Los pies del protagonista se movían con gracilidad, como si estuviese practicando una danza de ballet. El entusiasmo se desbordó en Moscú y el mundo quedó boquiabierto.

Se diría que estábamos de nuevo a principios del siglo XX, la última vez que la ciudad había sido el centro indiscutible del mundo del espectáculo en todo el globo. Por aquel entonces, Anna Pavlova había embelesado al Teatro Bolshói y disparado la popularidad del ballet fuera de Europa, con su inimitable representación de La muerte del cisne.

Más de cien años después, los espectadores de todos los rincones del planeta —3.572 millones, más de la mitad de la población de la Tierra, vieron la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018™— se quedaron embelesados durante el partido inaugural del certamen ante la actuación de Aleksandr Golovin. Arabia Saudí sin duda hubiera deseado que su oponente calzase zapatillas de punta en lugar de botas con tacos personalizadas.

El jugador, oriundo de la fría Siberia, abrasó a sus rivales con su fogosidad. Dio dos asistencias, colaboró de un modo exquisito en la jugada que culminaría en otra diana y transformó un sensacional lanzamiento de falta en la victoria por 5-0 de los suyos. Creó más ocasiones de gol en un partido del Mundial que cualquier otro internacional de Rusia o de la Unión Soviética desde que se empezaron a registrar los datos, en México 1970. Hizo más pases que encontraron a un compañero, recuperó más balones y recorrió más distancia que cualquier otro de los futbolistas presentes en el Estadio Luzhnikí.

Fue un desempeño magistral que contribuyó a que Rusia se deleitase en una campaña inolvidable y dejó a su autor con ganas de más. Ahora Rusia aventaja en dos puntos a Croacia en la competición preliminar de Catar 2022, y este domingo, en Split, ambos países se medirán para decidir cuál de ellos consigue el puesto que da la clasificación automática en el Grupo H. El jugador, de 25 años, habla con FIFA.com sobre este inminente duelo, la clase de Luka Modric y el último Mundial.

Fue un desempeño magistral que contribuyó a que Rusia se deleitase en una campaña inolvidable y dejó a su autor con ganas de más. Ahora Rusia aventaja en dos puntos a Croacia en la competición preliminar de Catar 2022, y este domingo, en Split, ambos países se medirán para decidir cuál de ellos consigue el puesto que da la clasificación automática en el Grupo H. El jugador, de 25 años, habla con FIFA.com sobre este inminente duelo, la clase de Luka Modric y el último Mundial.

FIFA.com: ¿Puede contarnos cómo fue su infancia en Siberia y las dificultades que tuvo

Aleksandr Golovin: El clima de Siberia es difícil, duro. Solo se puede jugar al fútbol en la calle tres meses al año, porque el resto del tiempo hay una pista de hockey. No se puede jugar al aire libre, así que se pasa al futsal. Pero creo que vivir ocho o nueve meses al año en condiciones gélidas desarrolla el carácter, lo curte.

¿Quiénes eran sus héroes de niño?

Me gustaba mucho Ronaldinho. De pequeño veía muchos vídeos de sus jugadas en Internet. También me gustaba mucho Cristiano Ronaldo cuando estaba en el Manchester United.

En el partido inaugural del Mundial de 2018, usted dio dos asistencias, tuvo un papel importante en el segundo gol de Rusia y transformó un sensacional tiro libre que certificó el triunfo local por 5-0. ¿Puede describir sus emociones después de ese choque?

Estábamos muy contentos. Antes de que empezase el torneo, no había mucha gente que creyese en nosotros. Jugamos dos amistosos que fueron decepcionantes, tanto por la calidad del juego como por el resultado. Este partido fue muy importante, nos ayudó a conseguir el apoyo de todo el país y a convencernos de que podíamos lograrlo. Posiblemente nos diese impulso para el resto de la campaña.

Rusia cayó eliminada ante Croacia en los penales. ¿Qué le pareció aquel encuentro?

Lo recuerdo bien, me acuerdo de los momentos buenos y malos de mi propia actuación. Para mí fue el peor partido del torneo en cuanto a calidad. Recuerdo que en la prórroga conseguimos empatar y se llegó a la tanda de penales, ahí no nos acompañó la suerte. Fue más bien una lotería y la fortuna no estuvo de nuestro lado.

¿Qué le parece Luka Modric?

Modric es un futbolista muy potente, uno de los mejores del mundo en su posición. Se merecía con creces ser nombrado mejor jugador del mundo después del Mundial de 2018. En mi opinión, todos los años demuestra estar entre los tres mejores centrocampistas del planeta.

Primero hay que ganar a Chipre, pero ¿confía en que Rusia conseguirá el resultado que necesita el domingo en Split? ¿Qué debe hacer el equipo para lograrlo?

Tenemos que volcarnos con el partido, entregarnos al cien por cien, ser compactos en defensa y, al mismo tiempo, no tener miedo. Debemos actuar como un bloque: jugar todos juntos, no individualmente.

¿Cómo describiría a Aleksandr Golovin en tanto que jugador y qué nivel puede alcanzar?

Soy rápido y bueno en el pase, aunque tengo que mejorar mi juego defensivo. Todo el mundo puede seguir mejorando continuamente. Queremos alcanzar el Mundial, probablemente ese sea mi sueño ahora.

¿Qué tipo de entrenador es Valeri Karpin?

Es un entrenador muy exigente. Es como tiene que ser el seleccionador nacional. Por su forma de entender el fútbol, quiere que su equipo juegue sin miedo. Yo aspiro a eso mismo. A mí también me gusta que mi equipo vaya a por todas y no tenga miedo.

¿Qué nos dice de Aleksei Miranchuk?

Desde su fichaje por el Atalanta, se ha vuelto más rápido y físicamente más fuerte. Empezó a trabajar más en su juego defensivo. Se nota que se está convirtiendo en el jugador que el entrenador del Atlanta quiere que sea.

¿Y de Artem Dzyuba?

Hace poco batió el récord de Oleg Veretennikov de goles en la liga rusa. Es un logro fantástico de Artem. Está en buena forma, no puedo más que felicitarle.

Si tuviera que elegir un solo país, ¿quién es el favorito para ganar el Mundial de 2022?

Me decantaría por Francia.

¿A quién considera mejor jugador del mundo en estos momentos?

Si nos referimos a la última década, a Lionel Messi. Pero ciñéndonos a la actualidad, diría que es Kylian Mbappé. Hay una gran diferencia entre el PSG con él y sin él.