jueves 08 agosto 2019, 09:25

La reina brasileña del balón en la playa

  • Natalia Guitler es la campeona mundial femenina de futvoley

  • Fue famosa su victoria contra Neymar en un partido de teqball

  • Entre sus fans figuran Ronaldinho y Zico

“Hace cosas con el balón con las que tú ni siquiera podrías soñar”, afirmó un tal Ronaldinho.

Piensa en ‘Magic’ Johnson en las canchas de la NBA, en John McEnroe sobre las pistas de Flushing Meadows, o en el propio Ronaldinho sobre el césped del Camp Nou, y apreciarás en toda su dimensión el ingenio y el arte de Natalia Guitler.

Entre sus cada vez más numerosos fans también figuran Neymar, Zico, Kaká, Rivaldo, Marcelo, Douglas Costa y Vinicius Júnior, pero hasta el año pasado, Natalia fue uno de los secretos mejores guardados de nuestro planeta.

Cuando llegó a Reims (Francia) para competir en teqball, la gente la miraba como diciendo “¿qué hace esta mujer aquí?”, pero rápidamente, la carioca dejó a todos boquiabiertos.

“El año pasado jugué en la Copa del Mundo de Teqball”, explica. “Era mi primer torneo de teqball. Estaba abierto a todos, pero solo había tres mujeres entre los 80 participantes en los dobles”.

“Cuando llegué allí, la gente no me decía ni hola”, continúa. “Me miraban como si no debiese estar allí; no me sentía respetada. Esto pasa mucho fuera de Brasil: prejuicios. Como mujer, no partes con un respeto, sino que tienes que ganártelo”.

“Pero luego empezamos a ganar, y ya la actitud de la gente era como ‘Oh, sabe jugar…’. Yo y mi compañero Marcos Vieira acabamos cuartos. Cuando llegué a casa, la gente quería entrenarse conmigo. Sentí que había ganado credibilidad y había roto tabús”.

Natalia concluyó 2018 en Bahía, visitando a Neymar en su casa de vacaciones. Y le ‘agradeció’ la invitación derrotándolo en una partida de teqball. “Estuvo muy reñida”, precisa Natalia. “Acabé ganando por una ventaja muy ajustada. Él tiene un enorme talento. Fue todo un honor para mí".

Por increíble que parezca, el teqball es solamente la segunda variante del fútbol donde brilla Natalia, que es la vigente campeona mundial de futvoley en individuales y en dobles. Y aún más extraordinario resulta que el futvoley ni siquiera fue su primer deporte.

“Era tenista profesional”, explica. “Tenía tres hermanos mayores, así que tuve contacto con el balón de fútbol desde muy pequeña. Pero con 12 años, mi madre me prohibió jugar al fútbol y me apuntó a clases de tenis. Cuando tenía 17, me mudé a Argentina para hacer carrera como tenista”.

“Jugaba al tenis y pasaba mis vacaciones en Brasil. Cuando tenía unos 20 años, mi hermano mayor me introdujo en el futvoley, e inmediatamente me enamoré de la modalidad”, recuerda Natalia.

“Cuando dejé de jugar al tenis, quería seguir practicando deporte. Soy una persona muy competitiva y quería tener algún torneo para jugar los fines de semana, así que empecé a jugar al futvoley regularmente”.

“Me gradué en empresariales. El futvoley era mi afición, algo que esperaba con ilusión los fines de semana. Pero con el teqball y otros eventos, se ha convertido en una profesión”, matiza la brasileña.

“Mi primer Campeonato Mundial de futvoley fue en Israel en 2018. Pero no tenía a mi compañera Bianca Hiemer. Llevábamos diez años jugando juntas y habíamos ganado juntas muchos torneos, así que fue complicado. Pero Josy Souza y yo conseguimos proclamarnos campeonas”.

“Y ahora me he proclamado dos veces Reina de la Playa Mundial de Futvoley, que es un campeonato mundial individual femenino. Uno fue en Brasilia, y el otro en Barcelona”, relata.

“Me siento una privilegiada”, resalta. “Puedo jugar con Bianca y Marcelo y otras figuras. Ha sido un grandísimo honor y un placer ser amiga de Ronaldinho durante los diez últimos años; que me invitase a su casa para jugar al futvoley con él. He jugado con Neymar unas cuantas veces; con Nené, Zico, Marcelo, Douglas Costa, Vinicius Júnior…”.

“Es un honor que la gente quiera jugar conmigo, que quieran verme y hacerse fotos conmigo. Y es realmente genial que haya podido demostrar que las mujeres saben jugar. Jamás imaginé todo lo que me está pasando”, concluye.