Por Gilda Arrúa, con Perú

“El equipo entregó todo lo que tenía dentro del campo de juego en los dos partidos. No tengo nada que reprochar a los muchachos”. Esas fueron las primeras palabras de un apesadumbrado Ricardo Gareca tras confirmarse la eliminación de Perú de la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018™.

Los 36 años de ausencia de la cita pesaron en las piernas de los jugadores en su debut ante Dinamarca. Sin embargo, ante uno de los pesos pesados de la competición, Francia, su presentación fue radicalmente distinta.

La Blanquirroja no se arrugó, plantó cara y dispuso de clarísimas ocasiones de gol. Pero la fortuna y la puntería no estuvieron de su lado.

“En los dos partidos, Perú generó más de diez situaciones de gol. Los muchachos buscaron de todas las maneras, pero no pudimos concretar”, lamentaba el estratega.

La eliminación se adelantó a los planes de un grupo que había culminado el sueño de varias generaciones peruanas. Pero la experiencia no caerá en balde roto.

“Esto le va a servir de mucho a la selección en todos los aspectos. Poder competir a alto nivel nos servirá para potenciar a este equipo”, asegura Gareca, que llama al compromiso de todos los estamentos del fútbol peruano.

“Perú tiene un potencial enorme en sus jugadores. Tenemos jóvenes que han vivido de cerca lo que significa representar a Perú en un Mundial. Si se recibe el apoyo que debe tener una selección, esto puede mejorar muchísimo de cara al futuro”.

Ya lo advirtió Gareca: “se van a sorprender del amor que el hincha peruano le tiene a su selección”. Y no se equivocó. La presencia masiva de peruanos convirtió el Arena de Ekaterinburgo en una versión rusa del Estadio Nacional de Lima. “Vamos a hacer lo imposible para regalarles un triunfo y terminar de la mejor manera el grupo. Se lo merecen”, sentenció el seleccionador.

Unos y otros unidos en un mismo objetivo: dejar atrás años de lamentos para arrancar hacia un futuro donde el Mundial sea una experiencia habitual.