A la 33ª fue la vencida. El 15 de noviembre de 2019, después de 32 fases de clasificación fallidas, la selección finlandesa por fin selló su billete para un gran torneo internacional de fútbol.

Luego de nueves décadas de intentos, no todos confiaban en que pudiera darse. “Muchísima gente, finlandeses incluidos, me decía que nunca nos íbamos a clasificar”, reconoce el seleccionador Markku Kanerva.

A pesar de las dudas —y de las miradas de envidia hacia sus vecinos nórdicos—, Finlandia por fin lo ha conseguido. Y tras alcanzar la Eurocopa de la UEFA 2020 se desató la correspondiente euforia.

Kanerva, un seleccionador discreto y, más allá de las fronteras de su país, un hombre poco conocido, fue el artífice de este éxito sin precedentes. Aupó a los suyos hasta la segunda posición de su grupo clasificatorio, por delante de Grecia y Bosnia y Herzegovina.

Antiguo profesor de escuela y exdefensor internacional, Kanerva, de 55 años, lleva más de década y media formando parte del cuerpo técnico de la selección nacional. En este tiempo ha sido segundo entrenador y seleccionador del combinado sub-21, al que guió hasta la fase final del Campeonato Europeo.

Pero su nombre no empezó a ser popular hasta que tomó las riendas de la selección absoluta en diciembre de 2016. Concluido el clasificatorio, y con el primer gran torneo de su historia en el horizonte, el seleccionador finlandés, ascendido a categoría de héroe, nos habló de los secretos de su éxito y de los retos que vienen.

Ha sido un sueño para muchas generaciones de finlandeses. Aquí, los aficionados al fútbol no han perdido la fe ni siquiera en los malos momentos, y siempre nos decían: “Ojalá lo veamos algún día”. Con que imagínense lo mucho que ha significado para nosotros conseguirlo al fin. Para todos los que hemos jugado, apoyado o entrenado al fútbol en este país, fue un momento increíble, fantástico. Estamos muy orgullosos y muy contentos. Es algo que ha unido aún más al pueblo finlandés. Sabemos lo que es llegar a lo más alto a nivel deportivo, porque somos campeones del mundo de hockey sobre hielo, por ejemplo. Pero la espera hasta conseguir algo así en el fútbol ha sido muy larga y, por eso, la gente se volvió loca cuando se produjo.

Estuvimos cerca de clasificarnos un par de veces. Con Roy Hodgson, por ejemplo. Fue con la denominada “generación de oro”, con Jari Litmanen y Sami Hyypia, entre otros. Al no conseguirlo con aquel equipo, algunos pensaron que ya nunca nos clasificaríamos. Cuando me nombraron seleccionador, mucha más gente se sumó a esta creencia, porque varios futbolistas claves dijeron adiós a la selección más o menos en aquel momento. Pero yo vi entonces la oportunidad de traer a algunos jóvenes y hacer un equipo nuevo. Y creo que, con esos jugadores, nunca hubo ninguna barrera psicológica. Ellos pensaban que tenían mucho que ganar y estaban ansiosos por conseguir algo especial.

Bueno, en cuanto a participación, el fútbol sí es el número uno. Aunque es cierto que entre el público en general, los medios de comunicación y los espectadores, los deportes como el hockey sobre hielo siempre han sido más populares. Mi gran ilusión es que esto contribuya a que el fútbol sea el deporte rey en todos los aspectos. No lo será de la noche a la mañana, pero esto le ha dado un gran espaldarazo y ha servido de inspiración a todos los que formamos parte de este mundo, en especial a los niños. Ahora tenemos que procurar aprovechar esta oportunidad para hacer crecer el fútbol en Finlandia. Y no me refiero únicamente a la selección masculina absoluta, sino también la femenina y el fútbol base.

Creo que lo más importante, más allá de contar con buenos futbolistas, es el espíritu de equipo. Siempre que Finlandia ha triunfado en algún deporte, ya fuera hockey sobre hielo, voleibol, baloncesto o fútbol, el espíritu de equipo ha sido un factor clave. Además, hemos defendido tremendamente bien y Lukas Hradecky es un grandísimo arquero. Dejar nuestra portería a cero en seis de los diez partidos es un dato que habla por sí solo. También hemos tenido la suerte de contar con delanteros muy acertados, como Teemu Pukki, que marcó diez goles. Pero me gustaría destacar ese espíritu por encima de todas las cosas. Si lo mantenemos y seguimos con la misma mentalidad, creo que podremos cosechar más éxitos.

Antes de nada, intento rodearme de un buen cuerpo técnico. Es muy importante tener gente que no solo hace su trabajo, sino que es capaz de hacerlo en equipo y contribuir a forjar ese espíritu, que es fundamental para nosotros. En cuanto a mi manera de entrenar, diría que soy más bien de la vieja escuela, pero también me centro mucho en los jugadores. Trabajo mucho los detalles, me gusta estudiar minuciosamente a los futbolistas de manera individual y hablar con ellos, escuchar sus ideas y ver cómo sacar lo mejor de cada uno. En mi equipo, las opiniones siempre son bienvenidas porque, para mí, los entrenadores están para ayudar a sus jugadores. Gran parte de mi filosofía se basa en crear un ambiente positivo en el que todos los futbolistas sientan que forman parte de un equipo. Creo que no hay mejor manera de conseguir que los jugadores aporten todo lo que tienen para el bien colectivo.

Estamos hablando del líder de la clasificación mundial y de otras dos selecciones que alcanzaron los cruces en la pasada Copa Mundial, por lo que es un grupo muy complicado. Pero ya hemos sorprendido a mucha gente y creo que también podemos dar la campanada ante estas selecciones. Lo único que debemos hacer es jugar como mejor sabemos y esperar que nuestros jugadores más destacados se mantengan en buena forma de aquí a mediados de año. También tendremos que intentar controlar los partidos, pero eso no siempre significa dominar la posesión. Rusia es el ejemplo perfecto, de hecho. Apenas dominó el balón en el Mundial, pero mantuvo el control y se mostró muy efectiva al contragolpe. Puede ser un referente para nosotros.

Y ahora que ya se han clasificado para su primera Eurocopa, ¿cómo de importante es que Finlandia dé continuidad a lo que han conseguido y alcance su primera Copa Mundial de la FIFA?

Es el mayor de los sueños, por supuesto. Pero es muy, muy difícil. Para la EURO se clasifican 24 selecciones, mientras que las plazas europeas disponibles para el Mundial son solo 13, lo que reduce las opciones casi a la mitad. Aunque si hacemos una buena Eurocopa y llegamos bien preparados al clasificatorio mundialista, ¿quién sabe? Como suelo decir, esta selección no deja de sorprender.