miércoles 31 mayo 2017, 01:41

Mauro Coppolaro, borrón y cuenta nueva

  • Coppolaro es el prometedor defensa central del sub-20 italiano

  • Jugó -y perdió- final del Europeo Sub-19 con... Francia

  • Ahora busca su revancha en los 8vos de final del Mundial Para Francia, la Squadra Azzura es la selección a la que derrotó in extremis en la final de la Eurocopa 2000. Para Italia, los Bleus son el rival contra el que saborearon la gloria en la final de la Copa Mundial de la FIFA Alemania 2006.

Hace un año, Francia devolvió la pelota a Italia al conquistar ante los Azzurini el Europeo Sub-19. Este jueves 1 de junio ambos contrincantes volverán a verse las caras en la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA República de Corea 2017. No se trata de la final, pero como si lo fuese.

"Es el momento ideal de dejar atrás aquella final perdida y pasar página. Es a la vez la revancha y los octavos de final de una Copa Mundial, no se puede pedir más motivación. Queremos reverdecer nuestros laureles", confirmó Mauro Coppolaro.

"Los partidos entre Francia e Italia son especiales. Por mi parte, como italiano, el de 2006 es uno de mis primeros grandes recuerdos. Estos encuentros forman parte del folklore del fútbol. Es como un derbi. Espero que la suerte nos sonría el jueves".

Las anteriores finales Italia-Francia se decidieron por la mínima. La del Europeo Sub-19, no obstante, fue doblemente humillante para la Nazionale porque terminó en 4-0. Y para un país donde el catenaccio se eleva a la categoría de religión, perder por ese resultado en la final de una competición tan importante es difícil de digerir.

"Es cierto, Italia es, en mi opinión, un referente en términos de defensa. Y quizás ese día no estuvimos a la altura de nuestra reputación. Sin embargo, sin querer buscar excusas, lo que pasó se debió al desarrollo del partido. Marcaron enseguida y nos vimos obligados a quedarnos al descubierto demasiado pronto".

Nacido para defender Mauro Coppolaro es el arquetipo del defensa italiano: una sólida muralla de 1,89 metros de estatura, difícil de batir en el uno contra uno y excelente a la hora de reiniciar el juego.

Pilar de la zaga del combinado sub-20, disputó íntegramente los tres partidos de la fase de grupos, en los que Italia comenzó con mal pie (derrota por 0-1 ante Uruguay) para acabar enderezando el rumbo contra Sudáfrica (0-2) y Japón (2-2).

"Dimos lo mejor de nosotros mismos. En todo caso fue suficiente para conseguir una plaza en la siguiente ronda. Tengo la sensación de haber luchado bien", dice el defensa.

Luchar, en el sentido noble del término, parece estar en el ADN de nuestro protagonista. "Me encanta el combate. Es lo propio de mi puesto. Soy defensa desde pequeñito. Tengo la impresión de haber nacido defensa. No sé hacer otra cosa. Para mí es algo natural y me encanta. El duelo delantero-zaguero me resulta fascinante", insistió el jugador del Udinese, que pasó la temporada cedido en el Latina, de la Serie B.

Pues perfecto, porque en Cheonan le espera a pie firme un duro adversario, Jean-Kevin Augustin, autor de tres dianas en República de Corea 2017 y máximo artillero del Europeo Sub-19 con seis realizaciones.

De hecho, el parisino ya superó a nuestro interlocutor en el primer gol de los suyos de la final continental. Aunque si hacemos caso a los ciclos, ahora le toca brillar a la Italia de Coppolaro.