sábado 25 febrero 2017, 10:04

La hora del relevo en las Canucks

Las despedidas nunca son fáciles, especialmente cuando hay que decir adiós a alguien a quien se tiene en gran estima. La afición canadiense sufrió una de esas duras despedidas el pasado 4 de febrero, cuando su selección recibió a México con ocasión de un partido amistoso que tuvo lugar en el estadio BC Place de Vancouver.

El encuentro, que era el primero de Canadá desde la conquista de la medalla de bronce en el Torneo Olímpico de Fútbol Femenino Río 2016 y se saldó con victoria local por 3-2, significó además la despedida de las veteranas Marie-Eve Nault, Melissa Tancredi y Rhian Wilkinson, que vistieron por última vez la camiseta de la selección.

El duelo celebró las brillantes trayectorias de Nault, Tancredi y Wilkinson, así como los dos bronces cosechados por la selección canadiense en las citas olímpicas de Londres 2012 y Río 2016, pero además, fue una buena ocasión para poner el foco en esas jugadoras que han de liderar al equipo de John Herdman en los próximos años.

Las tres veteranas recién retiradas dejan tras de sí una importante huella entre las internacionales canadienses más jóvenes. “Hablamos de tres futbolistas muy experimentadas con las que he aprendido muchísimo”, declara a FIFA.com la delantera Deanne Rose. “A las jugadoras jóvenes que como yo somos relativamente nuevas en el equipo siempre nos han tratado estupendamente y nos han intentado transmitir todos los conocimientos que ellas han adquirido a lo largo de los años. Quiero darles las gracias por todo lo que han hecho por nosotras”, añade.

Una nueva generación toma el testigo Rose, a punto de cumplir 18 años, es uno de los nuevos y más brillantes talentos de una selección canadiense que se encuentra en proceso de evolución y que puede presumir de contar con algunas de las estrellas del fútbol femenino del futuro. Junto con la también delantera Janine Beckie y la centrocampista Jessie Fleming, Rose resultó clave para el éxito de Canadá en Río.

Este grupo de futbolistas emergentes está considerado la generación con más calidad técnica de la historia de la selección canadiense. Una vez que Herdman ha dejado claro que su intención es convertir a Canadá en uno de los mejores equipos del mundo, los esfuerzos del combinado norteamericano se han centrado en practicar un fútbol que prioriza la posesión de la pelota. Esta filosofía, que hace además hincapié en disponer de jugadoras con la suficiente versatilidad como para jugar en más de una posición, podría convertir a Canadá en un rival temible para cualquier equipo.

“No hay otro camino posible cuando quieres ser uno de los mejores equipos del mundo”, asegura Beckie. “Tienes que contar con jugadoras polivalentes, que pueden jugar en diferentes posiciones. Un ejemplo perfecto de ese tipo de futbolista es Ashley Lawrence, centrocampista que en las Olimpiadas rayó a gran nivel en el puesto de lateral y realizó una gran aportación al juego del equipo. También están Jessie Fleming, que puede jugar en cualquier posición del centro del campo, y Sinc , que puede actuar en el mediocampo y en la delantera”, explica.

“Para conseguir lo que nos pide el seleccionador hace falta que, en cierta forma, las jugadoras tomemos la iniciativa y salgamos de nuestra zona de confort. Sea como fuere, se trata de un cambio muy importante que estamos en proceso de llevar a cabo”, añade Beckie.

Objetivo: Francia 2019 En esta primera mitad del año, el calendario se presenta apretado para Canadá. Para empezar, las pupilas de John Herdman intentarán revalidar el título que conquistaron en la Copa Algarve en 2016. La escuadra norteamericana se verá las caras con Dinamarca (1 de marzo), Rusia (3 de marzo) y la anfitriona Portugal (6 de marzo) en el Grupo 1 de la cita lusa, cuya final tendrá lugar el 8 de marzo. En abril, Canadá disputará dos exigentes amistosos a domicilio frente a Suecia y Alemania, actual campeona de Europa. Finalmente, ya en junio, las Canucks se medirán a Costa Rica, uno de sus rivales de la CONCACAF, en dos amistosos que se disputarán en tierras canadienses.

Aunque todavía faltan más de dos años para la Copa Mundial Femenina de la FIFA Francia 2019, Canadá ya ha dejado claro que su objetivo es estar allí y que quiere convertirse en el mejor equipo del mundo. “Actualmente ocupamos el cuarto puesto en el escalafón mundial y trabajamos para seguir ascendiendo escalones”, asegura Fleming. “Para llegar a lo más alto debemos esforzarnos por seguir dando consistencia al equipo y encontrar la manera de continuar ganando partidos en los próximos tres años”, concluye.