Mário Zagallo + fútbol = lágrimas.

El deporte rey le hizo llorar por primera vez en 1950. Siendo un soldado de 18 años oriundo del estado de Alagoas que trabajaba en la seguridad del Maracaná, quedó consternado cuando Uruguay venció contra todo pronóstico a Brasil en el partido que decidía el título de la Copa Mundial de la FIFA™. Ocho años más tarde, las lágrimas fueron de otro tipo: a pesar de no haber vestido nunca la elástica de su país a un mes de que comenzara Suecia 1958, tuvo un papel fundamental como extremo con la Seleção que sorprendió a propios y extraños al alzar su primer título mundial.

Zagallo gritaría de nuevo cuando Brasil revalidó el título en Chile 1962. Luego fue el técnico artífice de la consagración del jogo bonito en México 1970 y, más tarde, ayudó a Carlos Alberto Parreira a ganar en Los Ángeles el primer Mundial del país en 24 años. ¡Y la FIFA ha vuelto a hacer llorar a Zagallo en su 90º cumpleaños!

Para celebrar este aniversario, hemos filmado una serie documental de cuatro partes sobre el hombre que ha estado más involucrado que nadie en la selección brasileña.

Contiene imágenes nunca vistas y homenajes de leyendas brasileñas como Pelé, Pepe, Carlos Alberto Parreira, Jairzinho, Rivellino, Ricardo Rocha, Dunga, Bebeto, Cafu y Ronaldo, de los prestigiosos periodistas Galvão Bueno, Paulo Vinicius Coelho y Tino Marcos, y de un entrenador sobre el que Zagallo tuvo una gran influencia: José Mourinho. La primera parte recuerda cómo Zagallo vio la final del Mundial de 1950 y actuó en ella en 1958 y 1962. “Mi pasión por la selección comenzó cuando no tenía jugadores ni entrenador”, dijo Zagallo. “El amarillo nunca se me iba de la cabeza”.

Zagallo pasó rápidamente de ser hincha a jugador de la Seleção en vísperas de Suecia 1958. Su progresión fue meteórica: nunca había sido internacional con Brasil pero se impuso a los magníficos laterales Pepe y Canhoteiro y consiguió que el seleccionador Vicente Feola cambiara su sistema gracias a su polivalencia.

“Zagallo fue el motivo de la transición de un 4-2-4 a un 4-3-3”, afirmó Paulo Vinicius Coelho, y Pelé añadió: “Tengo que dar las gracias a Zagallo porque muchas veces tenía que bajar, convertirme en el tercer hombre [del mediocampo], pero él ya estaba allí”.

La segunda parte se centra en el que Bueno califica como “incomparablemente, el mejor equipo de la historia”. “Jugaban con un 4-2-4”, explicó Zagallo, designado seleccionador apenas 75 días antes del inicio de México 1970. “Si hubieran ido al Mundial con ese sistema, no habrían llegado a ninguna parte”. “¿Desde cuándo cualquier selección nacional, de Brasil o de cualquier otro país, pone cinco números 10 en el equipo?”, preguntó Bueno. Jairzinho se deshizo en elogios: “El equipo de Zagallo es la mejor selección nacional que he visto nunca”.

Un espectacular combinado brasileño puso la guinda a su campaña con el que posiblemente sea el mejor gol de la historia del Mundial: una espléndida jugada colectiva que terminó con el remate de Carlos Alberto para certificar la victoria por 4-1 sobre Italia en la final. “Sabíamos que Facchetti hacía un marcaje al hombre”, recordó Parreira. “Zagallo dijo: ‘Jairzinho, cuando puedas, abre el espacio para Carlos Alberto”. Paulo Vinicius Coelho añadió: “Era el Fútbol Total, cuatro años antes de los Países Bajos”. “Cambié por completo a la Seleção”, reconoció Zagallo. “Ese equipo no se olvidará nunca”.

La tercera parte se centra en EE UU 1994, donde Zagallo era el segundo entrenador de Brasil. “Su presencia inspiraba confianza, el símbolo de un ganador”, recalcó Parreira. “Sentíamos la presión, Brasil llevaba 24 años sin ganar el Mundial, pero la confianza que nos infundió fue enorme”, comentó Bebeto mientras pasaban imágenes inolvidables de Zagallo bramando: “Brasil va a ganar el cuarto título, ¡lo quieran ustedes o no!”. “Nos motivaba, sonriendo, burlándose de nosotros, bromeando”, dijo Cafu.

El episodio termina con Zagallo emocionado al recibir la visita de Dunga. “Usted nos enseñó a amar el amarillo, los colores de Brasil”, dijo el capitán campeón del mundo. “Siempre defendió a Brasil, dentro y fuera de la cancha. Es un ejemplo para todos nosotros”. “Me estoy emocionando”, respondió Zagallo, con lágrimas en los ojos.

La cuarta parte examina la enorme influencia de Zagallo en la victoria en la tanda de penales contra los Países Bajos en Francia 1998: “Agarré a Taffarel y le dije: ‘Nos lo va a ganar usted”. “El camino desde el centro del campo, con el balón en la mano, hasta el punto penal es un tormento”, dijo Ronaldo. “Pero en lo único que pensaba era en su energía. Tuve muchos entrenadores importantes, pero, sin duda, el más grande de todos fue Zagallo”. El episodio termina con homenajes. “Gracias por existir”, dijo Rivellino. Pelé continuó: “Quiero darle las gracias por todo, porque mucho de lo que me ocurrió en la vida y con la Seleção es una deuda que tengo con usted”.

A quien Mourinho elogió como “uno de los más grandes nombres de la historia del fútbol”, gracias por todo.

¡Un muy feliz 90 cumpleaños, Mário Zagallo!