Un torneo juvenil permite a los chavales competir a nivel internacional
El certamen cuenta con el apoyo del programa Forward de la FIFA
Los anfitriones ganaron la segunda edición del certamen con pleno de victorias
Pocos países han producido más talento per cápita que Croacia. Con apenas cuatro millones de habitantes, el bronce que obtuvo su selección en la Copa Mundial de la FIFA 1998™ —su primera cita global como nación independiente— pasó inmediatamente a la historia del deporte rey.
Pero aquella fabulosa actuación en el verano francés no fue un hito puntual, y Croacia estuvo a punto de convertirse en el país europeo más pequeño en ganar la Copa Mundial hace dos años en Rusia.
En categoría juvenil, pocas selecciones han demostrado la grandeza del combinado yugoslavo que se proclamó campeón de la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA 1987. Futuros futbolistas emblemáticos de Croacia como Robert Prosinečki, Zvonimir Boban y Davor Šuker formaron la columna vertebral de una extraordinaria selección de jugadores procedentes de distintos rincones de los Balcanes.
Ahora, la Federación Croata de Fútbol (HNS) quiere dar a la próxima generación todas las oportunidades posibles para que sigan los pasos de sus icónicos predecesores.
La semana pasada se disputó en Osijek la segunda edición del Torneo Internacional Juvenil Sub-15 Vlatko Markovic, en el que participaron ocho países. Fue la segunda de las cuatro ediciones anuales que hay previstas, y el certamen se financia parcialmente con el programa Forward de la FIFA. La primera edición se celebró en mayo de 2019.
Los croatas disfrutaron como niños y fueron primeros de su grupo con pleno de victorias. A continuación, redondearon una semana para el recuerdo con un triunfo por 4-0 sobre Rumania, primera del Grupo B, en la final del domingo.
“Estamos muy contentos. Esta hornada tiene muchísima calidad y está repleta de futbolistas con un gran potencial. Si los formamos bien, volveremos a tener una gran generación”, indicó el seleccionador croata Tomislav Rukavina.
Los otros países participantes fueron Bosnia y Herzegovina, Bulgaria, Montenegro, Macedonia del Norte, Catar y Zambia.
Primera experiencia para futuras estrellas
Para muchos de los participantes, este torneo es una primera incursión con los colores de su selección y una oportunidad de presentarse de cara al siguiente ciclo de la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA. También se emplearon árbitros jóvenes a lo largo de la prueba, lo que supone un paso importante en su desarrollo.
“Estoy orgulloso de que, incluso en estos tiempos tan particulares, hayamos conseguido mantener la tradición y organizar este torneo por segundo año consecutivo”, dijo Petar Krpan, director de formación de la HNS.
"La pandemia de la COVID-19 no nos ha puesto las cosas fáciles. Tuvimos que aplazar el torneo de primavera a septiembre, pero, al final, lo más importante es que estamos aquí. Dadas las circunstancias, organizar un torneo juvenil es algo de especial relevancia”.
El torneo fue bautizado en honor a un hombre que contribuyó a lo largo de su vida en todas las facetas del juego. Vlatko Markovic representó con distinción a Yugoslavia en la Copa Mundial de la FIFA 1962, dirigió a un buen número de clubes de prestigio —tanto en su país como por Europa—, y puso punto final a su devoción profesional por el fútbol después de 13 años como presidente de la HNS.
