miércoles 13 noviembre 2019, 17:34

Ahamada, el Bleuet que brilla en la sombra

  • Naouirou Ahamada es volante defensivo de la selección francesa sub-17

  • Se perdió la EURO sub-17 pero está dejando su impronta en Brasil 2019

  • Fichó a principios de año por el Juventus, donde va cada vez a más

Actúan en el mediocampo, normalmente visten el dorsal número 6 y son trabajadores en la sombra: jugadores que no ponen un mal gesto a ninguna tarea, desde recuperar balones y distribuirlos de inmediato hasta ofrecerse continuamente a sus compañeros que llevan la pelota, pasando por dar ellos mismos fluidez al juego y neutralizar también las ofensivas contrarias. Con la selección francesa, quien lo hace es el número 13, N’Golo Kanté… o Naouirou Ahamada.

El mundo entero ya conoce la sonrisa de Kanté, y muy pronto podría ocurrir lo mismo con la de Ahamada. Con la alegría siempre reflejada en el rostro y un acento marsellés que deja bien claros sus orígenes, habla con FIFA.com de esta Copa Mundial Sub-17 de la FIFA que está disputando en Brasil: “¡Cómo no vamos a estar contentos! Todo está yendo a la perfección. ¡Conseguir el pase a semifinales ganándole a España 6-1 en cuartos es toda una alegría!”.

La ley del mediocampo

En nuestro deporte las estadísticas, con razón o sin ella, se utilizan como prueba o sirven de demostración... Frente a la Rojita, hasta seis Bleuets distintos inscribieron su nombre en el casillero y tres añadieron asistencias a su balance. Y ninguno de ellos fue Ahamada, que sin embargo volvió a estar impresionante en su ingrato papel de centrocampista defensivo.

“Marcar goles y dar asistencias es algo que agrada, por supuesto. Pero a mí no me hace falta nada de eso para sentirme satisfecho”, confiesa. “¡Y creo que no jugué demasiado mal!”.

Todo lo contrario. Ante una selección española reputada por la calidad de su fútbol combinativo, Ahamada y Lucien Agoumé, su compañero del mediocampo, fueron determinantes. Asfixiaron a sus adversarios a través de una presión incesante, logrando interceptar todos sus pases.

“Jugar contra España nunca es fácil. Es un equipo que domina el arte de la posesión del balón. Ya conocemos su calidad en el mediocampo. Pero supimos defender en bloque. Nos mantuvimos unidos y compactos en todo momento y les impedimos jugar”, analiza.

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El aprendizaje con la Vecchia Signora

Por azar o coincidencia, ambos están ahora curtiéndose en Italia, cuna del Catenaccio. Agoumé cambió hace poco el Sochaux por el Inter de Milán, mientras que Ahamada ha fichado por el Juventus de Turín procedente del FC Istres. Y, por lo que parece, las semanas que llevan en Italia ya están dando sus frutos.

“Sí, Italia me ha influido a mí y a mi juego. He progresado mucho en el aspecto físico. ¡Allí no hago otra cosa que correr! Y creo que también he cambiado en el psicológico: me he convertido en un auténtico luchador. No me verán abandonar nunca”.

Aun así, en la semifinal de este 14 de noviembre frente a Brasil no podrá jugar uno de ellos, Agoumé, por recibir ante España su segunda tarjeta amarilla del torneo y la consiguiente suspensión para el próximo partido.

“¡Es mi amigo! Somos muy complementarios. Nos llevamos muy bien dentro y fuera de la cancha. Su sanción me perjudica a mí, y también al resto del equipo: ¡es nuestro capitán! A pesar de todo, en esta selección francesa somos 21, ¡tenemos recursos!”, advierte.

Ahamada habla con conocimiento de causa. Él no formó parte del plantel que disputó el pasado campeonato de Europa de la categoría y cayó en las semifinales contra Italia. Pero ha sabido ganarse un puesto para viajar a Brasil, y entrar en el once titular, “a base de trabajo”, como explica.

Lo que se dice un verdadero trabajador en la sombra.