viernes 04 septiembre 2020, 10:30

Charlas sobre fútbol: Laura Georges y Christie Rampone

La francesa Laura Georges y la estadounidense Christie Rampone participaron este jueves 3 de septiembre en la primera edición de las “Football Talks with FIFA Legends”.

Durante 45 minutos, las dos exinternacionales hablaron de su visión del fútbol femenino y respondieron a las preguntas de la prensa. FIFA.com ofrece una selección de las respuestas más interesantes de estas dos antiguas campeonas.

Laura, ¿a quién animó en la semifinal de la Liga de Campeones Femenina de la UEFA entre Lyon y París, sus dos antiguos equipos?

Laura Georges: Tuvimos la suerte de que hubiese dos equipos franceses en semifinales. Es un partido que para mí siempre resulta especial, me preguntan muchas veces a quién animo, pero soy neutral. Lo único que quiero es que haya un buen partido, ¡sin grandes diferencias! Una vez más, fue el Lyon quien ganó y a continuación alzó su séptimo título europeo y quinto consecutivo. Es un orgullo para todos los franceses. Hay que darle a este título el mérito que tiene actualmente. Es impresionante y hay que celebrarlo, como cualquier título. El Lyon domina el fútbol europeo, e incluso el mundial, y hay que reconocer el trabajo que hay detrás. Obliga a replantearse las cosas cada temporada.

Christie, ¿qué le pareció la final entre dos pesos pesados europeos, Lyon y Wolfsburgo, comparada con la que pudo ver desde su lado del Atlántico, la de la NWSL Challenge Cup?

Christie Rampone: Siempre es interesante ver lo que se hace en otros lugares, en las demás competiciones de todo el mundo. Era un partido difícil de disputar, por las circunstancias, pero las futbolistas se entregaron al máximo. El Houston Dash se mostró muy unido e hizo gala de carácter. No dejó de ir a más durante el torneo y exhibió una gran energía hasta el final. En la NWSL el fútbol está más enfocado a la velocidad y al juego de transición. En la Liga de Campeones es algo más lento, aunque más técnico, con más construcción de la posesión de la pelota. Tenemos muy buenos equipos y el fútbol femenino atraviesa una dinámica positiva, con jugadoras de gran calidad. El Lyon es prácticamente una selección de grandes estrellas, está muy bien ver a tantos grandes nombres jugar así, en equipo, y desplegar un buen fútbol.

La última Copa Mundial Femenina de la FIFA™, celebrada en Francia, batió todos los récords. ¿Qué balance hacen ustedes de este último año del fútbol femenino?

LG: Voy a empezar hablando del legado que nos ha dejado en Francia. Hemos alcanzado las 200.000 jugadoras federadas, y era uno de los objetivos de este proyecto. Yo tengo la suerte de ser la responsable de arbitraje y hemos pasado de 860 a 1.200 árbitras. Han aumentado todas las clases y la calidad de los centros de entrenamiento, y se han creado muchas escuelas de fútbol femenino. No ha aumentado necesariamente la asistencia a los estadios, pero este último año hemos batido un récord, con 31.000 espectadores en el Lyon-PSG, y las audiencias de la Liga de Campeones han sido muy buenas. Seguimos haciendo promoción de esta disciplina y tengo grandes esperanzas de que esa progresión continúe a escala mundial.

CR: El éxito del Mundial de Francia y la energía contagiosa de los hinchas han hecho progresar nuestro deporte. La clave es que se ha tomado conciencia de la calidad que hay dentro de la cancha, y la entrega que eso exige a las jugadoras, que lo hacen todo por su pasión por el fútbol, porque de momento tampoco hay mucho dinero. Eso cambiará cuando todo el mundo sea más consciente de todo esto. Los años que nos esperan prometen ser muy emocionantes, porque el fútbol femenino va a seguir progresando. Hay que seguir incidiendo en la táctica, el ataque, la defensa… Durante los 19 años que estuve en la selección estadounidense, me di cuenta de la importancia de la formación. Hace falta que esa comprensión del juego se extienda entre las chicas, por todas partes. Cuando yo empecé, éramos simplemente unas deportistas que jugaban al fútbol. Al terminar mi carrera, éramos verdaderas futbolistas.

La pandemia ha afectado profundamente al mundo del deporte, y el fútbol femenino no ha sido una excepción. ¿Cómo se puede aprovechar esta adversidad para encarar de la mejor forma posible el 2023?

CR: Yo lo he contemplado como una oportunidad de recargar las pilas y reflexionar sobre cómo podemos atraer a más hinchas. Eso pasa por la disponibilidad de las jugadoras ante el público, así podrán conocerlas y seguirlas mejor. Con nuestra selección somos capaces de hacerlo bien, pero en los clubes resulta más difícil, por la falta de medios. ¡Tenemos que lograr que más hinchas se den cuenta de lo bueno que es el producto que hay dentro de la cancha!

LG: Esta etapa ha demostrado que todos somos vulnerables, hombres y mujeres. En Francia, la liga se detuvo. En Alemania, los hombres siguieron, sin dejar de apoyar el fútbol femenino. Noto que entre los patrocinadores hay ganas de volver a unos valores auténticos y poner en un primer plano a la gente corriente, a la gente que se esfuerza, y no a grandes estrellas. Eso abre oportunidades para el fútbol femenino. Como bien dice Christie, hace falta que los hinchas conozcan a las jugadoras para comprometerse mejor, y no somos solo deportistas, somos seres humanos.

¿Qué valores del fútbol femenino pueden transmitirse a través de los patrocinadores?

CR: Las jugadoras mantienen un buen equilibrio, son apasionadas y están conectadas con su entorno. Las mujeres dan mucho e impulsan a los demás. Nuestras cualidades de liderazgo, nuestras capacidades para trabajar con los demás, nuestro sentido de las responsabilidades… Todo lo que el deporte nos ha dado, podemos compartirlo y hacer que los demás saquen partido de ello. Son valores que interesan a los patrocinadores. Y también están todas esas madres de familia que juegan y que demuestran que todo es posible, que pueden compaginar una carrera con una vida familiar equilibrada.

LG: Coincido con Christie, y yo añadiría que las jugadoras están disponibles para los hinchas. Ahí radica la diferencia con el fútbol masculino. No hay toda esa seguridad alrededor de nosotras. Las chicas son accesibles en las redes sociales e incluso físicamente, después de los partidos, tanto si son campeonas del mundo como simples jugadoras de club. Esa proximidad, esa humildad y esa pasión son valores muy interesantes para las marcas.