial. Serás un referente para las generaciones futuras. Los niños querrán seguir tus pasos”.

Era una motivación tremenda –ser un ejemplo para las generaciones futuras–, pero aun así fue muy duro desprenderse del sueño de jugar con la Seleção [absoluta].

Baja en el debut, pero luego Bolivia ofreció partidos muy reñidos con derrotas por la mínima contra Argentina y Ecuador, y un 2-2 en Paraguay. ¿Cómo valora el arranque de Bolivia hacia Catar 2022?

Podríamos haber ganado los tres últimos partidos. Fuimos por delante en el marcador en los tres encuentros. Pero no mantuvimos la concentración ni seguimos jugando como estábamos haciendo. A los rivales les resulta difícil jugar en altitud; y no lo aprovechamos contra Argentina y Ecuador. Es frustrante, porque siento que hemos desperdiciado siete puntos. Pero todavía nos lo seguimos jugando todo. Ahora tenemos dos partidos importantísimos. Si los ganamos, estaremos en una posición sólida en la pugna por clasificarse para el Mundial.

Pese a estos resultados, ¿las buenas actuaciones contra tres selecciones ubicadas entre las cuatro primeras dan confianza?

Sin duda. Hemos visto juntos los partidos, y hemos visto que estuvimos jugando bien y ganando a rivales de alto nivel. Eso nos demuestra lo que somos capaces de hacer. Estamos analizando los errores y despistes cometidos para asegurarnos de no repetirlos.

¿Qué opinas de los próximos oponentes Venezuela y Chile?

Nunca he jugado contra una selección nacional [de CONMEBOL] que haya sido fácil o que pensé que fuera a serlo. Creo que Venezuela tiene un equipo realmente bueno y competitivo. Son muy rápidos cuando recuperan el balón, así que es algo que tenemos que tener presente. Chile ha hecho su propia historia, ha avanzado mucho en los últimos años. Pero también están pasando por un cambio generacional.

Nunca es fácil cuando pasas de un grupo de jugadores que se conocen a otro. Creo que tenemos que aprovechar ciertas situaciones del juego para lograr la victoria. Llegar a un Mundial es realmente difícil, pero si ganamos a Venezuela nos llenará de confianza de cara al partido contra Chile. Lo daremos todo porque la Copa del Mundo es mi sueño y el de todos mis compañeros.

¿Cree que Bolivia puede clasificarse para Catar 2022?

Creo en ello firmemente. Tenemos una oportunidad magnífica esta vez. Lo daré todo hasta el final. Quiero pasar a la historia del fútbol de mi país. Es un sueño inmenso llevar a Bolivia al Mundial; provocar en la gente de mi país la euforia que eso conllevaría. Y sería un sueño [cumplido] jugar en el Mundial.

Pelé, Messi, Luis Suárez, Alexis Sánchez, Falcao… y Marcelo Martins. ¿Qué se siente al convertirse en el máximo artillero de siempre de Bolivia y unirse a ese selecto grupo de máximos goleadores de una selección sudamericana?

Estoy súper orgulloso. He estado trabajando duro durante 13 años para poder ser el máximo goleador de mi país. No es fácil marcar goles, y nunca lo será. Es lo más difícil en el fútbol. Por eso, figurar en ese grupo, de delanteros que han sido letales en el mundo del fútbol, es un honor inmenso. Y pienso marcar muchos más. Soy joven y tengo muchos más años por delante. Físicamente estoy en forma y tengo mucha hambre. Puede estar seguro de que me quedan muchos goles por marcar.

¿Cómo se sintió tras el encuentro la noche que batió el récord en Asunción?

No podía creerme lo que estaba pasando en el vestuario. Mi teléfono no paraba de sonar. Mi WhatsApp estaba inundado de mensajes, con todo el mundo felicitándome. Mi familia estaba mandándome vídeos. Fue un sentimiento de orgullo inexplicable, de obtener la recompensa a todo por lo que había estado esforzándome durante toda mi carrera.

Fue un momento único, un momento para dar gracias a Dios. Estaba muy feliz. Mis compañeros también se alegraron mucho por mí, y tengo que estarles muy agradecido porque gracias a ellos he logrado convertirme en el máximo goleador histórico de mi país.

Cuando regresé a mi habitación del hotel, por fin dispuse de la tranquilidad necesaria para revisar y leer los mensajes y vídeos en mi WhatsApp. Tengo un grupo de WhatsApp con mi familia. Recuerdo estar viendo sus mensajes en vídeo una y otra vez, y emocionarme mucho. Sentía como si estuviera viviendo en otro mundo. Los sentimientos que tuve en el hotel esa noche es algo que recordaré el resto de mi vida.

¿Puede hablarnos del pequeño altercado que tuvo con Lionel Messi?

[Risas]. En el fútbol, a veces pasan cosas en la cancha que los medios no ven: un insulto, una entrada sucia, o que estés defendiendo a un compañero. Messi es un fenómeno. Tengo una enorme admiración por todo lo que ha conseguido en el Barcelona, por todo lo que representa para la selección argentina.

Pero en esos momentos, da igual que sea Messi, Cristiano Ronaldo o Ronaldo el Fenômeno… estás defendiendo los colores de tu país y estás nervioso. Hubo un malentendido en la tensión del momento, pero no fue nada importante; esas cosas pasan constantemente.

Hablando de jugadores míticos, ¿quién es el mejor jugador que ha visto en su vida?

O Fenômeno. El Fenômeno Ronaldo y Cristiano Ronaldo. También era muy fan de Gabriel Batistuta. La forma en que marcaba goles era algo especial.

¿Quién cree que se impondrá en Catar 2022?

Brasil siempre es la favorita. Es una selección letal. Es muy difícil jugar contra ella. Tiene jugadores que son temidos. Tiene muchos jugadores capaces de deshacerse de su marcador. Y todo el mundo sabe que son los pentacampeones mundiales: eso tiene muchísimo peso. Pienso que esta selección de Bélgica podría conseguirlo, y Argentina siempre es peligrosa. En este momento, yo diría que está entre esas tres selecciones.