lunes 03 junio 2019, 19:07

Alvarado y sus tres fantasmas

  • Ecuador clasificó por primera vez a cuartos de final en un Mundial Sub-20

  • Alvarado anotó un penal y causó otro

  • "Es una justa recompensa"

Parado en el manchón penal, listo para cobrar, a Alexander Alvarado le rondaban tres fantasmas. El primero, más inmediato, era que Ecuador había fallado los dos penales que le habían marcado antes en la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA Polonia 2019.

El segundo, más lejano, era que en el clasificatorio sudamericano, a pesar de ser campeones, habían perdido solo dos veces y ambas fueron contra Uruguay. El tercero, en cambio, llevaba el doloroso peso de la historia: nunca habían avanzado a cuartos de final.

Por si fuera poco, Uruguay se había adelantado en el marcador al 11’. Si querían besar la gloria, era ahora o nunca. Y Alvarado era el encargado de desafiar al destino:

“Lo veníamos platicando con el equipo y habíamos quedado que el que estuviera con mayor confianza, iba a tirar los penales que nos marcaran. Yo en ese momento me tenía mucha confianza, así que decidí pedir la pelota”.

Pero para un jugador como Alvarado, de mente muy fuerte y mucha virtud en la cancha, todo eso estaba en el pasado. Tiró al centro, el portero se lanzó a la izquierda y la pelota no encontró obstáculos camino a las redes. El golpe anímico fue fuerte y Ecuador no paró hasta concretar la remontada y hacer historia.

“Nosotros veníamos con la presión de que no le podíamos ganar a Uruguay, se hablaba mucho de eso. Pero aprendimos de todo eso y, además, los estudiamos muy bien. En mi opinión, hicimos un gran partido de principio a fin. Y todo esto que vivimos es una justa recompensa a nuestro esfuerzo”.

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Con destino a cuartos

Todo se le dio a Ecuador en la segunda parte. Aguantó los embates charrúas, lastimó con contragolpes, Sergio Quintero se apuntó un golazo y hasta volvieron a anotar de penal. El propio Alvarado lo causó con un disparo que fue detenido por la mano del defensor Bruno Méndez:

“Gonzalo me pidió la oportunidad; decía que se sentía confiado y por supuesto que se la di: somos un equipo muy unido. Me quedo muy feliz por todo lo que pasó en el partido. Al principio veníamos pasando un mal momento, pero logramos lucir todo lo que hemos trabajado en este Mundial y reflejarlo en el marcador".

Sacudidos los fantasmas, Ecuador está listo para lo que venga. Porque siempre lo han estado. Ahora esperan a su rival del partido entre Francia y EEUU.

“Seguramente todos juntos nos vamos a sentar a ver el juego con nuestro entrenador para comenzar a analizar. Ellos se van a encontrar con un Ecuador que le gusta tener la pelota, y que cada vez que la tenemos, somos muy peligrosos. Hemos tenido errores, pero hemos ido mejorando y ahora somos más fuertes”, finaliza.