lunes 01 mayo 2017, 05:59

Li Fung Kuee, justo a tiempo

  • Tahití marcha segunda del Grupo D con 3 puntos

  • **Su próximo duelo, ante Polonia**

  • "Hemos corregido la efectividad", analiza el capitán Li Fung Kuee

Fue como una cubeta de agua helada despertándolos. Tahití, subcampéon de Portugal 2015, llegaba a la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA Bahamas 2017 con una expectativa lógica: subir el último peldaño que les hacía falta y gritar campeón.

Pero en el primer paso a su meta se encontraron con un Brasil que no los dejó ni respirar. Al final los Tiki Toa perdieron con un 4-1 inapelable. Con sólo 48 horas entre el dolor de la derrota y el inicio de un nuevo partido, Tahití tuvo que corregir a marchas forzadas.

“Hemos corregido la efectividad. Porque en el partido contra Brasil tuvimos muchas oportunidades y nos falló en el último paso. Ahora aprovechamos las jugadas importantes y pudimos llevarnos la victoria”, comenta el capitán Raimana Li Fung Kuee en exclusiva para FIFA.com.

Lo cierto es que les funcionó. Tahití y Japón protagonizaron un duelo donde no se reservaron nada. Ambos dejaron todo en la arena y la pelota viajó de una portería a la otra causando emociones y gritos de gol en los aficionados que se dieron cita para ver al par de dinámicos equipos.

Ahí, Li Fung Kuee tuvo la oportunidad de anotar el gol del triunfo, ya cuando empezaba a oler a tiempos extras en la National Beach Soccer Arena de Nassau.

“Creo que al final todos los goles son iguales, porque suman lo mismo al marcador final. Sin embargo, yo sentí que el mío era importante porque faltaban dos minutos y tuve la suerte de recibir un pase hermoso que me dejó la pelota lista para sólo ser empujada a las redes. En ese momento, cuando entró a la portería, sentí que iba a ser un gol importante porque ya quedaba poco tiempo en el reloj y podría significar el de la victoria”.

Transcurrieron esos últimos segundos y Tahití, en efecto, sumó sus primeros puntos en Bahamas 2017, su cuarta experiencia mundialista. Por eso, el subcampeón mundial no duda en echar en la vista atrás para analizar por qué ahora los partidos ya son tan parejos.

“En todos estos años el beach soccer se ha vuelto muy táctico y técnico. El juego es más bonito y muy espectacular para los aficionados. Sin embargo, como ha evolucionado tanto, todos los equipos han subido mucho su nivel, así que ahora todos los juegos son muy difíciles, sin importar el rival que esté frente a ti”, reflexiona el jugador de 32 años.

Entregado a su familia, con quien gusta pasar el mayor tiempo posible, Li Fung Kuee sabe que, a pesar de esta mejora generalizada, no pierde el foco del gran objetivo de Tahití: “Estamos acá por el trofeo. Nosotros venimos a Bahamas para llevarlo a Tahití y celebrar con nuestra gente”.