¿Podrá el Bayern de Múnich emular al FC Barcelona de 2009 y completar uno de los mayores logros en la historia del fútbol? ¿Podrá Tigres UANL dar la mayor campanada en la historia de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA™?

Este jueves lo sabremos, pero lo que sí tenemos claro ya es que ambos equipos le deben mucho a dos máquinas de hacer goles extranjeras de treinta y tantos años. En vísperas del gran duelo, ponemos el foco en Robert Lewandowski y André-Pierre Gignac.

“Creo que, si ganamos este Mundial de Clubes, conseguiríamos uno de los mayores hitos de la historia del fútbol. No solo para el Bayern o para Alemania, sino que sería uno de los mayores hitos históricos del planeta”. Robert Lewandowski

“André-Pierre Gignac es fundamental para Tigres. Dicta el ritmo del encuentro. Técnicamente, me deslumbra. Lidera al equipo. Sabe cuándo acelerar y cuándo ralentizar el juego. Es decisivo”. Kaká

“Sus piernas eran muy delgadas. No paraba de decirle que, a menos que comiese más bocadillos de panceta y engordase un poco, posiblemente nunca triunfara en el fútbol, pero los años pasaban y sus piernas seguían siendo como unos palos”.

Eran las palabras de Krzysztof Sikorski, el entrenador del equipo juvenil donde jugó Lewandowski entre los 8 y 16 años. Tal vez ese fue el motivo por el que el delantero empezó jugando únicamente en la quinta división polaca y, aunque luego se incorporó a la cantera del Legia de Varsovia, el conjunto capitalino le dejó marchar sin que llegase nunca a pisar el primer equipo… por ser demasiado flaco (una idea que, desde luego, desterró por completo posteriormente).

A Lewandowski le sugirieron que dejase el fútbol, pero a él, simplemente le “encantaba ver a Thierry Henry, y estaba decidido a ser como él”. Así, fue abriéndose paso desde la tercera división polaca hasta la segunda y la primera, donde se afianzó como la estrella del campeonato y guió al Lech Poznan hacia su primer título de la Ekstraklasa polaca en 17 años.

Ah, ¡y ya no es flaco!

“Me dijeron que, si no era capaz de triunfar en un club que iba camino de la cuarta división [francesa] y que no podía comprar jugadores por sus problemas económicos, no tenía ningún futuro en el fútbol”.

Cuando tenía 16 años, a Gignac le indicaron la puerta de salida en el modesto club de su localidad natal, el Martigues, y le recomendaron centrarse en su formación académica. Pero él se aferró a toda costa a su formación futbolística y, dos años después, firmó un debut de ensueño como profesional en la Ligue 2 con el Lorient, al marcar el gol de la victoria instantes después de salir del banquillo.

Aun así, eso no le sirvió para afianzarse en el equipo, y la campaña siguiente estuvo cedido al Pau en la tercera división francesa. Sin embargo, tras una primera temporada para olvidar en el Toulouse, en su segunda campaña se erigió en el máximo artillero de la Ligue 1 con 24 tantos, aventajando claramente a sus inmediatos perseguidores: Karim Benzema y Guillaume Hoarau.

Gignac lleva ya convertidos 13 penales consecutivos con Tigres. Curiosamente, las tres últimas penas máximas que falló fueron en los meses de agosto de 2017, 2018 y 2019.

Robert Lewandowski había metido dentro 17 penales seguidos hasta que su último lanzamiento lo detuvo Rune Jarstein, portero del Hertha de Berlín. El noruego se convirtió en el segundo guardameta capaz de parar un penal al polaco en la Bundesliga después de Manuel Neuer, que en 2013 frustró el envío del entonces jugador del Borussia Dortmund.

Gignac formaba parte de la plantilla del Olympique de Marsella (entonces entrenado por todo un campeón mundial en Francia 1998 y Rusia 2018, Didier Deschamps, y con jugadores en sus filas de la talla de César Azpilicueta, Mathieu Valbuena y los hermanos Ayew) que se enfrentó al Bayern de Múnich en los cuartos de final de la Liga de Campeones de la UEFA 2011/12.

El ariete francés únicamente salió a jugar como suplente en la ida, mientras que Manuel Neuer, Jerome Boateng, David Alaba y Thomas Mueller ayudaron al conjunto bávaro a imponerse por 4-0 en el global de la eliminatoria. Gignac sí logró batir a Neuer con un soberbio testarazo en un amistoso jugado en 2015, en el que Francia venció a Alemania por 2-0.

El padre de Lewandowski jugó en la segunda división polaca pero tuvo más éxito como judoca, llegando a proclamarse campeón nacional. La madre del número 9 del Bayern fue jugadora de voleibol, el mismo deporte que practica su hermana. La esposa de Robert, Anna Lewandowska, es una karateca que ha ganado varias medallas en campeonatos mundiales de kárate.

Gignac es primo de Yohan Mollo, extremo del Panathinaikos, y de Jacques Abardonado, ex defensa del Olympique de Marsella.

Lewandowski es uno de los dos futbolistas que han sido distinguidos como Deportista Polaco del Año, un premio que lleva concediéndose 86 años. Zbigniew Boniek, ganador en 1982, había sido el único hasta que el delantero del Bayern fue galardonado en 2015 y 2020.

De cara a la Eurocopa 2016, Gignac se convirtió en el primer futbolista que jugaba fuera de Europa en ser convocado con la selección de Francia. Disputó 6 encuentros en ese campeonato y, en la final, remató al poste en el último minuto del tiempo reglamentado.