martes 03 noviembre 2020, 09:06

Hayes: "Inglaterra es el mejor destino para jugar"

  • Emma Hayes ganó su tercer título de la WSL con el Chelsea la pasada campaña

  • Ha reforzado su plantilla con estrellas como Sam Kerr y Pernille Harder

  • Habla de desafiar al Lyon, de asumir el confinamiento y entrenar en plena pandemia

La historia del Chelsea de Emma Hayes resume la historia reciente del fútbol femenino inglés. Cuando se hizo cargo del equipo en 2012, las Blues eran –en palabras de la propia Hayes – “un equipo aficionado”. Y estaba lejos de ser el único…

Sólo 8 años después, el Chelsea se presenta como la antítesis del amateurismo. El equipo de Hayes encarna la visión, la ambición y la impecable profesionalidad que ha transformado a la Women’s Super League inglesa (WSL) en el destino de referencia del fútbol femenino.

El conjunto londinense aportó una prueba fehaciente de su condición de abanderado de esa metamorfosis al cerrar los dos principales traspasos de 2020: primero Sam Kerr y luego Pernille Harder. Melanie Leupolz y Jessie Fleming también han sido contratadas, reforzando aún más una plantilla ya repleta de estrellas y ganadora de títulos, en la que figuras de la talla de Erin Cuthbert, Fran Kirby, Ji Soyun, Maren Mjelde y Bethany England se pelean por los puestos en la alineación.

¿La misión de Hayes? Convertir a ese amplio abanico de joyas ofensivas en un bloque plenamente operativo con el fin de mantener la supremacía nacional y desafiar la hegemonía europea del Lyon. Y si hay una persona preparada para ese trabajo, es esta londinense que se distingue por hablar claro.

La entrenadora de 44 años, una de las mejores del mundo, cuenta a FIFA.com que ha vuelto renovada del parón futbolístico forzado por la COVID-19, y está disfrutando con el reto de guiar a su equipo en una nueva época incierta, pero apasionante.

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Emma, ¿está contenta con el comienzo de temporada sin conocer la derrota que ha tenido su equipo?

Una cosa que he aprendido es que no se puede ganar un título en esta parte inicial de una temporada, pero que definitivamente lo puedes perder. Y creo que ha sido un comienzo sólido. Siento que estamos mejorando, y estoy contenta con cómo se están integrando en el equipo las jugadoras nuevas.

Da mucha importancia a la cultura de equipo que ha establecido en el Chelsea. ¿Se están adaptando bien los nuevos fichajes?

Totalmente. Son todas unas personas fantásticas. Lo más importante para mí es ver que se están integrando en nuestra forma de hacer las cosas y en nuestra forma de jugar. Parte de eso lleva tiempo, porque tienen nuevas compañeras, un nuevo cuerpo técnico y nuevas formas de trabajar, y se necesita tiempo para comprender plenamente nuestros principios y escala de valores. Pero todas ellas son grandes estudiosas del juego y están dispuestas a aprender y mejorar, y esto es todo lo que les pido.

¿Está disfrutando con el desafío táctico de encajar todo ese talento ofensivo en un equipo y encontrar el equilibrio adecuado?

Sí, pero yo diría que ese desafío se presenta en cada temporada y con cada grupo de jugadoras. Lo que sí sé es que, para mejorar, tienes que seguir evolucionando. Muy probablemente, lo que nos llevó a ganar el título la pasada campaña no sería suficiente este curso. Siempre tienes que buscar nuevas soluciones y, en el caso de las jugadoras, eso significa estar abiertas a nuevas relaciones y retos si queremos volver a escalar hasta la cima. Afortunadamente, en este equipo tenemos la clase de personas que lo comprenden y lo asumen.

Somos muy afortunadas por contar con un talento maravilloso en este club, y nunca se sabe cómo se conjuntará todo eso en el campo. Pero como entrenadora supone un reto fascinante, y estoy muy contenta de que estas jugadoras de élite elijan venir al Chelsea porque quieren ponerse a prueba y llegar a lo más alto. Defensivamente, hemos demostrado que podemos competir al máximo nivel. Ha sido en ataque, especialmente en Europa, donde hemos tenido que mejorar. Con el desarrollo del equipo en los dos últimos años, unido a los fichajes que hemos traído, siento que estamos mejorando en esa parcela.

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¿Se enfrenta a nuevos retos como entrenadora dada la cantidad de jugadoras de talla mundial que tiene ahora y el hecho inevitable de que algunas calienten banquillo?

Nunca he conocido un banquillo feliz, y cualquier entrenador que diga que tiene uno está mintiendo. Ni siquiera intento mantener contentas a todas porque sé que no es posible. Pero sí que pongo todo mi empeño en que todas permanezcan implicadas y trabajando hacia un objetivo común, porque en cuanto eso deje de pasar, es cuando el equipo se pone en peligro. Mi trabajo consiste en mantener a todas por el buen camino.

¿Cuáles han sido las principales dificultades derivadas de entrenar en plena pandemia?

Lo más complicado es que, diga lo que diga la gente sobre una “nueva normalidad”, es extraño estar jugando sin aficionados. Nuestras jugadoras, especialmente las internacionales, se están acostumbrando además a no poder ir a casa a ver a sus familias, porque solamente pueden abandonar nuestra burbuja para meterse en otra burbuja con sus selecciones nacionales. Eso no es agradable, y la gente está preocupada por sus familiares ahora mismo con todo lo que está pasando.

Tampoco podemos socializar como equipo como nos gustaría por todas las medidas anti-COVID. Debido a eso no está habiendo una vinculación afectiva de equipo como tal, por lo que hemos tenido que estudiar maneras diferentes de construir ese espíritu de compañerismo que puede resultar tan importante.

Durante el parón futbolístico de hace unos meses, ¿fue una tortura estar apartada del fútbol, o hubo aspectos positivos en ese respiro forzoso?

Tengo que ser sincera: me encantó. Me encantó estar en casa, poder pasar tiempo con mi hijo, recuperarme, descansar y dar un paso atrás para sentar las bases para esta temporada. Fue el primer respiro que he tenido en mi carrera desde 2010; lo agradecí y me siento mejor por ello.

Se habló con mucho pesimismo del posible impacto de la COVID-19 en el fútbol femenino. A su juicio, ¿qué tiene que suceder para mantener el impulso de los últimos años?

Creo que en Inglaterra hemos hecho un trabajo brillante y que muestra lo que ha de hacerse. La Federación Inglesa de Fútbol ha estado magnífica, y los clubes han demostrado, con las jugadoras que hemos traído, que este es el mejor destino para acudir. Inglaterra ha proporcionado un faro que da luz al fútbol femenino en todo el mundo, y estoy muy orgullosa de ello.

¿En qué medida le ilusiona esa afluencia de estrellas hacia la WSL, y qué le parece que se diga que es la liga preeminente en el fútbol femenino?

Ha sido genial. Hay muchísima calidad por toda la liga, y no somos solamente nosotras, el Arsenal y el [Manchester] City: es por toda la liga. Ese es otro indicador de que es la mejor liga para jugar, porque no se trata solamente de dos o tres equipos fuertes. Si te fijas, ahora hay entre seis y ocho equipazos formidables, y me encanta ver eso porque quiero que el fútbol femenino progrese; esa es mi prioridad. Más equipos competitivos hacen mi trabajo más difícil, pero eso también genera un mejor producto y lo hace más atractivo para las emisoras y los patrocinadores, por lo que es algo que recibo con agrado.

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Háblenos del Lyon y la Liga de Campeones. ¿Cómo valora lo que ha conseguido el conjunto francés? ¿Será esta la temporada en que concluya su hegemonía?

El Lyon se merece todo el reconocimiento por lo que ha hecho por el fútbol femenino y por lo mucho que ha invertido en este deporte. Ha sido el equipo que más ha gastado y su dominio así lo refleja. Nosotras hemos ido construyendo un equipo para competir con ellas, y año a año hemos ido mejorando. Ahora, junto con conjuntos como el PSG, el Barcelona, el Wolfsburgo y el Manchester City, somos uno de los mejores equipos de Europa. Desde luego, tengo grandes esperanzas. Pero también sé que nos enfrentaremos a los mejores equipos del mundo y, para que consigamos lo que queremos, el entorno aquí tiene que ser más exigente que nunca.

Por último, usted y sus jugadoras donaron a la ONG Refuge su premio en metálico por la liga conquistada. ¿Puede contarnos un poco más al respecto?

Es una organización benéfica que está muy próxima a lo que sienten y piensan todos en el Chelsea, especialmente en el equipo femenino. Pensamos que era lo más apropiado que, durante un periodo sumamente difícil en el que la gente no podía escaparse de su entorno doméstico, hiciésemos algún tipo de aportación que ojalá pudiese ayudar a proporcionar algún alivio. Para nosotras, esa donación iba más allá del dinero: era un mensaje de que nunca estás sola, de que nunca tienes que permanecer en un sitio en el que no estés segura. Hay ayuda ahí fuera, y Refuge es una organización fantástica que está lista para proporcionar esa ayuda.