viernes 06 enero 2017, 13:06

La anatomía de un trofeo

Los trofeos son bienes preciados por los que muestran un profundo apego aquellos con el talento y la suerte suficientes para alcanzar la cima de su profesión vocacional. A menudo, un trofeo puede convertirse en la atracción principal de un gran evento, como en las diversas finales de la Copa Mundial de la FIFA™ –ya sea en categoría masculina o femenina; tanto sénior como en categorías juveniles–, donde los jugadores desfilan solemnemente ante el ansiado galardón. Así, el trofeo en sí mismo se convierte en la meta, ya que simboliza la victoria y el éxito supremo de los esfuerzos de un equipo por acceder a lo más alto.

¿Y qué pasa entonces con las individualidades? El próximo 9 de enero, los The Best FIFA Football Awards™ condecorarán a los futbolistas y entrenadores de élite de todo el planeta fútbol, y se necesitaba un trofeo apropiadamente simbólico y emblemático para representar las máximas distinciones individuales del deporte rey.

Por consiguiente, la FIFA encargó el diseño de un nuevo trofeo para honrar a los mejores. Dicho trofeo, recubierto de platino y con versiones idénticas para los futbolistas y técnicos tanto en categoría masculina como femenina, presenta una forma parecida a la del icónico Trofeo de la Copa Mundial; un homenaje a la tradición con un diseño contemporáneo y dinámico. El nuevo trofeo empezó a tomar forma después de que los bocetos de la artista croata Ana Barbic Katicic pusiesen rumbo a Zúrich.

“Lo que ha inspirado el diseño de este trofeo es la idea de honrar a los mejores jugadores del mundo para la FIFA”, explica Katicic a FIFA.com. “Compartíamos la misma opinión de que no debíamos apartarnos de las convenciones clásicas, y debíamos respetar la identidad de la FIFA que todos conocemos. El trofeo respeta y honra los mismos valores que llevan siendo la piedra angular de este deporte desde los primeros días de la FIFA; e intentamos celebrarlos de nuevo con este nuevo e icónico trofeo”.

Encima del elegante cuerpo del trofeo figura el balón utilizado en la primera final de un Mundial, que disputaron Uruguay y Argentina en 1930. El diseño lo hizo realidad Adon Production AG, una empresa con sede a las afueras de Zúrich que empleó en su creación tecnología de vanguardia.

“El trofeo consta de cinco partes: la parte inferior, la base, una pieza de carbono sobre la base, el cuerpo y el balón”, explica Rover Schudel, director ejecutivo y presidente de Adon. “La máquina que da forma al balón es muy nueva. Produce piezas para la industria aeroespacial, así como para la Fórmula 1, y tiene una precisión de la 12.000ª parte de un milímetro”.

El balón que adorna la cúspide del trofeo, que mide 31 cm y pesa 6'4 kilos, tal vez sea su elemento más imponente; un homenaje idóneo al torneo inicial de la FIFA. “El balón en la parte superior del trofeo representa la historia del fútbol y también la historia de la FIFA”, indica a FIFA.comeI secretario general adjunto de fútbol de la FIFA, Zvonimir Boban. “Creo que es un modo de contar la historia precioso; demuestra respeto hacia las tradiciones futbolísticas, al tiempo que mantiene un aspecto moderno. Esto lo convierte en un trofeo puramente postmoderno”.

Fue un momento digno de contemplar cuando Boban mostró el trofeo por primera vez a Katicic, que había volado desde Zagreb hasta la fábrica para ver la versión final.

“Cuando vi el trofeo por primera vez me quedé abrumada”, recuerda Katicic sonriendo. “Era básicamente un sueño hecho realidad. Estoy muy contenta por haber formado parte de este proyecto y haberme asociado con estos expertos en alta tecnología que lo han fabricado. Tiene un aspecto maravilloso; es muy hermoso, muy preciso, muy detallado. Combina sencillez y minimalismo, que eran las ideas que inspiraron el trofeo, y es realmente mágico”.

Cabe imaginar que, sean quienes sean los distinguidos como The Best por los seleccionadores, capitanes de selecciones, periodistas y aficionados que han votado, éstos tendrán una reacción similar a la de la Katicic cuando, por fin, se dispongan a tener en sus manos el codiciado premio.

The trophy itself, which stands at 310mm and weighs a substantial 6.4kg, is adorned by a ball at its pinnacle. This is perhaps its most striking feature, a suitable homage to FIFA’s original tournament.​