El confinamiento predomina por todo el mundo y los acontecimientos futbolísticos están suspendidos, pero los futbolistas no se limitan a estar de brazos cruzados sin hacer nada.

De hecho, la mayoría siguen ejercitándose desde sus casas. En Indonesia, el joven Osvaldo Haay está llamando la atención de periodistas y aficionados adaptándose rápidamente a los cambios con un nuevo modo de trabajar. El delantero de 22 años del Persija de Yakarta lleva entrenándose en casa desde la suspensión de la liga indonesia hace dos semanas. Para él, la autodisciplina es siempre la clave del éxito.

“Resulta difícil mantener el entrenamiento habitual fuera teniendo en cuenta las circunstancias actuales”, cuenta Haay a FIFA.com. “Así que para mantener la forma, me he pasado al entrenamiento del núcleo corporal en casa. Además de eso, sí que entreno los pases con mi hermano y mi sobrino para mantener el toque de balón”.

Puede que Haay todavía no sea un nombre muy conocido. Sin embargo, el talentoso delantero es una de las mayores promesas de su país y de la región tras haberse erigido en el máximo artillero ex aequo de los Juegos del Sudeste de Asia en diciembre de 2019. Haay vio puerta 8 veces, al tiempo que la selección sub-23 de Indonesia se colgaba la plata.

“Gracias a Dios, hice lo que pude para ayudar a nuestra selección a alcanzar la final en esta competición. Haber quedado como máximo goleador del torneo, desde luego, es un estímulo tremendo para mi confianza. Me animará a trabajar más duro y a convertirme en un jugador mejor”.

Codeándose con las figuras más prometedoras de la región, Haay ha adquirido valiosas experiencias tanto vitales como futbolísticas, algo que cree que ha acelerado su desarrollo. “He aprendido más sobre nuestros rivales. Ahora conozco mis puntos débiles y soy consciente de que hay mucho margen de mejora”.

“He visto estilos de juego diferentes al jugar contra estos rivales. Tailandia, Myanmar y Vietnam, por citar algunos. Luchamos en el campo y nos hicimos amigos fuera del terreno de juego. Los jugadores vietnamitas están fuertes, y personalmente pienso que Ha Duc Chinh [máximo goleador ex aequo del certamen] es bastante bueno”.

Haay, que procede de una familia muy futbolera de la provincia indonesia de Papúa (su nombre de pila completo es Osvaldo Ardiles, en alusión al centrocampista que ganó la Copa Mundial de la FIFA 1978™ con Argentina), ha heredado la pasión por el balompié de sus padres. “Mis padres y mi hermano vendrían a ser mis mentores. Ellos me iniciaron en el fútbol. En Papúa, todos nacen con un sueño futbolístico y quieren convertirse en futbolistas profesionales”.

Haay hizo sus pinitos con el Persipura Jayapura y, en 2018, se marchó al Persebaya Surabaya, donde empezó a labrarse un nombre. Metió 10 goles en su primera temporada con ese equipo, y ese año fue elegido mejor jugador joven de la liga indonesia.

Merced a su brillante rendimiento en la liga nacional, unido a sus destacadas actuaciones en los Juegos del Sudeste de Asia, Haay se erigió en una de las estrellas más cotizadas del país. A principios de 2020 fichó por el Persija de Yakarta, al que entrena el legendario Bambang Pamungkas.

Con su 1,74 metros de estatura, Haay es famoso por su velocidad y su astucia ante la portería contraria. Al preguntarle por sus referentes futbolísticos, menciona a Eden Hazard, Neymar y Sergio Agüero. “Estas estrellas no son grandes físicamente, pero tocan el balón estupendamente. Son jugadores realmente inteligentes sobre el césped”, apunta.

Haay, que ya es uno de los preferidos de la afición indonesia, cada vez despierta más expectativas con su selección. Los Merah Putih ya están matemáticamente eliminados en la fase de clasificación asiática para la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022, tras no haber sumado ningún punto en sus 5 encuentros del Grupo G.

Sin embargo, Haay tiene ganas de demostrar su valía en los partidos restantes. “Aunque ya estemos eliminados, tenemos que permanecer concentrados en cada partido. Cada vez que juego con la selección, deseo con fuerza marcar y ayudar al equipo a ganar. Tenemos que trabajar más duro y ser más disciplinados. Así seremos un mejor equipo”, concluye.