lunes 25 mayo 2020, 07:00

Las mejores remontadas futbolísticas

  • Hace justo 15 años, el Liverpool firmó una remontada increíble en Estambul

  • FIFA.com recuerda algunas de las reacciones más míticas de la historia

  • Se incluyen algunos partidos vibrantes de la Copa Mundial de la FIFA

Muchos creían que el Liverpool afrontaba una causa perdida en esa final de la Liga de Campeones de la UEFA. Y los que no, lo acabaron pensando también al llegar el descanso…

El AC Milan había cobrado una ventaja de 3-0 y, en ese momento, la pregunta parecía ser si el equipo italiano podría convertirse en el primero en ganar una gran final europea por más de cuatro goles de diferencia.

Steven Gerrard y sus compañeros, no obstante, tenían otros planes, y lo que vino después en Estambul fue posiblemente la remontada más grandiosa en la historia de la Liga de Campeones.

El propio Liverpool firmó otra candidata a esa distinción al darle la vuelta a una desventaja de tres goles contra el Barcelona en las semifinales de la edición de 2018/19.

El Barça, por su parte, protagonizó otra mítica en los octavos de final de 2017, con un sensacional 6-1 al París Saint-Germain inspirado por Neymar que selló un triunfo por 6-5 en el global de la eliminatoria.

La Copa Mundial de la FIFA también ha producido remontadas inolvidables. Suiza 1954 es recordada por haber deparado presumiblemente la mayor campanada en la historia de la Copa Mundial de la FIFA™: los Magiares Mágicos de Hungría, que habían vapuleado por 8-3 a la República Federal de Alemania en la fase de grupos, cedieron una ventaja de 2-0 para perder ante esa misma selección en la final.

Pero ocho días antes del ‘Milagro de Berna’, tuvo lugar una remontada mayor numéricamente. La selección anfitriona, tras ponerse con 3-0 arriba, perdió por 5-7 ante Austria en la ‘Batalla de calor de Lausana’, que sigue siendo el partido con un mayor tanteo en la historia de la competición.

¿Sabías que...?

Aquel día, el suizo Josef Hugi se convirtió en uno de los únicos tres jugadores que, pese a firmar un hat-trick, acabó perdiendo con su selección en un partido mundialista. El polaco Ernst Wilimowski, que metió cuatro en una derrota por 5-6 ante Brasil en Francia 1938, y el soviético Igor Belanov, en una derrota por 3-4 ante Bélgica en México 1986, son los otros dos.

En 1966, la RDP de Corea había logrado algo inconcebible: eliminar a Italia. Y en cuartos de final, los norcoreanos cobraron una renta de 3-0 contra Portugal, pero los cuatro goles de Eusebio lideraron la reacción lusa para imponerse por 5-3.

¿Y cómo olvidar la ‘noche de Sevilla’ 16 años después? Incluyó un fútbol divino, el infame choque entre Toni Schumacher y Patrick Battiston, y cuatro goles en la prórroga. El último, una chilena firmada por Klaus Fischer, arrancó para la República Federal de Alemania (que iba perdiendo 1-3 en el minuto 100) un 3-3 ante Francia, a la que acabó superando en la tanda de penales.

¿Sabías que...?

Battiston, un suplente que llevaba escasos minutos en el campo, terminó con dos dientes rotos, tres costillas fracturadas y una vértebra dañada cuando cayó derribado tras recibir la carga brutal del portero Schumacher. “Lo he perdonado”, declaró Battiston posteriormente. “Con el tiempo, he llegado a comprender que la gente lo marcó de por vida por aquello”.

La soberbia reacción de Bélgica que culminó Nacer Chadli contra Japón en Rusia 2018 ha sido la gran remontada mundialista más reciente, y otras competiciones de la FIFA han deparado más gestas similares.

Escocia iba ganando 3-0 a Argentina cuando faltaba poco más de un cuarto de hora en la Copa Mundial Femenina de la FIFA Francia 2019™, pero las argentinas acabaron arrancando el segundo punto de su historia en la competición y, de paso, dejaron fuera a las escocesas.

Mucho antes, en el Torneo Olímpico de Fútbol masculino Helsinki 1952, la Unión Soviética contrarrestó heroicamente un 5-1 en contra para firmar un 5-5 ante Yugoslavia, si bien acabó perdiendo el partido de desempate…

¿Sabías que...?

Vsevolod Bobrov, que metió cuatro goles en esa eliminatoria contra Yugoslavia, se reconvirtió luego a jugador de hockey sobre hielo, y catapultó a la Unión Soviética hacia el oro en los Juegos Olímpicos de invierno de 1956.

Los yugoslavos también han salido airosos de otras remontadas épicas. En 1978, el Estrella Roja de Belgrado iba perdiendo por un global de 6-2 a falta de poco más de media hora en la vuelta de su eliminatoria contra el Dynamo de Berlín en la Copa de la UEFA, pero acabó imponiéndose por el mayor valor de los goles en campo contrario.

A continuación, el Estrella Roja eliminó sucesivamente a Sporting de Gijón, Arsenal, West Bromwich Albion y Hertha de Berlín, antes de perder por la mínima ante el Borussia Mönchengladbach en la final.

Seis años después, el Partizan logró una remontada calcada en la misma competición. Tras perder por 6-2 ante el Queens Park Rangers, la eliminatoria acabó con un 6-6, y el cuadro de Belgrado pasó por los goles marcados fuera de casa.

En otras competiciones continentales de clubes, tres goles en la segunda parte de la vuelta de la final de la Copa de África de Clubes Campeones de 1973 sirvieron para que el Vita Club zaireño remontase ante el Asante Kotoko.

Asimismo, en la Copa Libertadores 1993, el modesto Sporting Cristal peruano remontó el 3-0 adverso de la ida para imponerse por un global de 4-3 frente al poderoso Nacional uruguayo.

Los peruanos vivirían una situación similar, pero en contra, en la edición de 2006: tras ir venciendo a Estudiantes de la Plata por 3-0, los Pinchas remontaron para imponerse por 4-3.

La Liga de Campeones de la CONCACAF tampoco ha estado exenta de grandes remontadas. El Toluca iba perdiendo por 1-4 en el global frente al América cuando quedaban poco más de 20 minutos en su semifinal de 2003, pero se impuso por 5-4 y acabó levantando el trofeo.

Un año después, el Chicago Fire revirtió una desventaja de cuatro goles para imponerse por 6-5 y acceder a semifinales.

Y en 2009, el Santos Laguna, tras ir perdiendo por 4-1 frente al Montreal Impact, marcó dos goles en los minutos 92 y 95 por mediación de Darwin Quintero, el “científico del gol”, para sellar una extraordinaria remontada.

El fútbol no es una ciencia sistemática. Y como ya sabemos, el partido no se acaba hasta que suena el pitido final…