Los enfrentamientos entre Brasil y Alemania siempre son grandes partidos de fútbol, duelos que hacen vibrar a los aficionados de todo el mundo independientemente del torneo que sea.

De hecho, en los últimos años, hemos asistido a encuentros espectaculares entre estas dos potencias del fútbol, como la semifinal de la Copa Mundial de la FIFA 2014TM o la final del Torneo Olímpico de Fútbol Masculino que tuvo lugar en Río dos años más tarde y en la que el combinado sudamericano acabó colgándose el oro ante su público.

Hoy, a las 20:30, hora local (13:30 HEC), habrá una reedición de este choque en Yokohama —precisamente donde Brasil se proclamó campeón del mundo en 2002 a costa de Alemania— con motivo de los Juegos Olímpicos de Tokio.

“El jueves jugamos contra Brasil. A eso se le llama empezar fuerte”, declaró el alemán Arne Maier en la rueda de prensa del martes por la tarde.

Este centrocampista de 22 años capitaneó a la selección alemana sub-21 que hace unas semanas se proclamó, no sin cierta sorpresa, campeona de Europa. Ahora, el núcleo de ese equipo se encuentra en Tokio.

“Nos conocemos desde hace ya unos años. Hay buena química y mucho compañerismo, y eso también se verá el jueves. Jugaremos como un bloque, porque es la única manera de ganar. Todos tenemos muchas ganas de que empiece el torneo”.

"Somos un buen equipo al que no hay que subestimar, si bien todavía no hemos consolidado nuestros automatismos”, explicó Maier, consciente asimismo de que las grandes figuras, como Daniel Alves o Richarlison, están más bien en las filas del rival.

“Es un gran equipo con jugadores fantásticos, y muchos de ellos militan en el extranjero. Con Matheus Cunha, por ejemplo, juego en el Hertha de Berlín”.

Si bien todas las selecciones del grupo D comparten hotel en Yokohama, los dos compañeros de club aún no se han cruzado por los pasillos: “Cada equipo tiene reservadas unas plantas y eso hay que respetarlo”.

“Sabemos que, si les presionamos un poco y jugamos al ataque, y eso es lo que haremos el jueves, tal vez no disputen las acciones de uno contra uno con la misma convicción o incluso den un paso atrás. Si cada uno de nosotros sale bien motivado a la cancha, seguro que sacaremos algo positivo de este partido”.

Alemania, con futbolistas como Max Kruse, Maximilian Arnold y Nadiem Amiri —los tres jugadores mayores de 23 años del plantel—, no ha podido desarrollar una gran cohesión en el escaso tiempo de preparación que ha tenido. No obstante, Maier promete “una selección alemana joven y descarada, con muchas ganas de practicar un fútbol alegre, pero consistente en el uno contra uno”.

Y, aunque sean unos Juegos Olímpicos con circunstancias excepcionales, el sentimiento olímpico afloró cuando, el pasado martes, la expedición germana visitó la Villa Olímpica y se encontró con numerosos atletas de otras disciplinas en los alrededores del centro donde están concentrados los deportistas alemanes. Después, en la cafetería, vieron también a atletas de otros países.

“Fue una experiencia magnífica para todos nosotros”, señaló Maier, emocionado por el recuerdo de esta breve excursión. “Si acabamos primeros de grupo, nos trasladaremos a la Villa Olímpica. Ese es nuestro objetivo”.

Sin duda, una motivación más que suficiente para escribir otro capítulo memorable en la historia de los partidos entre Alemania y Brasil.