Francia recupera su trono. En la última Clasificación Mundial FIFA/Coca-Cola, los Bleus figuran en la primera posición, algo que no ocurría desde hace 17 años. “Es una clasificación que conlleva mucho prestigio, en lo que concierne al trabajo que hemos hecho estos últimos años”, señala su seleccionador, Didier Deschamps.

El técnico ya había puesto fin a su trayectoria como futbolista internacional en la última ocasión en que los Tricolores ocuparon por primera vez el puesto número uno de la tabla global. El reinado de los entonces campeones del mundo y de Europa duró de mayo de 2001 a junio de 2002.

El segundo título, conquistado en Rusia, ha tenido esta vez un efecto inmediato en el escalafón, que desde agosto se calcula según una nueva fórmula. Francia era séptima en abril, y ha protagonizado un ascenso de seis peldaños, arrebatando así el puesto a Alemania, que baja a su vez al 15º tras su eliminación tempranera en tierras rusas.

Ahora está por ver si Francia, que se ha apartado de los diez primeros en varias ocasiones durante el último decenio, cuenta con los recursos necesarios para mantenerse en lo más alto a largo plazo. “Ahora ya sabemos lo que nos espera”, anuncia Deschamps. “Ya se esperaba mucho de la selección francesa en cualquier lugar en el que jugase, y va a esperarse más todavía. De ahora en adelante hay un nuevo estatus que defender”.

El estado de ánimo

Y los Bleus cuentan con varias bazas que pueden permitirles conservar su posición y seguir dando alegrías a sus hinchas. Desde su llegada, en 2012, Deschamps fue reconstruyendo con paciencia una mentalidad que aún seguía acusando el fiasco del Mundial de 2010, y supo infundir a sus hombres su legendario amor por el triunfo.

El puesto en cuartos de final obtenido en Brasil 2014 hizo que volviesen a destacar en el panorama mundial, mientras que la decepción de la final perdida ante su público en la UEFA EURO 2016 fue hábilmente reconvertida en una insaciable sed de triunfos que lo devastó todo a su paso en Rusia.

“En la Eurocopa, pensábamos que ya se había conseguido”, confesó Paul Pogba en vísperas de la final contra Croacia, un duelo en el que Francia volvía a perfilarse como favorita. Los Bleus, no obstante, fueron superados en cuanto a posesión del balón y en los duelos individuales, pero terminaron imponiéndose por 4-2, con dos mortíferos disparos de Antoine Griezmann.

“En el caso de Francia tenemos que seguir trabajando como lo estamos haciendo”, declaró hace poco el atacante zurdo. “Tenemos una Eurocopa en dos años y queremos ganarla. Y luego el Mundial de Qatar ya se verá. Tenemos un grupo muy joven, creo que éramos de los más jóvenes en Rusia, y eso nos va a ayudar”.

La cantera

Y es cierto que el seleccionador dispone de un abanico enorme de talentos. Desde hace seis años, ha venido renovando el plantel constantemente, confiando para ello en los jóvenes. Pudo verse en Rusia, donde dio la alternativa en un torneo internacional a varios debutantes, como Kylian Mbappé, elegido Jugador Joven de la FIFA en el certamen, o los laterales Benjamin Pavard y Lucas Hernández.

Incluso el puesto de guardameta parece tener ya relevo. En los dos últimos compromisos, Deschamps se encontró con la ausencia de su capitán, Hugo Lloris, y apostó por Alphonse Areola, que, en su primera actuación, protagonizó varias paradas de gran clase contra Alemania (0-0), para luego ofrecer una prestación sólida ante los Países Bajos (2-1).

La aparición de jóvenes combinada con el alcance de su plenitud de los puntales del equipo: el seleccionador francés ha sabido lograr un equilibrio perfecto para coronar la cima, y ahora espera mantenerse en ella el mayor tiempo posible.