La conjura de los hermanos Grytsyna

“Se ha convertido en una especie de maldición para la selección ucraniana”, señala Mykhailo Grytsyna. Y es que, tras haber disputado cinco grandes campeonatos de fútbol sala en los últimos seis años, Ucrania se estrelló en cuartos de final en todos y cada uno de ellos…

Pese a que entre esas cinco eliminaciones en cuartos figuran dos derrotas en la tanda de penales, la forma en la que Ucrania se despidió de la Eurocopa de Fútbol Sala 2016 el pasado febrero podría considerarse la más dolorosa y dramática de todas. Tras haber encajado un gol tempranero ante la anfitriona Serbia, el hermano de Mykhailo, Mykola, niveló la contienda. Después de disparar tres veces a la madera en el transcurso del partido, la prórroga parecía una certeza, pero el combinado local metió dentro una volea a falta de 3 décimas de segundo…

Fue una dura iniciación en una competición del máximo nivel para los dos hermanos, que vestían por primera vez la camiseta de su país en un gran campeonato. Ambos tendrán muy presentes las lecciones aprendidas cuando acudan a la Copa Mundial de Fútsal de la FIFA Colombia 2016. “Fue sólo una fracción de segundo”, reflexiona Mykhailo. “Pensábamos que acabaría en empate y estábamos listos para la prórroga, así que nos lo hicieron pagar”.

“Tienes que estar concentrado durante todas las fases del encuentro y jugar hasta el último segundo, hasta que oigas el pitido final”, coincide Mykola, el mayor de hermanos, quien recalca que el doloroso desenlace no empañó sus primeros pasos en la escena internacional. De hecho, él fue el máximo goleador de Ucrania en el certamen. “Gocé de una experiencia valiosísima en la Eurocopa. Aprendí mucho, y he visto muchas cosas que me servirán”.

Que le servirán para la cita mundialista que está a punto de arrancar en Colombia. La formación ucraniana se paseó en la fase de clasificación –donde era una de las principales cabezas de serie– tras acumular 29 goles a favor en sus 5 encuentros, por sólo 6 en contra.

Mykhailo, quien lideró la faceta anotadora en su selección, insiste en que su pasaporte a Colombia no fue tan sencillo como parecen indicar las estadísticas. “Yo no diría que tuvimos un camino fácil hacia el Mundial”, asevera. “Nos clasificamos gracias a nuestro trabajo duro, nuestras ganas, y a que el equipo lo deseaba de veras”.

Sangre deportiva Los hermanos Grytsyna llevan el amor al deporte en la sangre. Su madre representó a Ucrania en balonmano, y ambos pisarán la cita mundialista tras haber empezado a practicar la modalidad hace apenas cinco años. “En cuanto empezamos con el fútbol sala, enseguida nos marcamos este objetivo; soñábamos con ello”, señala Mykhailo. “Queríamos repetir lo que consiguió nuestra madre, y la primera vez que me puse una camiseta con el escudo nacional de Ucrania, se me saltaron las lágrimas”.

“Cuando nos alineamos juntos por primera vez... fueron sentimientos increíbles, imposibles de expresar”, añade Mykola. “Jugamos juntos en la Eurocopa y, si todo va bien, iremos juntos al Mundial. Será algo increíblemente emotivo”.

Su estreno en el Mundial será de una exigencia máxima: la vigente campeona, Brasil. Pero Mykola no se achica. “En la Eurocopa jugué por primera vez contra España, que es una selección muy potente, pero se le puede hacer frente. Creo que con los brasileños ocurrirá lo mismo”.

Los dos jugadores del Energia Lviv son conscientes de que el espíritu combativo ha sido el principal ingrediente para que Ucrania se mantenga como una de las naciones punteras en el mundo del fútsal. Aunque esté rodeada por formaciones más técnicas como Brasil, España y Portugal, Mykhailo considera que tienen que seguir con esa tónica cuando salten a la cancha en Bucaramanga el 11 de septiembre.

“Uno siempre quiere jugar contra una selección como Brasil, porque es una de las mejores. Queremos jugar para averiguar si estamos preparados para este nivel. Por supuesto que queremos un resultado positivo, pero no queremos jugar replegados atrás, sino plantarles batalla”, asevera Mykhailo, mientras su hermano Mykola apostilla: “Somos cosacos: siempre luchamos y jugamos estimulados por el deseo de triunfar”.

Sus siguientes rivales son Mozambique y Australia. Confían en superarlos para llegar a la ansiada segunda fase, con esperanzas de romper, al fin, su maleficio de los cuartos de final.