lunes 02 agosto 2021, 08:00

El GET de la FIFA analiza la presión y los laterales en Tokio 2020

  • El Grupo de Estudios Técnicos de la FIFA analiza los choques olímpicos

  • Steve McClaren examina la evolución del cometido de los laterales

  • Christian Gross y Javier Mascherano estudian los estilos de presión

Los expertos del Grupo de Estudios Técnicos de la FIFA en Tokio 2020 se centraron ayer en las tendencias tácticas del Torneo Olímpico de Fútbol Femenino.

Hoy hacen lo propio con la categoría masculina, en la que Steve McClaren analiza la evolución de los laterales, mientras que Christian Gross y Javier Mascherano estudian en detalle los diferentes tipos de presión.

La evolución de la función de los laterales

En la fase de grupos asistimos a una interesante evolución de esta demarcación. Steve McClaren, uno de los expertos de la FIFA, nos habla de la naturaleza cambiante del papel del lateral, tanto con la posesión del balón como sin ella: "La posición de lateral parece estar evolucionando. El elemento ofensivo de su juego siempre ha estado ahí, alternándose con los extremos, pero la adaptabilidad parece ser ahora su principal característica".

En el juego de construcción, los laterales se emplean cada vez más como un jugador suplementario, sirviendo como tercer hombre cuando se abren contra dos atacantes (3 contra 2). Otro ejemplo del cambio constante en su papel es cuando asumen la posición de centrocampistas, actuando como tercer medio si juegan en 2 contra 1, con dos centrales, lo que significa que asumen una responsabilidad cada vez mayor en el juego de construcción. Esto podría deberse a que el número de futbolistas dotados de una buena capacidad técnica en estas posiciones no deja de aumentar.

En ataque, hay dos situaciones que se repiten constantemente: los laterales regatean hacia el bloque defensivo rival, ya sea por el interior o pegados a la banda. "Cuando los extremos tienen la posesión en el carril interior, los laterales les ofrecen dos opciones de posición: la superposición pegados a la banda y la tradicional", explica McClaren. "Cuando los laterales tienen el balón por la banda, podemos ver que se producen muchas superposiciones por el carril interior. Ambas opciones trastocan y desubican al lateral que defiende, ya que el extremo o el lateral atacante se adentran en el área por detrás". Los laterales "invertidos" también se encuentran a menudo en una buena posición para ejecutar una contrapresión.

En cuanto al comportamiento del lateral en la "defensa pausada" (la preparación de la defensa mientras su propio equipo tiene la posesión), se observa que el lateral que está al otro lado del extremo protege a los jugadores del mediocampo defensivo. Esto hace que se incorporen más hombres a la defensa pausada (dos o, en algunos casos, tres).

Análisis: Argentina - Australia

MOFT GS TSG  ARG AUS

La posición de De la Fuente (4) en el partido de Argentina contra Australia proporciona un buen ejemplo de la polivalencia del lateral. Está bien posicionado y bastante avanzado dentro de la cancha, mientras se prepara para ejercer contrapresión.

La contrapresión

España hizo un buen trabajo a la hora de recuperar el balón inmediatamente después de perderlo. Esto exige una mentalidad rápida y un intenso deseo de volver a tener la posesión lo antes posible. Los jugadores de ataque que no tenían la posesión del balón debían posicionarse de forma correcta, y en estas situaciones la máxima es mantener una formación compacta.

Christian Gross explica la importancia de esta filosofía: "Mantener una formación compacta es esencial cuando se prepara la contrapresión. En el fútbol contemporáneo, los mejores equipos cubren poco más que una zona de entre 25 y 30 metros como bloque. Los centrales se posicionan en la mitad del campo del adversario, con un guardameta actuando como líbero por detrás".

Por muy importante que sea la preparación de la contrapresión mediante un posicionamiento perfecto, es la intensidad física lo que la hace tan eficaz y complica la defensa al rival. Gross también sostiene que “la intensidad general y la determinación por conseguir la posesión del balón es lo que más importa en cualquier tipo de presión”.

Análisis: España - Egipto

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España trata de escorar el juego hacia la banda izquierda mediante un pase dirigido, pero el defensor de Egipto lo intercepta.

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Inmediatamente se inicia la contrapresión. Funciona tan bien gracias a la buena preparación que se ha hecho, y se produce con una intensidad alta. Los jugadores españoles se posicionan de forma que, en caso de interceptación, puedan contrapresionar y conservar el esférico, o bien proporcionar cobertura para evitar un contragolpe.

Otras formas de presión

La contrapresión no fue la única forma de presión utilizada en la fase de grupos del Torneo Olímpico de Fútbol Masculino. También hubo un amplio despliegue de formas de presión más "tradicionales".

Vimos a numerosas selecciones emplear los mecanismos de presión clásicos, como los pases a un jugador específico (por ejemplo, del lateral a un centrocampista defensivo). En consecuencia, los principios de la presión se aplican a todos los jugadores que participan directa e indirectamente. Cuando se conserva la pelota, el juego de transición se produce rápidamente para aprovechar el estado de desorganización de la defensa contraria. Japón hizo un excelente trabajo de presión bien organizada, que le permitió asegurarse el primer puesto del Grupo A.

"Las claves de la presión son la rapidez mental y la alta intensidad de todos los que participan en ella", apunta Christian Gross. "Es más fácil ejercer presión sobre los pases verticales que, por ejemplo, sobre los balones que se juegan en diagonal hacia el mediocampo. En estas situaciones, los jugadores que reciben el balón suelen estar ya en una posición abierta. La línea de banda también puede ser muy útil a la hora de presionar".

Javier Mascherano, otro de los expertos técnicos de la FIFA para Tokio 2020, añade: "El compromiso general es esencial cuando se presiona. Hemos visto grandes ejemplos de alta intensidad y compromiso total por parte de todos los jugadores implicados con selecciones como Japón y España. Intentan conservar el balón cuanto antes y están bien organizadas".

Análisis: Japón - México

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El central de México controla el balón. La línea ofensiva de Japón intenta atraerlo para que lo juegue hacia un centrocampista defensivo.

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Justo después de que el central ceda el balón y este vaya hacia el centrocampista defensivo, Japón presiona a dicho volante. Este jugador no tiene demasiadas opciones, la presión es intensa y hay muchos japoneses a su alrededor, lo que provoca un error que se traduce en una oportunidad de gol. Todo esto sucede en menos de 10 segundos.