sábado 13 noviembre 2021, 13:00

La nueva vida de Sabrina Soravilla

  • Un control de rutina le detectó un problema cardíaco

  • La patología obligó a la uruguaya a dejar el fútbol profesional

  • Hoy es parte del cuerpo técnico de Nacional en la Libertadores

- Sabrina, no solo no podés jugar la Libertadores: no vas a poder jugar más al fútbol.

Las palabras del médico desgarraron a Sabrina Soravilla. Lo que empezó como un control de rutina antes de viajar a la Copa Libertadores Femenina 2021 con Nacional de Uruguay, terminó con la confirmación de una condición cardíaca que no había surgido en ningún chequeo previo en sus 25 años, obligándola a dejar lo que ama. 

“Me puse a llorar con mi mamá, estuve un rato largo tratando de calmarme. En ese momento se me cayó el mundo encima”, dice Soravilla a FIFA.com desde Asunción, en donde está como parte de la delegación de Nacional, uno de los equipos que avanzaron a los cuartos de final del torneo al que pensó no iba a ir.

Sí, Sabrina al final pudo viajar, y su historia tiene un ‘final’ abierto y alentador. Sin embargo, debió poner garra y carácter para empezar de nuevo. Los mismos atributos que exhibió como jugadora en su club y en la selección, con la que jugó la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA 2012 y la Copa América 2018. 

iahui Lei of China PR is tackled by Sabrina Soravilla of Uruguay

“Pensé que se me había terminado la vida, que me deban una nueva que no quería ni era la que había formado. Estaba con rabia y sin saber con quién agarrármela”, agrega Soravilla, que empezó a jugar de niña en su Solymar natal por influencia de su padre y de su hermano, y tiene como compañera a su gemela Romina.

“Después bajé a tierra y empecé a ver lo positivo de que hayan detectado el problema sin que me pasara nada malo. Al principio, cuando me recalcaban eso para darme aliento, me ponía peor. No veía nada positivo”, continúa Sabrina, que jugó su último partido el pasado 10 de octubre.

El cambio de actitud empezó por ella, pero también tuvo mucho que ver Nacional, club al que llegó en 2012 con 16 años y que le firmó su primer contrato como profesional en julio de 2020.

“Tras darme un tiempo para estar mal, me dije que no podía hacer nada con lo que pasó, que escapaba a mí y debía hacer algo para adelante. No quería vivir deprimida, triste, y busqué la salida en esta propuesta de Nacional, que fue importante para dejar el pozo en que estaba”.

La propuesta consistió en sumarse al equipo de trabajo de Diego Testas. “Me invitaron a viajar a la Copa para poder compartir la experiencia, pero también mostraron interés para que me mantuviera cerca del equipo después, como parte del cuerpo técnico”.

¿Qué hace? “Asisto al entrenador con el armado de las prácticas, con cosas como los conos, los arcos y los circuitos de trabajo, pero también ayudo al profe con los dispositivos GPS, a tomar los datos. De a poco quieren que aporte mi visión de jugadora, para corregir detalles o motivar a las chicas, pero aún me cuesta. Fue todo muy rápido, todavía me estoy acostumbrando”. 

Lo que más le cuesta cambiar, confiesa, “es ver la pelota y no ponerme a jugar. O a veces ayudo en la práctica de remates detrás del arco, y si el balón se va lejos, atino a ir corriendo, pero me freno”, comenta con una sonrisa.

Todo aceleró los tiempos para realizar el curso de entrenadora. “Pensaba hacerlo cuando me retirara, pero se me adelantaron los planes, más con esta oportunidad del club. Creo que lo haré el año que viene”, cuenta Soravilla, que además está a una monografía de recibirse como fisioterapeuta.

Sabrina Soravilla of Nacional of Uruguay walks with team’s coach Diego Testas

Mientras, Sabrina disfruta la gran actuación de Nacional en su tercera Libertadores personal, la primera afuera de la cancha. “Es la vez que mejor preparadas llegamos, y confiamos en dar más todavía”, dice la futbolista, que creció festejando cada quite de dos ex seleccionados como Egidio Arévalo Ríos y Diego Rodríguez.

Luego, traslada ese optimismo a la selección femenina uruguaya. “Se creció y hay muy buenas jugadoras, pero falta rodaje como grupo, porque varias están afuera y tienen pocas chances de juntarse a competir. Debería haber más amistosos para prepararse mejor, pero hay nivel. Ojalá alcance para clasificarse al próximo Mundial”.

Soravilla ya habla como referente de la actividad y ejemplo de vida. “No me veo así. Mi caso generó un impacto grande, y es un aprendizaje para todos. Nunca sabés qué te puede pasar, y hay que estar preparada. El tema clave es la formación”.

Así, deja dos conclusiones importantes. “Muchas jugadoras tienen la oportunidad de vivir de esto, pero siempre es necesaria una base de donde agarrarte, con otras proyecciones de vida por las dudas. Y es importante disfrutar. A veces te olvidas, lo hace por rutina, y cuanto te sacan algo tan lindo, te das cuenta que debes aprovechar cada momento al máximo”. 

📸 Agradecemos las fotos a Dayana Ravelo (Decano) y Diego Andrés Martínez (Nacional de Montevideo).

Sabrina and Romina Soravilla of Nacional of Uruguay