jueves 17 diciembre 2020, 20:05

Las finales mundialistas que marcaron la historia

  • Dentro de dos años exactos se jugará la final de Catar 2022

  • Por ese motivo, repasamos las finales más memorables de los Mundiales

  • El Maracanazo, el ‘Milagro de Berna’, el triplete de Hurst, la genialidad de Pelé…

En estos tiempos de pandemia, resulta difícil hacer planes para los próximos meses, semanas o incluso días. Sin embargo, ya puedes marcar en tu agenda la fecha del 18 de diciembre de 2022. Es cierto que parece lejana, pero ese día se jugará la final de la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022™. Dentro de dos años exactos, todos los ojos estarán puestos en el Estadio Lusail.

Con motivo del inicio de esta simbólica cuenta atrás, FIFA.com se retrotrae a las mejores finales de la cita mundialista.

16 de julio de 1950: Brasil 1-2 Uruguay

La historia debería haberse quedado con la hazaña de Uruguay, campeón por segunda vez tras la edición inaugural de 1930, en un Estadio de Maracanã abarrotado por 200.000 espectadores entregados a la causa contraria. En lugar de eso, este encuentro decisivo quedará en los anales como la pesadilla de Brasil… y no solamente de la Seleção, sino de un país entero. De hecho, el diario O Mundo tituló “Brasil ha muerto”.

No tan exagerado, sabiendo que dos hinchas se lanzaron desde lo alto de las gradas, y tres sucumbieron a un ataque cardiaco… Pero en el campo, no hubo asesinos uruguayos. Solamente héroes, incluidos los dos goleadores de la Celeste: Juan Alberto Schiaffino y Alcides Ghiggia. Y eso que Brasil solamente necesitaba un empate para proclamarse campeón mundial, y que incluso empezó ganando 1-0 gracias a Friaça… Un niño de 9 años vio cómo su padre, con la oreja pegada a la radio, se derrumbaba por la tristeza tras el pitido final y, para consolarle, le dijo: “No llores papá, algún día ganaré el Mundial para ti”. ¿Su nombre? Edson Arantes do Nascimento, alias Pelé.

4 de julio de 1954: RFA 3-2 Hungría

Al darse el saque inicial de la final de Suiza 1954, la pregunta no era quién ganaría, sino más bien por cuántos goles de diferencia se impondría Hungría a la R.F.A. Los magiares llevaban invictos más de cuatro años gracias a Ferenc Puskás, Zoltán Czibor, Nándor Hidegkuti, Sándor Kocsis y compañía, y, en la primera fase, habían infligido un contundente 8-3 a los propios alemanes. Si a eso le añadimos la lluvia torrencial que caía sobre la capital suiza, todo parecía conjugarse para que los alemanes viviesen una pesadilla. Y esa impresión se confirmó a los 8 minutos, con dos tempraneros goles de Puskás y Czibor…

En lugar de venirse abajo, la Nationalmannschaft encontró las fuerzas para reaccionar inmediatamente, motivada por su capitán Fritz Walter. Diez minutos más tarde, ya había igualado esos dos goles adversos. La confianza cambió de bando, pero la presión se mantuvo sobre la portería alemana, con dos remates a los palos y un gol anulado a Puskás. Sólo quedaban seis minutos por jugarse cuando, en lo más intenso del dominio húngaro, Helmut Rahn culminó un contragolpe alemán con un disparo cruzado que batió a Gyula Grosics. Los invencibles magiares cayeron desde lo alto, y Alemania ganó el primero de sus 4 títulos mundiales.

30 de julio de 1966: Inglaterra 4-2 (tras la prórroga) RFA

Ante su público y su seguidora más ilustre, la Reina de Inglaterra, los Tres Leones estaban un poco en la misma situación que el Brasil de 1950: debían coronarse campeones mundiales en su feudo de Wembley. No era cuestión de vivir un Maracanazo a la inglesa, aunque a los alemanes les encantaba desbaratar los pronósticos. Que se lo pregunten a la Hungría de 1954…

Wolfgang Weber privó momentáneamente del título a los ingleses empatando en el último minuto (2-2), con lo que la prórroga dictaría sentencia. Geoff Hurst, que ya había visto puerta en el tiempo reglamentado, desató la euforia de un país entero firmando dos nuevos goles. El primero fue seguramente el más controvertido en la historia de la competición: su disparo pegó en el travesaño y rebotó sobre la línea (desde el punto de vista alemán) o justo detrás según los ingleses y el árbitro. Inglaterra conquistó su único título mundial, y Hurst sigue siendo hasta la fecha el único trigoleador en una final.

21 de junio de 1970: Brasil 4-1 Italia

Para muchos, la victoria de la Seleção sobre la Squadra Azzurra en México representa la coronación del mejor equipo de la historia al término del mejor Mundial de la historia. Entre dos selecciones bicampeonas mundiales, fue Brasil la que sumó primero tres títulos al cabo de un encuentro salpicado por el talento individual de Pelé y la magia colectiva de los Auriverdes. Un gol de cabeza de O Rei, otras dos dianas firmadas por Gerson y Jairzinho, y una obra de arte culminada por Carlos Alberto tras un pase excepcional de Pelé pusieron a Brasil en la cima del mundo. “Antes del partido, me dije a mí mismo: ‘Es de carne y hueso, como todo el mundo’. Pero estaba equivocado”, afirmó el defensa italiano Tarcisio Burgnich, encargado del marcaje de Pelé aquel día.

29 de junio de 1986: Argentina 3-2 RFA

Vuelta a México en 1986 y, una vez más, asistimos a un Mundial sublime, a imagen de la final. Argentina, llevada en volandas por un Diego Armando Maradona en estado de gracia, alcanzó la última ronda para medirse a una Alemania deseosa de desquitarse tras su final perdida en 1982. Los 115.000 espectadores del Azteca vieron cómo los sudamericanos cobraban dos goles de ventaja, pero los alemanes demostraron una vez más que son especialistas en volver a cerrar las botellas de champán abiertas demasiado pronto.

Karl-Heinz Rummenigge y Rudi Voeller marcaron sendos tantos en siete minutos, y ambas selecciones estaban empatadas a seis minutos del final. Fue el momento elegido por Maradona para lucir toda su genialidad enviando un pase deslumbrante perfectamente medido y en profundidad para Jorge Burruchaga. El centrocampista no falló en su cara a cara con Harald Schumacher, dando su segundo título a la Albiceleste y la gloria eterna a Maradona.

12 de julio de 1998: Brasil 0-3 Francia

Francia organizaba por segunda vez la cita mundialista, y alcanzó la final por primera vez. Una final de ensueño, ya que se enfrentaba a Brasil, tetracampeona mundial y gran favorita. Con la baja por sanción de Laurent Blanc, los Bleus tenían motivos para estar preocupados frente a los Ronaldo, Rivaldo, Cafú, Bebeto o Roberto Carlos. Sin embargo, ese día Aimé Jacquet dominó tácticamente a Mario Zagallo, y Zinédine Zidane estuvo en estado de gracia. Con un doblete de su cerebro y un tercer tanto de Emmanuel Petit al final del partido (cuando Francia se había quedado con diez jugadores), llegó el día de gloria para los Bleus.

Otras finales memorables:

  • 29 de junio de 1958: El doblete ante Suecia de Pelé, con 17 añitos, sentenció para Brasil su primera corona.

  • 7 de julio de 1974: La Alemania de Franz Beckenbauer y Gerd Mueller remontó ante los holandeses de Johan Cruyff, que empezaron ganando 1-0 a los dos minutos sin que los alemanes hubiesen tocado el balón.

  • 11 de julio de 1982: Un gol más para Paolo Rossi, y la alegría inmensa de Marco Tardelli: Italia domina a Alemania

  • 30 de junio de 2002: Con un doblete, Ronaldo dio a Brasil su quinto título mundial tras haber regresado a la selección apenas unos meses antes, después de superar sus recurrentes lesiones. El capitán Cafú se convirtió en el primer jugador en disputar tres finales mundialistas consecutivas

  • 9 de julio de 2006: Zidane marcó con un penal a lo Panenka, y Marco Materazzi empató de cabeza en un saque de esquina. El francés fue expulsado en el segundo tiempo de la prórroga por dar un cabezazo al italiano. Con la emoción por todo lo alto, Italia se impuso en la tanda de penales.

  • 11 de julio de 2010: En el minuto 116, Andrés Iniesta firmó el gol de la victoria sobre Países Bajos, que significó el primer título mundial para España y confirmó su dominio en el planeta fútbol gracias a su tiki taka.