Reza el dicho popular que la esperanza es lo último que muere. Para Ecuador, el arquero Lee Gwangyeon fue el verdugo de su sueño de avanzar a la final de la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA Polonia 2019 y seguir haciendo historia.

Corría el tiempo añadido de la semifinal y República de Corea estaba arriba en el marcador por un solo gol. Diego Palacios, lateral ecuatoriano por izquierda, escapó por su parcela y mandó un centro a los linderos del área chica. El dulce fue directo a la cabeza de Leonardo Campana, quien se levantó entre dos defensores y la picó.

Parecía gol. Solo parecía. Porque el arquero Lee Gwangyeon lució sus espectaculares reflejos y mandó la pelota a tiro de esquina:

“Todo el crédito tiene que ir a los demás jugadores y al cuerpo técnico. Todos nos hemos entregado y dedicado a esto. Así que su apoyo y esfuerzo son fundamentales para cualquier logro que ocurre dentro de la cancha”.

Los aficionados presentes en Lublin, que durante todo el partido habían apoyado a los suyos incansablemente, festejaron la atajada como si hubiese sido un gol.

El partido había sido una película con dos actos opuestos: una primera mitad donde los asiáticos dominaron y marcaron, y un complemento donde la Tri invirtió los roles. Entonces la República de Corea tuvo que apelar a su mayor virtud:

“Como equipo, nuestra mayor fortaleza está en la mentalidad. Pase lo que pase, nosotros siempre intentamos unirnos en un equipo y en un solo espíritu. Ese es el secreto que nos ha traído hasta aquí”.

Esta noche todo fue alegría. Pero las risas y los abrazos van a durar muy poco, porque tienen que comenzar a pensar en el partido que fue el sueño de muchos, pero la realidad de solo dos: la final ante Ucrania.

“La prioridad más alta va a ser recuperarnos físicamente. Hoy tuvimos un juego muy duro, de mucha entrega a nivel físico. Pero tengo mucha fe en nuestro cuerpo técnico, así que sin duda vamos a lograrlo. Luego vamos a analizar vídeos para encontrar la manera de ganarle a un duro rival como lo será Ucrania”.

¿Y sobre la ilusión de levantar la Copa el próximo 15 de junio en Lodz? “Honor puro. Nada puede describirlo mejor que eso”, finaliza.

Lee Gwangyeon inició su camino en el fútbol jugando como lateral por derecha. Cuando todavía no era profesional, un entrenador le sugirió probar fortuna como guardameta porque le veía mejores condiciones bajo los tres palos. Para alegría de los miles de aficionados que siguen a la República de Corea en su aventura en Polonia, le hizo caso. El resto es historia.