El plan perfecto de Snow para Estados Unidos

Hace dos años, Estados Unidos se quedó fuera de la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA Costa Rica 2014 cuando ya acariciaba la clasificación para el torneo. Perdió por 4-2 ante México en los penales de la semifinal del Campeonato Femenino Sub-17 de la CONCACAF, tras empatar 1-1 en el tiempo reglamentado de un reñido duelo, y tuvo que conformarse con ver el certamen por televisión.

Esta vez el conjunto de las Barras y Estrellas ha superado sin complicaciones el clasificatorio regional, y se prepara ya para Jordania 2016. Su seleccionador, B.J. Snow, explica a FIFA.com que considera a sus pupilas listas para afrontar el reto.

“Ahora mismo tratamos de alcanzar ese difícil equilibrio entre dar a las jugadoras la oportunidad de descansar física y psicológicamente, y prepararlas en un entorno propicio para poner a punto el equipo que irá a Jordania”, señala Snow, refiriéndose a la exigencia del torneo nacional que acaban de disputar muchas de sus jugadoras antes de incorporarse a la concentración. “Es un momento emocionante. No podría estar más contento con cómo están ahora las chicas”.

Snow, quien se hizo cargo del combinado sub-17 estadounidense en enero de 2013, prefiere no pensar en Costa Rica 2014 como una oportunidad perdida, y se queda con los aspectos positivos que tuvo la ausencia de aquel torneo. En su opinión, transcurridos dos años, se ha convertido en una ventaja.

Las 'lecciones' de Costa Rica “En 2013 teníamos una selección potentísima”, apunta Snow. “Nos quedamos fuera por una tanda de penales. Pero apenas un par de meses después, también demostramos ser capaces de plantar cara a los mejores equipos del planeta, al derrotar al campeón del mundo ”.

“Aquel plantel tenía muchísima calidad y ha demostrado ser especial, ya que sus integrantes son ahora mayoría en la selección nacional sub-20, con jugadoras como Mal Pugh, que ya están en la absoluta... Así que es importante ser críticos con algunos momentos , pero no hipercríticos: hay que evaluar el proceso y no centrarse únicamente en los resultados”, precisa.

“Creo que la diferencia entre aquel ciclo y el actual es que entonces tuvimos cinco meses de preparación, mientras que ahora ha habido dos años”.

Ashley Sánchez es una de las jugadoras mencionadas por Snow que está adquiriendo experiencia en categorías de edad más elevadas, especialmente con las sub-20, a las órdenes de la seleccionadora Michelle French. Sánchez protagonizó varias actuaciones estelares que ayudaron a Estados Unidos a sellar su pasaporte para Jordania 2016, y que le sirvieron además para ganar el Balón de Oro y formar parte del once ideal del clasificatorio de la CONCACAF celebrado en marzo. Contar con una futbolista de la talla de Sánchez, que tiene que enfrentarse constantemente a adversarias que le llevan varios años, es uno de los ingredientes de la fórmula para triunfar a largo plazo que la Asociación Estadounidense tiene como enfoque estratégico.

“Me atrevo a decir que estamos proporcionando a nuestras jugadoras de calidad una plataforma para que vayan subiendo por las categorías de edad”, analiza Snow. “Mal Pugh ha demostrado que puede hacerlo. Ashley también, y que puede tener muchísimo éxito en ese entorno. En nuestro plantel sub-17 hay siete jugadoras que han tenido experiencias con selecciones de categorías más altas, como la sub-20. Esas jugadoras tienen que afrontar situaciones y resolver problemas totalmente distintos, y eso no hace más que acelerar su progresión”.

“Si somos capaces de ponerlas en situaciones en las que triunfan y en las que también deben esforzarse, estaremos ante la combinación perfecta... Estas jugadoras han demostrado que son capaces de responder. Ashley es un ejemplo perfecto”, asegura el técnico.

Los consejos de Tarpley Contar con jugadoras como Sánchez para ayudar a liderar al equipo es fundamental para el éxito, pero el seleccionador Snow tiene otro as en la manga. Su esposa es nada menos que Lindsay Tarpley, antigua estrella de la selección estadounidense, y él no duda en recurrir todo lo que puede a esta antigua campeona de la Copa Mundial Femenina Sub-19 de la FIFA, dos veces medallista de oro olímpica, veterana de la Copa Mundial Femenina de la FIFA™ e internacional en más de 100 ocasiones.

“¡Creo que sería estúpido si no la utilizase!”, admite riéndose. “Recurro mucho a ella para saber lo que opina sobre algunas cosas... Y poder pedirle que hable con el equipo y comparta sus experiencias es algo fantástico. Haberla visto pasar por todas las situaciones con las que se ha encontrado, desde los extraordinarios éxitos hasta la lesión que puso fin a su carrera, con todo lo que eso implica, me ha ayudado mucho a crecer como entrenador”.

Las estadounidenses han ganado todos los torneos femeninos de la FIFA excepto el Mundial Sub-17. Sin embargo, ahora su seleccionador dispone de un equipo que rebosa experiencia y una calidad muy poco habitual a su edad, con la ventaja añadida de tener una esposa que ha cosechado éxitos increíbles. Snow confía en que su estrategia dé resultados en septiembre y octubre, cuando tendrá la oportunidad de llevarse al fin a Estados Unidos ese título que se les ha venido escapando.

“Nuestro objetivo es encontrar jugadoras que puedan ayudarnos a ganar ahora, y en las que también queramos invertir a largo plazo. Es un paradigma muy complicado. Así que, mientras sigamos haciendo ese cálculo, nos decantamos por elegir a futbolistas que merecen la oportunidad de ir a Jordania y ganar”, concluye.