El doble reto de Wilkinson y las jóvenes Canucks

  • Rhian Wilkinson dirige las selecciones canadienses femeninas Sub-17 y Sub-20

  • Ambas se preparan para sus clasificatorios mundialistas de CONCACAF

  • Wilkinson cuenta con el apoyo del seleccionador absoluto Kenneth Heiner-Moller

Rhian Wilkinson ha estado muy ocupada desde que colgó las botas. Dio el salto a los banquillos nada más poner fin a una trayectoria futbolística que le permitió disputar cuatro Copas Mundiales Femeninas de la FIFA y colgarse el bronce olímpico en Londres 2012. Wilkinson ha dirigido las selecciones femeninas canadienses sub-15, sub-17 y sub-20, y también ejerce de ayudante del seleccionador Kenneth Heiner-Moller en el combinado femenino absoluto.

El 2020 se presenta como un gran año para ella, ya que tiene dos objetivos: la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA en Costa Rica y Panamá, así como la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA en India.

El combinado Sub-20 viajará a la República Dominicana a finales de este mes para disputar el clasificatorio al Mundial Sub-20. En abril y mayo, México será el destino para el clasificatorio al Sub-17. Cada una de estas citas planteará retos muy diversos a Wilkinson y sus jugadoras.

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Desarrollar a las nuevas estrellas Canucks

“Generan una presión y unas expectativas en nuestras jóvenes, que nunca han vivido algo así antes”, cuenta Wilkinson a FIFA.com. “Nuestros partidos son a todo o nada, igual que para el resto de selecciones. Si no ganas un encuentro determinado, te quedas sin billete para el siguiente torneo, y esa es una presión importante que hay que aprender a soportar. Canadá debería clasificarse a toda costa [para los Mundiales Sub-17 y Sub-20]”.

Wilkinson sonríe al hablar de su trabajo, donde ha experimentado una especie de “regreso al futuro”, ya que empezó a entrenar a las generaciones más jóvenes nada más colgar las botas.

“Su carácter me ha deslumbrado”, asegura Wilkinson. “Me gustaría dar continuidad en Canadá a esta idea de que el talento te lleva lejos, pero que son tu carácter y tu forma de ser lo que te permitirá llegar a lo más alto. Les gusta ese ambiente de comunidad y camaradería que están creando entre ellas, y considero que mi trabajo es fomentar eso tanto como los buenos resultados deportivos. Si la aventura acaba siendo lo bastante fructífera, ellas serán la siguiente generación que represente a la selección absoluta”.

Buscando a la 'nueva Huitema'

Una de las referentes para todas aquellas futbolistas que desean ir escalando por las categorías inferiores de Canadá es Jordyn Huitema. En apenas seis meses, Huitema pasó de jugar el Mundial Sub-17 en Uruguay a las órdenes de Wilkinson a ser titular contra Países Bajos en el Mundial de Francia.

“Creo de verdad que sus actuaciones con la Sub-17 y la presión con la que tuvo que lidiar le ayudaron a ser una futbolista aún mejor para la absoluta, porque aprendió a sobrellevarla y mejoró su juego. Son unas aptitudes que a veces pasamos por alto al subir a las jugadoras demasiado rápido”, señala Wilkinson justo antes de hablar de dos de sus futbolistas que ya han debutado con la absoluta.

“Olivia Smith y Jade Rose son dos jugadoras muy especiales”, afirma Wilkinson con una sonrisa. “Y con especiales me refiero a que han alcanzado su objetivo antes que otras. Cada una sigue su propio camino y a su debido tiempo, pero ellas dos están avanzando muy deprisa”.

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Con la confianza del seleccionador absoluto

La buena conexión entre las categorías inferiores y la selección absoluta no se debe exclusivamente a las múltiples funciones que desempeña Wilkinson, sino también a su estrecha colaboración con Heiner-Moller, el seleccionador absoluto.

“En primer lugar, es un hombre maravilloso, pero también un excelente entrenador”, subraya Wilkinson. “Mi primer trabajo como entrenadora fue con la Sub-15. Él me encomendó ese rol y yo no sabía si estaba preparada, así que vino conmigo para ser mi ayudante. Pero no se sentaba conmigo en el banquillo, siempre se mantuvo en un segundo plano. Y lo mismo hizo en Uruguay. No faltó a su cita. Creo que el apoyo que me ha dado desde el principio de mi carrera en los banquillos ha sido fundamental para mi confianza como entrenadora, así como para darme autoridad, porque la gente ha visto cómo él me ascendía y seguía respaldándome”.

Además de la presión profesional que Wilkinson pone sobre sus jugadoras y sobre ella misma para estar en la cita planetaria, existe otra presión —aunque más agradable y familiar— por sellar el billete para India 2020.

“Mi padrastro es indio, así que sé muchas cosas sobre el país. Es precioso, dinámico, pero no posee esa cultura del deporte y el fútbol femeninos. Espero que sirva de inspiración para todas aquellas chicas que sienten que no encuentran su lugar o su deporte. Debemos sentirnos orgullosas de llevar allí el torneo”.

“Tiene mucho interés por saber cómo acoge el torneo su país, y espera que sea una buena excusa para ver a su familia al tiempo que anima a mi selección”.