Del 13 de noviembre de 2017 al 14 de mayo de 2018 pasaron justo seis meses. Medio año entre los que Italia recibió uno de los golpes más duros de su historia y una llegada que le ha cambiado totalmente la cara.

Aquel 13 de noviembre Italia quedaba apeada de la Copa Mundial de la FIFA de Rusia 2018. La cuatro veces campeona del mundo (1934,1938, 1982 y 2006) no iba a acudir al máximo torneo de selecciones. Mazazo para una azzurri que no se perdía una cita mundialista desde 1958.

Fueron seis meses de travesía por el desierto hasta que el 14 de mayo del año siguiente, Roberto Mancini se hacía cargo de "su" Italia. Con 53 años y una dilatada experiencia y palmarés en los banquillos europeos, tomaba la decisión de encauzar el rumbo de una selección necesitada de nuevas ilusiones. Y tanto que lo hizo.

La actual campeona de Europa suma 36 partidos sin conocer la derrota (27 V, 9E) y ha superado los 35 de dos selecciones históricas: la Brasil campeona del mundo entre 1993 y 1996 y la España entre 2007 y 2009, un equipo que terminó sumando una Copa Mundial y dos Eurocopas. Dos selecciones para una historia a la que ahora se está sumando Italia.

A día de hoy, Mancini ha dirigido 41 partidos de Italia, perdiendo solo dos en sus primeros cinco encuentros: un amistoso ante Francia en junio de 2018 y ese mismo año ante Portugal en la UEFA Nations League. Este fue el punto de partida de la actual racha de 36 partidos sin perder que se explica en algunas claves.

Italia siempre estuvo ligada al Catenaccio, pero Mancini tenía otra idea en la cabeza. Desde su aterrizaje adoptó el sistema 4-3-3 para el equipo y de aquí no se ha movido. Una filosofía que queda clara en sus números. En sus 41 partidos, ha hecho 93 (falta los de hoy) goles, a una media de más de dos goles por encuentro.

Y no solo así, con unas modificaciones en la transición defensiva, Italia sorprendió en fases de la Eurocopa por su forma de presionar y someter a los rivales. Mancini suma intensidad e ímpetu en buscar la portería contraria a la tradicional seguridad defensiva, que quedó demostrada cuando estuvo 1.168 minutos sin encajar gol, superando el histórico récord de 1.143 que mantenía Dino Zoff.

El talento es primordial para Roberto Mancini y no duda en premiar con la selección al jugador italiano que lo muestre. Son cerca de 80 los jugadores que ha llamado, y un muy alto porcentaje de ellos los que han gozado de minutos.

'Si te lo ganas, tendrás la oportunidad de la selección'. Ese sería el mensaje que Mancini lanza a todos los jugadores italianos, dejando claro que las puertas de la azzurri están abiertas y todos tienen cabida. Sin los grandes nombres de otras selecciones, todos saben que si se lo ganan jugarán y que la fuerza del grupo es su gran arma.

Una de las misiones más complicadas que Mancini se encontró al tomar las riendas de a la selección italiana fue cargar de ilusión a unos jugadores que todavía sufrían el duro golpe de haberse quedado fuera de la Copa Mundial de Rusia.

Una de sus primeras premisas fue hacer ver que esa decepción debía transformarse en ambición por los torneos posteriores. La otra, contar con jóvenes promesas italianas que aportaran frescura, desenfado, locura y cómo no, ese plus de ilusión de la que parecía carecer la Italia de 2018.

Así fue. A día de hoy, Italia funciona porque los jugadores creen en el proyecto de Mancini y en todas las convocatorias demuestran que se apoyan entre ellos.

"La derrota ante Suecia nunca la podremos olvidar, pero estos años logramos convertir ese disgusto en entusiasmo", comentaba Chiellini a los medios en la previa del debut de Italia en la Eurocopa. Bonucci añadía: "Este proyecto está tomando forma: tenemos entusiasmo, talento, juventud y experiencia". Los hechos muestran que la icónica dupla de centrales no estaba equivocada.

La mejor receta para levantar el ánimo después del varapalo ante Suecia en 2018 era la ilusión. La contagió a sus jugadores y lo hizo de la mano de ofrecerles ese punto de diversión y descaro a la hora de afrontar los partidos.

El fútbol atrevido y atractivo que Mancini inculcó generó ilusión en los más veteranos y se adaptó a la perfección a las jóvenes promesas. Era el momento perfecto para intentarlo, como dijo a FIFA.com antes de disputar la Eurocopa.

"Siempre he intentado dotar de filosofía ofensiva a los equipos que he entrenado. A veces sale bien y otras no, pero era el momento apropiado para brindar a nuestra afición la oportunidad de disfrutar de una selección que jugase un fútbol atractivo". Así ha sido. En tres años y medio le ha cambiado la cara y la mentalidad a una Italia ahora favorita sea cual sea el rival.

La Italia de Mancini no solo ha logrado una racha de partidos sin conocer la derrota que ya es un récord. Hace apenas dos meses sumó su segunda Eurocopa tras derrotar a Inglaterra en la gran final de Wembley.

Y son más argumentos. Es líder destacado del Grupo C de los Clasificatorios europeos para Catar 2022 y si sigue con este nivel y cierra su clasificación, llegará a la Copa Mundial como una de las principales favoritas al título. Mancini e Italia son conscientes de que en la próxima cita mundialista pueden hacer historia.