sábado 19 noviembre 2016, 08:11

El histórico triunfo de las Superpoderosas

Cuando se hace balance de los 25 años de historia de la Copa Mundial Femenina de la FIFA, se echa en falta un mayor peso de los episodios con acento español. El mundo latino se incorporó con cierto retraso a la carrera del fútbol femenino, pero en los últimos tiempos ha hecho un potente sprint con el que empieza a reclamar su espacio entre la élite.

Por suerte, el talento no entiende de nacionalidades ni culturas, y un grupo de chicas, no sólo altamente capacitadas para el fútbol, sino con el suficiente coraje para desafiar todo prejuicio, se empeñó en escribir un bonito capítulo en este torneo: la primera y, hasta la fecha, única victoria de un equipo de habla hispana.

En Alemania 2011, su debut en esta cita, la selección colombiana había contado sus partidos por derrotas. Vale destacar que les tocó pelear en un nada amable Grupo C en el que también estaban Suecia, EEUU y RDP de Corea, todas potencias mundiales.

Pero aprendieron la lección y regresaron para Canadá 2015 con ambición. Y tras un empate en el debut con México, llegó el gran día. La hora de medirse a la poderosa Francia.

Las chicas hicieron honor a su apelativo de Superpoderosas y, contra todo pronóstico, vencieron a las galas en Moncton aquel 13 de junio de 2015.

"Tengo magníficos recuerdos de aquel partido, por supuesto", comenta Lady Andrade, quien firmó el primer gol del encuentro al minuto 16, a FIFA.com. "Hicimos un partido muy inteligente. Ellas tuvieron muchas jugadas, pero nosotras supimos controlar el encuentro y hacer lo necesario para ganar".

Tocó sufrir muchos minutos pues, con el marcador en contra, las Bleues asolaron el área sudamericana para reparar el tropiezo. ¿Qué se habló en aquel vestuario durante el descanso del partido? “Que lo más importante era mantener el orden defensivo que tuvimos durante el primer tiempo. Mantener esa ventaja sin salir enloquecidas. Mantener tranquilidad y concentración”, desvela a FIFA.com Natalia Gaitán, la capitana del equipo.

El segundo gol cafetero lo anotó Catalina Usme en el 90+3. A esas alturas ya no se trataba del gol de tranquilidad, sino del gol de la euforia.

"Cuando la árbitra pitó el final, nos reunimos y abrazamos todas las compañeras. Recuerdo que en el estadio había muchos franceses y al final del partido nos estaban aplaudiendo por el gran partido que habíamos hecho. Eso siempre se me va a quedar en la memoria y en el corazón. Es uno de los momentos más lindos que yo he vivido en el fútbol", reconoce todavía emocionada la jugadora del Valencia.

Efectos a corto y largo plazo Aunque cueste creerlo, la victoria tuvo una celebración discreta. "No lo celebramos tanto como hubiéramos querido porque nuestro asistente técnico tuvo un incidente médico, y estuvimos más pendientes de él que de la fiesta. Todo bien después con el asistente. ¡Fue la emoción!", ríe Natalia

Una vez en el hotel, cuando la adrenalina comenzó a bajar, las jugadoras empezaron a darse cuenta de la dimensión de aquel 2-0. "Fuimos la imagen del día en nuestro país. Fue algo muy emotivo", reconoce la defensora. "En redes sociales se movió mucho la noticia, hubo mucho apoyo de la gente a las Superpoderosas. Creamos un sentimiento de orgullo en los colombianos y eso fue lo más bonito".

Con cuatro puntos en su casillero, la derrota por 2-1 contra Inglaterra, a la postre medalla de bronce de la competición, en la última fecha del grupo, no impidió que Colombia clasificase a los octavos de final, donde sucumbió a la potente Estados Unidos, campeona final.

Pero hubo otros efectos colaterales de aquel logro ante las francesas que se alargaron en el tiempo. "Ahora tenemos el respeto que creo que merecemos. Somos verdaderas guerreras, y no cabe duda de que los hinchas colombianos ya son conscientes de ello. Antes, los aficionados al fútbol únicamente seguían a los equipos masculinos, pero estoy convencida de que ahora nos ven de otra manera", añade Andrade.

Y Gaitán apunta a una lección aprendida para el futuro: "La mejor enseñanza fue que debemos creer en nosotras, en el talento que hay en Colombia. Obviamente hace falta más apoyo para ayudar a desarrollar el futbol femenino. Pero con esfuerzo todo se puede lograr".