jueves 14 enero 2016, 16:39

Ellis: "Wambach ha cambiado el fútbol femenino en EEUU"

Lleva el oficio de entrenadora en la sangre. Cuando subió al escenario del Kongresshaus de Zúrich para recibir el premio de Entrenadora Mundial de la FIFA de Fútbol Femenino del año, rindió homenaje a su padre, su primer entrenador. Talento natural y trabajo se combinaron para formar a una impresionante estratega que vivió su momento cumbre cuando el combinado estadounidense conquistó su tercera Copa Mundial Femenina de la FIFA™ bajo su dirección. FIFA.com entrevistó a la seleccionadora de Estados Unidos, nacida en Inglaterra, después de ser elegida la mejor del año en Zúrich.** **

Jill, ¿Cuáles fueron los momentos cruciales para la consecución del título en Canadá?Creo que hubo muchos momentos fundamentales. Pienso que el partido de cuartos de final contra China, en el que jugamos tan bien, aunque nos faltasen dos titulares (ndlr: sancionadas por acumulación de amonestaciones), nos dio mucha confianza. En mi opinión, ese partido sirvió de trampolín para los dos siguientes. En términos de confianza y de lo bien que podíamos jugar y hacer circular el balón, aunque también me hizo ver que Morgan Brian podía figurar en el once titular, porque yo ya tenía la idea de desplazar a Carli Lloyd a una posición más adelantada. Creo que el partido de China me hizo ver que respondió en una olla a presión, y que debía alinearla de inicio contra Alemania. Diría que el partido de Alemania fue el más satisfactorio para mí, en cuanto a preparación y ejecución. Y que otro momento grandísimo para nosotras fue la entrada en el tramo final de Kelley O’Hara, que marcó el segundo gol, que prácticamente sentenció. A lo largo de este trayecto hubo muchos momentos. Fue algo increíble.

Después del partido contra la República de Irlanda anunciará el plantel para los clasificatorios de los Juegos Olímpicos. ¿Habrá sorpresas?Al retirarse tantas veteranas, el equipo va a tener una imagen diferente, y transmitir una sensación distinta. Ahora mismo estamos realizando una concentración, con muchas novedades, así que creo que va a ser de nuevo una mezcla de experiencia. Estoy convencida de que hay puestos disponibles en algunas demarcaciones para las jóvenes, que deben dar un paso al frente para intentar entrar en la lista.

Recordamos que la noche anterior al sorteo final del Mundial Femenino, el año pasado, usted estuvo viendo las semifinales de la liga universitaria en su teléfono. ¿Convocará a alguna de esas jugadoras?En estos momentos ya contamos con un par de jugadoras universitarias, y hasta una de la escuela secundaria. Ahora mismo tenemos a Rose Lavelle con nosotras. ¿Si hay una oportunidad? Sí, creo que hay muchas buenas futbolistas que vienen pidiendo paso, como Emily Sonnett, que acaba de terminar la universidad, y ya jugó en otoño. Emily lleva un tiempo con nosotras y lo ha hecho muy bien. En estos últimos partidos, en diciembre, pude incorporar a algunas de esas jugadoras, para irlas integrando y evaluando. Creo que en el caso de las jóvenes que tenemos no se trata solamente de verlas en los partidos, sino también en nuestro entorno de entrenamiento. Si son capaces de responder en el entorno de entrenamiento, es casi seguro que podrán rendir a un buen nivel en los partidos. Examinar a estas jugadoras ha sido un verdadero proceso de preselección, pero creo que muchas de ellas lo han hecho muy bien, y seleccionar a jugadoras ahora es algo que siempre se hace pensando en el futuro, para que vayan acumulando experiencia.

¿Cuáles son sus expectativas de cara a los clasificatorios?Es un grupo complicado. Al clasificarse únicamente dos equipos, este año no hay red de seguridad. Estamos obligadas a empezar con buen pie. En estos momentos estamos concentradas y creo que estamos preparadas, aunque siempre hay que ir a por el primer puesto del grupo. Y ese partido de semifinales también es fundamental. Lo que me encanta de este equipo es que creo que nuestro enfoque consiste en no dar nada por supuesto. Hay que pelear por todo. Nuestra mentalidad es esa, nos centramos en eso. Y creo que la situación de 2011, cuando el equipo tuvo que superar una eliminatoria de repesca para llegar al Mundial en nuestra región, es algo que siempre queda ahí, que está presente. En nuestra región no puede darse nada por sentado. Vamos a enfrentarnos a rivales que han competido en el Mundial y que tienen mucha experiencia.

¿Cuál es su momento más memorable como entrenadora?¡Vaya! ¡Una pregunta complicada! Creo que probablemente fuese después del partido de Alemania, al salir del campo, había muchísimo ruido, con esa sensación de que las jugadoras estaban preparadas, de que estábamos preparadas. Nuestros preparativos fueron como una montaña rusa. Yo les había dicho a las jugadoras: “Este trayecto no va a ser perfecto. Habrá altibajos”. En muchos aspectos se aprende más acerca de uno mismo cuando resulta difícil que cuando se gana 8-0. Las dificultades sirven para prepararnos. En cuanto a los procesos, creo que aprendí mucho sobre cómo afrontar esto. En cuanto a esa sensación de que ya habíamos empezado a alcanzar nuestra mejor forma, fue después del partido de Alemania, al abandonar la cancha, disfrutar del público y felicitar a las jugadoras.

En 2012 Pia Sundhage fue elegida mejor entrenadora del año. ¿Con qué se queda de la etapa en la que trabajó con ella?Aprendí mucho de Pia. Pia y yo encajábamos muy bien. Me encanta su personalidad. Creo que me inculcó paciencia. Es una entrenadora muy paciente. A veces yo miraba un ejercicio o un ensayo que estábamos haciendo y no funcionaba y quería detenerlo, para corregirlo, y Pia dejaba que se desarrollase, así que creo que de ella aprendí la paciencia. También era muy buena en cuanto a la gestión de las jugadoras. En momentos de acaloramiento o de presión, ser capaz de analizar siempre dónde se está, ahí también aprendí mucho de ella. Es una gran mujer. Yo estuve aquí en 2012 cuando recibió el premio, e incluso poder estar ahí y formar parte del grupo que la apoyaba fue algo fantástico.

Con Abby Wambach, puede decirse que una leyenda ha puesto fin a su carrera. ¿Puede resumirnos la trascendencia que ha tenido para el fútbol femenino? En muchos aspectos, Abby ha cambiado este deporte para nosotras en Estados Unidos. Con el gol de 2011, galvanizó a todo el país. Fue un momento increíble para el deporte en nuestro país. En cierto modo, volvió a situar al fútbol femenino en el mapa en Estados Unidos. En cuanto a su aportación dentro de la cancha, es la mayor goleadora que hemos tenido, una líder, una competidora implacable. Encarnó de verdad todo lo que representa el ADN de nuestro programa. Y, en un plano personal, para mí fue fantástico poder asumir este primer trabajo y estar preparada para un Mundial con Abby como una de nuestras capitanas, por su liderazgo, sus consejos y su profesionalidad. Su papel cambió, pasó de ser una jugadora que disputaba los 90 minutos a entrar desde el banco de reservas, y su profesionalidad y su excelencia influyeron mucho en nuestro éxito.