martes 05 febrero 2019, 07:42

Bihler, el voluntario por excelencia

  • Ha sido voluntario en cerca de 50 grandes eventos

  • Profesor jubilado de matemáticas y gimnasia

  • Se estrenó en la Copa FIFA Confederaciones de 2005

Si hubiera un trofeo al "rey de los voluntarios" o al "ídolo del trabajo de voluntariado en el deporte", no hay duda de que Hubert Bihler, de 72 años, sería uno de los firmes candidatos a ganarlo.

No en vano, ha ejercido como voluntario en casi 50 eventos de gran magnitud en los últimos 14 años: Juegos Olímpicos, Copas Mundiales de la FIFA, Mundiales de atletismo, de hockey sobre hielo o de gimnasia.

Bihler ha participado en todos, y lo ha hecho en ámbitos muy distintos: como encargado de ubicar a los fotógrafos alrededor del terreno de juego, como responsable de atender a los grupos de periodistas o de procurar, alejado de los focos, que todo saliera a la perfección. Y casi siempre lo ha hecho en puestos de responsabilidad, ya fuera en calidad de jefe de equipo, director de voluntarios o coordinador.

Su extraordinaria aventura comenzó unos meses antes de la Copa FIFA Confederaciones Alemania 2005, cuando leyó casualmente un anuncio en el periódico: se buscaban voluntarios para el torneo. Bihler, profesor de gimnasia y de matemáticas ya jubilado, se apuntó. Le adjudicaron un puesto en la sede de Núremberg.

"Acababa de jubilarme y, como había hecho deporte toda mi vida, pensé que podría trabajar como voluntario. Eso sí, nunca imaginé en lo que se acabaría convirtiendo", explica a FIFA.com.

Extracto de su experiencia como voluntario:

  • 5 Copas Mundiales de la FIFA (masculinas y femeninas)

  • 5 Juegos Olímpicos y Paralímpicos

  • 2 finales de la Liga de Campeones de la UEFA

  • 2 Mundiales de atletismo de la IAAF y 2 Campeonatos Europeos de la EAF

  • 1 Mundial de gimnasia

  • Coordinador de los voluntarios de medios de comunicación en el Festival de Eurovisión Duesseldorf 2011

Bihler, que se vio obligado a colgar las botas de fútbol antes de tiempo por culpa de una lesión, ha seguido ligado al deporte rey hasta el día de hoy, ya fuera como entrenador, árbitro, presidente de un club o fotógrafo. Nunca se ha aburrido y, desde hace 12 años, es director honorífico de un seminario que imparte la federación de fútbol local.

"Me picó el gusanillo en el Mundial de 2006 en Alemania y ya no pude parar. He conocido a gente maravillosa, y de esos encuentros han surgido amigos que aún conservo. En Guatemala, Rusia, Estados Unidos, Brasil... He hecho amigos en todo el mundo, y me han enriquecido muchísimo personalmente. Ha sido una alegría tras otra".

En cualquier caso, Bihler destaca dos recuerdos por encima del resto: "En los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi coincidí en el equipo con un voluntario ruso que era profesor de inglés. Un día me llevó hasta la antorcha olímpica, y allí nos estrechamos la mano. Queríamos escenificar lo bien que podíamos trabajar juntos, más allá de asuntos políticos. Fue sencillamente grandioso. Además, antes de la Copa Confederaciones 2017, el COL ruso me invitó a una formación para presentadores de medios de comunicación. Fue un gran honor y significa mucho para mí".

No es de extrañar, por tanto, que Bihler se considere un embajador de Alemania a través del deporte.

Pero lo que de verdad ha hecho que estos 15 últimos años hayan sido tan especiales es la interacción con los demás. Y Bihler no se refiere al hecho de haber coincidido con estrellas de la talla de Usain Bolt, Philipp Lahm, Oliver Kahn, Maria Riesch, Thomas Mueller o Miroslav Klose, sino con sus compañeros de voluntariado.

"Ahora me encuentro con viejos conocidos en todas partes. Ya sean oficiales o, por ejemplo, un fotógrafo argentino al que conocí en la Copa Confederaciones 2005. En 2010, en el triunfo por 0-4 de Alemania sobre Argentina en Ciudad del Cabo, nos volvimos a encontrar. Y cuatro años después en Brasil, también. Reencontrarse con los amigos es maravilloso".

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Su gran apoyo en esta aventura es su esposa, con la que lleva casado 46 años y con la que tiene dos hijos y dos nietos.

"Siempre tengo tiempo para la familia", reconoce Bihler. "Mi mujer siempre me ha apoyado. Antes de Sudáfrica estaba algo escéptica, pero dentro de dos semanas vamos a visitar a la mujer que me acogió durante el Mundial de 2010 y que, gracias a mí, descubrió todo lo que hacen los voluntarios. Eso también es parte del legado de la Copa Mundial. ‘Vuelve algún día con tu mujer. Yo os invito’, me dijo al despedirme en 2010".

El propio Bihler reconoce que, en el futuro, le gustaría que sus estancias en grandes eventos como la Eurocopa o el Mundial fueran más breves, "pero me gustaría seguir participando en eventos menores, como partidos internacionales". La única excepción podría ser la Eurocopa de la UEFA 2020 en Múnich, donde solo se disputarán cuatro partidos.

"A quien le guste el deporte y quiera contribuir al éxito de un evento en el marco de un equipo internacional, le recomiendo encarecidamente que se anime a ser voluntario. Es algo fantástico", aconseja a todos para terminar.