domingo 12 julio 2020, 06:45

Da Mota y Luxemburgo: listos para dar la campanada

  • Luxemburgo ocupa el 98º puesto en la Clasificación de la FIFA

  • Lleva 3 años sin salir de los 100 primeros de la jerarquía mundial

  • Nada asombroso para Daniel Da Mota, que roza las 100 internacionalidades

La Clasificación Mundial FIFA/Coca-Cola lleva paralizada más de dos meses, mientras el planeta hace frente a la COVID-19. Bélgica, que pronto cumplirá dos años aferrada a su trono de líder, parece consolidada actualmente en la cima de la jerarquía mundial. Y si eso constituye una gesta considerable para ese “pequeño” país de 11 millones de habitantes, tampoco deberíamos ocultar el buen rendimiento de la vecina Luxemburgo, que tiene 18 veces menos (600.000 habitantes). Y es que el Gran Ducado lleva tres años sin abandonar los 100 primeros puestos de la clasificación.

“Yo no lo veo como una proeza”, analiza Daniel Da Mota, delantero de los Leones rojos. “¡Incluso pienso que podríamos estar más arriba todavía! Deberíamos poder rivalizar con algunas selecciones de África o de Asia, entre otras, que actualmente están mejor clasificadas que nosotros. ¡Sería interesante medirse a ellas!”.

Claramente, la confianza ha prevalecido sobre la prudencia en Luxemburgo. Y hay que decir que los resultados han contribuido a ello… Un empate contra Francia en 2017 (0-0) y otro 0-0 contra Senegal en 2018; o incluso las derrotas en partidos reñidos frente a Serbia (3-2) y Portugal en 2019 (0-2), han hecho que los Leones rojos adquiriesen conciencia de que podían pelear en igualdad de condiciones con las mejores selecciones del mundo.

“Sobre el papel, siempre hay selecciones consideradas como ‘pequeñas’. Pero sobre el terreno de juego, el abismo con las grandes se ha reducido considerablemente. El nivel es cada vez más homogéneo”, observa Da Mota. “Ese fenómeno se explica principalmente por el hecho de que la mayoría de selecciones del mundo tienen actualmente a profesionales en sus plantillas; incluida Luxemburgo. De los 23 jugadores convocados, hay 17 o 18 que juegan al máximo nivel en Alemania, en Bélgica o en Rusia; en ligas de calidad. ¡Eso ayuda!”.

Cierto, pero Luxemburgo parece haber experimentado una progresión aún más excepcional que otras… En 2006, la selección apenas figuraba todavía 186ª en la Clasificación de la FIFA. Pero desde entonces no ha dejado de escalar, con un Daniel Da Mota como autor de varios goles y testigo privilegiado: “Por haber llegado en 2007 a la selección, pude constatar un cambio de mentalidades en nuestro equipo impulsado por nuestro seleccionador Luc Holtz, nombrado en 2010. Antes de estar él, el objetivo era no perder. Él hizo germinar la idea de que debíamos jugar para lograr un buen resultado”.

“Él tiene gran parte de culpa de los progresos de nuestro equipo”, continúa. “Es un entrenador que vive el fútbol, que sabe adaptarse a la evolución técnica y táctica del fútbol, y que sabe informar a sus jugadores sobre todo ello. Desde hace cinco años, estamos consiguiendo conjugar buenos resultados y buen juego. En algunos partidos, ocurre que tenemos la posesión del balón, y llegamos a crear más ocasiones que nuestro rival. Nos hemos convertido en un rival respetado”.

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Récord a la vista

Pero si los Leones rojos le deben mucho a Holtz, también pueden dar las gracias a Daniel Da Mota. El veterano extremo, fiel a su puesto desde hace 13 años, ha participado en todas las campañas clasificatorias para la Eurocopa y para la Copa Mundial de la FIFA. “Conseguir sellar un billete para una gran competición es el sueño de todo jugador de fútbol. Y a la vista de la evolución del fútbol en Luxemburgo, ya no lo veo tan lejano”, apunta, pese a sus 34 años.

Da Mota también tiene en su cabeza ambiciones más personales. Ahora que acaricia la barrera de las 100 internacionalidades con Luxemburgo, atisba en el horizonte el récord de 102 que ostenta su compatriota Mario Mutsch. “Sí, es un objetivo que tengo en mente, ¡pero no depende sólo de mí! Por mi parte, sigo teniendo piernas y ganas. Si el seleccionador considera que todavía puedo ser útil, evidentemente, yo me pondré a su disposición”, señala de cara a los partidos de la Liga de Naciones de la UEFA contra Azerbaiyán y Montenegro, programados en septiembre de 2020.

“También persigo un sueño: siempre he jugado al fútbol como aficionado, pero no he renunciado a la idea de ser profesional algún día; aunque sólo fueran seis meses”, concluye este ambicioso veterano que lleva el fútbol en la sangre.