sábado 11 abril 2020, 17:15

La otra Mewis mantiene vivo su sueño

  • Kristie y Sam Mewis brillaron juntas como internacionales juveniles

  • Sam es campeona del mundo, pero Kristie no ha plasmado su potencial

  • Podrían reunirse en la selección tras cinco años de ausencia de Kristie

En 2008, las hermanas Kristie y Sam Mewis alcanzaron juntas una final mundialista. De haberse dicho en aquella Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA que solo una de ellas acabaría teniendo el honor de disputar un choque por el título mundial de la categoría absoluta, parecería fácil pronosticar quién sería.

Sin embargo, cuando Estados Unidos alzó el título mundial en Francia en julio del año pasado, la estrella fue Sam, y Kristie la espectadora. La explicación de este cambio en la situación de ambas está en la historia transcurrida durante los once años que separaron las finales mundialistas de 2008 y 2019.

Kristie Mewis reacts after suffering a knee injury

“Creo que cuando pasa algo así puede servir para ver dónde están las debilidades de una, y quizás hasta para saber por qué se produjo la lesión”, explica a FIFA.com. “En mi caso, no cabe duda de que me indicó lo que estaba haciendo mal y qué debilidad tenía”.

Y quedó a la vista con su desempeño en las filas del Houston Dash la temporada pasada, que tendría su recompensa en diciembre, cuando volvió a recibir la llamada de la selección nacional femenina de su país, que tanto tiempo llevaba aguardando. La última de las 15 internacionalidades de su carrera se remontaba a 2014, por lo que disfrutó al máximo de aquel momento.

US Womens National midfielder Kristie Mewis #8 celebrates with teammates

“Sé perfectamente que va a ser muy difícil, porque en estos momentos no hay ningún plantel del mundo al que sea más complicado incorporarse. Todas las compañeras que están en él son increíbles, cada jugadora es de las mejores del mundo”.

“No, ninguna amargura, en absoluto, de verdad”, insiste. “Fue asombroso ver a Sam disputar el Mundial, no solo jugarlo, sino ganarlo, haciendo un torneo completamente increíble. Demostró a todos que es una grandísima futbolista, de las mejores del mundo, y yo la admiro muchísimo”.

“Me hubiera encantado jugar con ella, cómo no. Pero no me sentí mal, porque sabía que yo no merecía estar ahí. A lo mejor sería distinto si hubiera tenido la impresión de que debía haber estado en el plantel. Pero acababa de recuperarme de una lesión y no me encontraba al nivel de las integrantes de ese equipo”.

“Me anima, porque, por haber estado a ese nivel, sé que es lo que quiero conseguir”, explica. “No renuncio para nada a mi sueño. Todavía me considero capaz de jugar en la selección y sé por experiencia propia lo que hace falta para llegar ahí”.

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