Si las tradiciones hay que respetarlas, la selección femenina Sub-20 de Brasil tiene una que nunca traiciona: se quedaron con el título del sudamericano de la categoría, que se disputó en Chile, y levantaron el noveno trofeo de su historia. La Canarinha ganó todas las ediciones que se disputaron. Esta versión de Brasil apabulló: venció en sus siete presentaciones y no recibieron ningún gol. Sin embargo, no irán solas a Costa Rica: Colombia se quedó con el segundo cupo de CONMEBOL para la Copa Mundial de la FIFA Sub-20 y regresa a la competencia después de 12 años de ausencia. La Calera fue la ciudad que alojó al campeonato que se disputó entre el 6 y el 24 de abril. Los 10 países de la confederación sudamericana pelearon por dos lugares para el torneo que se desarrollará en Costa Rica entre el 10 y el 28 de agosto. Brasil y Colombia buscarán hacer lo que nunca consiguió una selección sudamericana en la categoría: llegar a la final de la Copa Mundial de la FIFA.

Es habitual ver a las chicas brasileñas desplegar un fútbol de alto vuelo. Tienen todo: fantasía, efectividad y furia para imponerse sobre sus rivales. Dirigidas por Jonas Urias, Brasil nunca sufrió: hizo 22 goles, no recibió ninguno, y fue tan arrollador que incluso venció a Bolivia por 10-0. Gabriela Barbieri, arquera de La Seleçao, hizo un trabajo impecable. Las atacantes también hicieron el suyo y la distribución de tantos fue equitativa: Tarcianne de Santos, con cuatro gritos, fue la máxima anotadora del equipo. Analuyza y Giovanninha hicieron tres cada una. Fue tan holgado el paso de Brasil que de los siete partidos que disputó solo en dos llegó al entretiempo con el marcador en cero: ante Paraguay, en el cierre de la primera fase, y en el debut frente a Uruguay. Después, siempre se fue al vestuario arriba en el resultado, con una solvencia a la altura del escudo. Alcanzaron la cúspide en la fase final. Colombia era uno de los rivales a vencer. El arranque de la etapa decisiva podía ser un momento de nervios y tensión. No ocurrió nada de eso. Brasil ganó 3-0, y empezó a desfilar en el cierre del torneo. Cerró con dos triunfos ajustados ante Uruguay y Venezuela por 1-0. Suficiente para dar una nueva vuelta olímpica.

El foco de Brasil estará puesto en Costa Rica. Es un torneo que suele dolerle: llegó a las semifinales en las primeras tres ediciones (2002, 2004 y 2006, cuando ganó el tercer puesto, la mejor actuación en su historia), pero nunca accedió a la final. Ahora puede ser el momento para dar el golpe.

El debut de Colombia en la Copa Mundial de la FIFA Femenina Sub-20 fue un sueño divino. Con Yorelí Rincón como figura estelar, las colombianas sorprendieron al mundo en Alemania 2010: superaron la fase de grupos, eliminaron a Suecia en cuartos de final, y se quedaron con el cuarto puesto. Ese campeonato fue un sacudón en el país. Lo que vino después también tiene que ver con el presente: el fútbol femenino creció e irrumpió una generación de talento colombiano brillante. Conducidas por Carlos Paniagua, Colombia aterrizó en Chile impulsada por una convicción: retornar al máximo escenario de la categoría. Había con qué intentarlo. Gisela Robledo, delantera, es un diamante. Con 18 años, ya integró dos veces el once ideal de la Copa Libertadores Sub-20. Ese hito la llevó Europa: ahora juega en el Tenerife, que compite en la Liga de España. Robledo era la esperanza sobre la cual Colombia construía su objetivo. Debía brillar con la camiseta Cafetera. Y vaya si lo hizo: convirtió siete de los 13 goles que hizo su equipo en la competencia, fue la segunda máxima anotadora del torneo, y su juego cautivó a todos los fanáticos.

Colombia no tuvo un andar sencillo en La Calera. El comienzo fue complicado. Compartió el Grupo A con Venezuela, Argentina, Chile y Perú. Igualó sin goles en el estreno con Argentina, y empató 1-1 ante Venezuela en la segunda fecha. Ambos eran los otros aspirantes a los dos cupos para la fase final. Ahí podían aparecer las dudas. Lo que apareció, en realidad, fue la jerarquía de las jugadoras colombianas: vencieron por 5-0 a Perú, le ganaron 1-0 a Chile, y se quedaron con el segundo puesto con ocho unidades detrás de Venezuela. Invictas, se enfrentaron a Brasil en la primera jornada de la fase final. Perdieron 3-0. Estaban obligadas a ganar en las siguientes dos actuaciones para clasificar. Pero las colombianas surgieron cuando caminaban al borde del abismo. Aplastaron a Venezuela por 3-0. Debían pugnar por el pasaje en la última jornada ante Uruguay. Y jugaron como nunca en el torneo: dominaron en el primer tiempo, aguantaron en el segundo, ganaron 3-0 y sellaron el boleto a Costa Rica. El final perfecto. El viaje de Colombia a Costa Rica estará iluminado por el cuarto puesto de la generación 2010. El listón está alto. Intentarán superarlo.

"Es una sensación increíble. Este título representa a mucha gente, a los que no pudieron terminar su ciclo y a los que lo hicieron posible. Poner esta medalla en mi pecho es muy especial, dedico este título a los jugadores. Dan sentido a todo lo que hacemos". Jonás Urias – entrenador de Brasil. “Todo ha sido difícil en este Sudamericano, tuvimos un debut complicado con Argentina, luego enfrentamos equipos fuertes como Venezuela que eran serios candidatos a pelear un cupo en el Mundial. Afortunadamente, el equipo ha ido creciendo fecha tras fecha”. Carlos Paniagua – entrenador de Colombia

10 La uruguaya Belén Aquino hizo 10 goles y fue la máxima goleadora del torneo. Es la segunda nacida en su país en consagrarse máxima artillera, y la cuarta no brasileña en la historia en quedarse con el reconocimiento. 0 Brasil no recibió goles en todo el torneo. Es la segunda vez en la historia que La Seleçao culmina la competencia con la valla invicta.