jueves 12 marzo 2020, 12:47

La historia dorada de África en las Olimpiadas  

  • Ninguna nación africana ha ganado nunca la Copa Mundial de la FIFA

  • Pero dos sí han conquistado el Torneo Olímpico de Fútbol Masculino

  • Recordamos los éxitos de Nigeria (1996) y Camerún (2000)

Si bien África continúa esperando por su primer título de la Copa Mundial de la FIFA™, las cosas han sido diferentes en el Torneo Olímpico de Fútbol Masculino. Recordamos las gestas de Nigeria y Camerún en Atlanta 1996 y Sydney 2000, respectivamente.

El triunfo de ensueño de Nigeria

Capitaneada por el gran Nwankwo Kanu, flamante ganador de la Liga de Campeones de la UEFA con el Ajax, Nigeria afrontaba Atlanta 1996 con grandes expectativas, y hubiera sido apropiado señalarla como principal tapado del torneo.

Aquella generación nigeriana había tenido éxito en distintos certámenes mundiales de las categorías inferiores, especialmente el Campeonato Mundial Juvenil de 1989, con un subcampeonato, de modo que su calidad estaba a la vista de todos.

Kanu predicó con el ejemplo y marcó el solitario gol que dio la victoria a las Súper Águilas en su estreno, ante Hungría en el Grupo D (1-0). Y frente a una selección japonesa repleta de moral, que había vencido 1-0 a Brasil, estas se impusieron con dos goles en los instantes finales, obra de Tadahiro Akiba, en propia meta, y del genial Jay-Jay Okocha.

En el último partido de la liguilla, los hombres de Jo Bonfrère cayeron por 1-0 a manos del Brasil de un jovencísimo Ronaldo, pero aun así conseguirían la clasificación para las eliminatorias, por diferencia de goles.

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En cuartos de final, contra México, Okocha y Celestine Babayaro fueron los héroes de una contienda que ambos conjuntos terminaron con diez hombres. Y apenas seis días después de que Nigeria y Brasil se cruzasen en la fase de grupos, Bebeto y compañía volvieron a interponerse en el camino de los nigerianos, esta vez con el pase a la final en juego.

Ronaldo había anotado cuatro goles en otros tantos partidos, y Nigeria llegó al descanso con un 3-1 en contra. Victor Ikpeba metió de nuevo al cuadro africano en el encuentro en el minuto 78, y entonces Kanu tomó el relevo. El espigado delantero igualó el duelo en el 90, para luego anotar el gol de oro en el minuto cuatro de la prórroga, con el que las Súper Águilas terminaron ganando 4-3.

Puede que fuese la mano del destino: el adversario de Nigeria en la final iba a ser otro grande de Sudamérica, Argentina, que se situó con un 2-1 a favor tras un penal transformado por Hernán Crespo. Pero esa ventaja no bastaría a los argentinos. A un exquisito remate bombeado de Daniel Amokachi en el minuto 74 le siguió una volea con la zurda de Emmanuel Amunike (imagen de arriba) en el último minuto, que superó el fuera de juego rival y se convirtió así en la diana que hizo historia. Su compañero Sunday Oliseh resumió de forma muy elocuente las emociones vividas en ese momento.

“Les aseguro que ahora mismo todo el mundo lo está celebrando en África. Hoy no va a dormir nadie. Todos estarán felices. Va por todos los países africanos”.

Un inspirado Camerún enorgullece aún más a África

En Sydney 2000, Nigeria partía como favorita para revalidar su título, pero Camerún también estaba decidido a hacer historia. Su seleccionador, Jean-Paul Akono, supo combinar a la perfección juventud y experiencia, y aquel fue el torneo en el que Samuel Eto'o se dio a conocer ante todo el planeta.

Como había ocurrido con Nigeria en 1996, el paso de los Leones Indomables por la liguilla no fue un camino de rosas. Empezaron con una azarosa victoria por 3-2 sobre Kuwait, a la que siguieron sendos empates frente a la República Checa y Estados Unidos.

Y los paralelismos con la campaña de Nigeria en 1996 no terminaron ahí. Los discípulos de Akono doblegaron a Brasil en la ronda de eliminatorias gracias a un gol de oro: esta vez, el héroe fue Modeste M'bami. En semifinales, contra Chile, Patrick Mboma (84') y Lauren Etame Mayer (89') clasificarían a Camerún para el choque decisivo.

Ante la imponente cifra de 104.098 espectadores congregados en el Stadium Australia de Sydney, España y Camerún brindaron a todo el globo un clásico instantáneo. A pesar de llegar perdiendo por 2-0 al descanso, los Leones demostraron ser verdaderamente indomables. Un gol en propia meta de Iván Amaya permitió recortar distancias al cuadro africano, y Eto'o materializaría a continuación el empate. España registró dos expulsiones en la segunda parte, pero aun así el partido tuvo que decidirse en los penales. Camerún no falló ni uno y Amaya estampó su lanzamiento contra el poste, con lo que África subiría dos veces consecutivas a lo más alto del podio en el Torneo Olímpico de Fútbol Masculino.

¿Sabías que...?

Ninguna nación africana ha ganado el Torneo Olímpico de Fútbol Masculino desde que Nigeria y Camerún lo lograron en 1996 y 2000. Costa de Marfil, Egipto y Sudáfrica representarán al continente en Tokio 2020. ¿Podrá alguno de esos países añadir otro oro al palmarés africano?